Calvo abre vía separatista y delega Ley del Censo a la ALP
En otro cabildo multitudinario el presidente cívico habló del “derecho internacional a la autodeterminación de los pueblos” luego de señalar que el “Estado boliviano nos agrede y no nos acepta como parte de la bolivianidad”



El cabildo cruceño resultó esclarecedor. El Comité Pro Santa Cruz estuvo arropado siempre por la Gobernación y la directiva de la Asamblea Departamental, y por una ingente cantidad de población que una vez más acudió en masa a la convocatoria a los pies del Cristo Redentor en el primer anillo y aguantó estoicamente los retrasos.
En general, cuentan los presentes, se vivió un ambiente festivo y triunfal desde primera hora de la tarde que contrastaba poderosamente con el tono funerario que presidió el sábado, luego de que el presidente Luis Arce anunciara el 23 de marzo de 2024 como fecha definitiva para la realización del Censo de Población y Vivienda y la presentación de datos preliminares en septiembre de ese mismo año.
Es verdad que los masajes anímicos en forma de palmaditas y reconocimientos por haber logrado adelantar seis meses el relevamiento de datos y haber comprometido la publicación de datos en ese mismo año tranquilizaron a unos cuantos que solo querían ganar, pero lo cierto es que ante tanta expectativa y recordando el resultado del último desafío lanzado, que puso a Evo Morales en un avión rumbo a México, la única salida “honrosa” para los cívicos era redoblar el desafío, esta vez sí, con intención de despedida.
Así, el cabildo ha encomendado el tema del Censo a su bancada del legislativo para tratar de convertir el Decreto 4824 en una Ley que incorpore los asuntos pendientes a los que no se refirió Arce en su alocución - como la redistribución de escaños y la publicación de datos definitivos -, y se ha centrado en la agenda política que subyace debajo de cada enfrentamiento: abrir una vía separatista para redefinir su relación con el Estado boliviano.
El desafío
El presidente cívico Rómulo Calvo fue meridianamente claro desde el salón de su casa donde guarda detención en la argumentación previa: “Partimos de la premisa de que si el Estado boliviano nos agrede continuamente, no nos reconoce y no nos acepta como parte de la bolivianidad, tenemos todo el derecho de replantearnos nuestra relación con él, y analizar todas las opciones, viables constitucionalmente, para elegir nuestro destino amparados en el derecho internacional a la autodeterminación de los pueblos”, una declaración de intenciones que no es una amenaza ligera sino un hito dentro de una estrategia de larga data que, además, ya cuenta con el respaldo sagrado del cabildo, que coreó un sí a la segunda pregunta que no se oyó tan bien pero que decía: Delegar al Comité Pro Santa Cruz la convocatoria a una comisión constitucional que en el marco legal y democrático revise la relación política con el Estado boliviano.
Calvo además soltó lastre a la vista del fracasado “paro nacional”, que apenas prendió en Tarija, y les puso incluso plazo a esos “líderes” que apoyan, pero no apoyan consultando al cabildo si estaba de acuerdo que si en el “plazo de 72 horas los departamentos de Bolivia no se unen formalmente a este reclamo con medidas efectivas, asumamos por nuestra propia cuenta y responsabilidad nuestras propias reivindicaciones en beneficio de los bolivianos que viven y trabajan en Santa Cruz”, es decir, unilateralidad sin esperar a nadie.
Que el movimiento va a ser inminente quedó patente con el último punto del cabildo, donde utilizó el mismo plazo de 72 horas para exigir al Gobierno que libere a los detenidos en el conflicto, lo que a priori parece imposible por la gravedad de los cargos que se les atribuye a los implicados en la quema de la Federación Campesina del pasado viernes.
Nuevo punto de partida
Con la realización del cabildo y la publicación del Decreto, el conflicto vuelve a una especie de punto cero que se resolverá el miércoles por la noche, cuando venza ese plazo de 72 horas otorgado al Gobierno para liberar a los presos y a los departamentos a unirse a la movilización sin saber muy bien para qué, ya que el Censo pasa a ser un asunto del legislativo con sus propios tiempos y rituales.
Si bien es cierto que la oposición puede conformar mayorías solo con que uno de los bloques del Movimiento Al Socialismo se abstenga, existen mecanismos propios del reglamento que se deben cumplir. De momento, el presidente de la Cámara, Jerges Mercado, no ha dado ninguna señal al respecto de incluir este tema en la agenda y mucho menos, hacerlo por la vía de urgencia. Hay presión por la previsible violencia que se seguirá generando y se suma la presión por el desafío independentista, mientras que no ayuda nada las permanentes acusaciones del expresidente Evo Morales.
Evo y el enésimo complot
El expresidente, aunque no ha aclarado en ningún momento su posición respecto a la fecha del Censo, volvió a cargar contra el Gobierno de los “hermanos Luis Arce y David Choquehuanca”, primero en un tuit en el que habló directamente de “movilización pactada (con el Gobierno, se entiende) y se anticipó al cuarto punto del cabildo señalando que “si los golpistas que promovieron el paro no son investigados se comprobará que tienen una alianza de impunidad”.
Mientras que en entrevista aseguró que “en una reunión que tuvimos entre el Presidente y el Vicepresidente dije: acercar el Censo a las elecciones, eso va traer problemas, segurísimo. Seamos sinceros pues, está en disputa recursos, en la parte económica, y en lo político, los escaños. Así nomás es, para qué vamos a engañar, para qué vamos a mentir”