"No mires arriba": Algoritmos, capitalismo y cambio climático

Una sensación de sentirse atrapado en un mundo superfluo, sin sentido de lo trascendental, un mundo atrapado por la vorágine de los magnates de las redes sociales y la comunicación, con sus algoritmos conductores y condicionadores de la vida, donde prima el consumismo y la falta de ética, es el sentimiento que deja "No mires arriba" del director Adam Mckay.

Deja una evidencia palpable de los intereses de cierta clase política  (los Trumph y los Bolsonaros entre otros) que priorizan el capitalismo desenfrenado versus el futuro de la humanidad. En este caso se debe parangonar el cometa que viene del espacio para destrozar la tierra, con el cambio climático; así como los científicos que alertan y alertan y no son escuchados, con las innumerables veces que el Panel de Expertos del Cambio Climático (IPCC) está poniendo en evidencia las catástrofes detrás de los impactos del cambio climático, más aún cuando los niveles de consumo y de emisiones de gases invernadero que calientan la tierra no se reducen.

Los medios de comunicación son otro de los factores puestos en evidencia y ridiculizados en "No mires arriba" y naturalmente cuestiona su rol para temas trascendentales relacionados con el futuro de la humanidad, como son los temas ambientales.

Esta triada de factores (capitalismo, medios de comunicación coludidos y empresas que manipulan algoritmos inductivos) están distorsionando nuestra realidad y están poniendo en riesgo los principios fundamentales de la humanidad.

No será un cometa el que ponga en jaque a la humanidad y la madre tierra, será el cambio climático y sus detractores, serán las grandes corporaciones petroleras, será la industria del consumo y los manipuladores de algoritmos, serán los políticos que priorizan sus intereses antes que la gente, serán las personas que no reaccionan ante la nueva realidad.