Crónica política de la semana
El censo marca: de la soledad de Evo a la “traición” de Camacho
Solo 23 diputados cumplieron con rechazar la ley como solicitó el expresidente, que considera traidores a sus promotores; Camacho, vía Calvo, apunta a la vía separatista para olvidar el trance de 2023
Miguel V. de Torres/
Esta vez sí la semana termina con vencedores y vencidos. Al menos vencidos. Dos. Dos que quedan retratados después de más de un mes de conflicto por el Censo y que deberán analizar bien las consecuencias y sus siguientes pasos. Los señalados son el expresidente Evo Morales y el gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho, aunque obviamente, por razones muy diferentes.
La Ley del Censo se aprobó el sábado de madrugada después de una sesión maratoniana en la que se instó al voto secreto, aunque hay pocos secretos. De los 118 diputados presentes (de nuevo un pleno de viernes con 12 ausencias injustificadas pese a lo trascendental del tema), 93 la aprobaron en grande, 23 la rechazaron, dos votaron blanco y uno nulo, así que se puso por primera vez negro sobre blanco cuales son los pesos y contrapesos en la cámara, pues los únicos que habían anunciado que votarían en contra habían sido los diputados leales a Evo Morales, por lo que se puede deducir que son 23. La bancada del MAS en diputados suma 75 curules sobre los 130.
Ni bien se supo el resultado, el expresidente volvió a lanzar un ataque furibundo por sus redes sociales: “Hemos vuelto a la democracia pactada de la época neoliberal, a la pactocracia, o gobierno de pactos, a espaldas del pueblo. La ley del censo es el pacto de impunidad entre traidores renovadores y masacradores de nuestros hermanos. Los revolucionarios no negociamos con la derecha – y continua - Denunciamos que diputados que en la campaña prometieron al pueblo justicia para las víctimas del gobierno de facto, cruzaron ríos de sangre, se aliaron a las bancadas de Mesa y Camacho y aprobaron una ley a pedido de esos golpistas. Eso no es renovación, eso se llama traición”.
Cabe señalar que la Ley no modifica la fecha para la ejecución de la consulta, definida por Luis Arce vía decreto para el 23 de marzo de 2024, algo que han aceptado las bancadas de oposición pese a que 2023 era el argumento que sostenía el paro. Así, solo reitera aspectos que ya están en la normativa vigente y en la Constitución: hay que hacer un censo cada diez años y sus resultados se deben aplicar a lo económico y a lo electoral. En esas, los analistas consideran fuera de lugar el último argumento a la desesperada sobre que “generará pobreza en unas regiones y riqueza en otras”; algo que ya argumentó al amenazar a los diputados con tener que “responder ante las regiones que pierdan curules” y que solo podría evitarse cancelando el censo, algo que sería dañino para todo el país. En ese sentido, se lanzan varias hipótesis sobre la razón fundamental del enojo de Morales en este tema y que ha elevado al máximo la tensión en la bancada creando un nuevo escenario: ha quedado en evidencia que el evismo es minoría en el MAS institucional, pero es preciso dirimir ese contrapeso con el partido que controla Morales y que solo se podrá hacer a través de un Congreso que se viene demorando ya casi un año.
El papelón de Camacho
El otro gran señalado es el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho, siempre absolutista en sus declaraciones y compromisos y que había predicho la ignominia para aquellos que negociaran censo en 2023, algo que personalmente acabó aceptando “porque ya es imposible”, como verbalizó una tarde casi casual cuando se cumplía el mes de paro.
Lo logrado en forma de Ley que aún debe pasar por el Senado, donde el evismo es más fuerte, ya se había comprometido públicamente hace dos semanas, por lo que están encontrando dificultades para volver a posicionarlo como una victoria y peor: la efectividad del paro como medida de presión queda en entredicho y habrá que justificar mucho cuando se le vuelva a pedir a la población un esfuerzo por algo que se resuelve en La Paz.
Por ello el presidente del Comité Cívico Rómulo Calvo ya puso los acentos donde quieren que mire el pueblo cruceño: el desafío al Estado se ha consumado y pronto empezará a funcionar una comisión que “revise la relación con el Estado” que además no esperará a otros departamentos que no les han ayudado.
Con todo, Calvo y Camacho cargan ahora otra losa lanzada por el propio Evo Morales al acusar a Arce y sus diputados de “pactar con la derecha”. Bolivia y Santa Cruz entran de nuevo en el gran juego de la conspiración, del infiltrado, del todos contra todos. De momento se cerró un tema. Toca control de daños.