Expresidentes advierten un análisis superficial de la CIJ
Los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga no se arrepienten de sus actuaciones en el proceso planteado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que este lunes eximió a Chile, en La Haya, de la obligación de negociar con Bolivia la cesión de una salida soberana al mar Pacífico....



Los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga no se arrepienten de sus actuaciones en el proceso planteado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que este lunes eximió a Chile, en La Haya, de la obligación de negociar con Bolivia la cesión de una salida soberana al mar Pacífico. Advierten un análisis poco profundo de los alegatos planteados por el país.
“El reconocimiento de que no era el fallo que esperábamos y eso marca la responsabilidad de quienes hemos llevado adelante este trabajo. En lo que a mí toca, pues asumo esa responsabilidad a plenitud esperando y creyendo haber hecho lo mejor que teníamos en nuestras capacidades”, dijo Mesa en declaraciones a la ABI.
“Con el espíritu templado, Bolivia respeta el fallo aunque no lo comparte. Hicimos lo que en conciencia creímos adecuado dando lo mejor de nosotros. Queda la afirmación de la CIJ de que el mar es un tema pendiente entre Bolivia y Chile” (sic), compartió luego en su cuenta oficial en Twitter.
Mesa consideró que la Corte ha sido poco profunda en el análisis de dos elementos históricos fundamentales, como son 1950 y 1975, “que en nuestra opinión generan claramente una obligación de Chile a negociar porque se pueden entender prácticamente como tratado”, indicó.
El expresidente admitió que vive “la misma experiencia, muy dura”, que el pueblo boliviano.
“Lo lamento profundamente. Debo asumir mi responsabilidad en la medida en yo que creí (en esta causa) y no me arrepiento en un milímetro de los que hemos hecho”, afirmó durante una entrevista con la ABI en La Haya.
En la misma línea, Quiroga mantuvo que “de lo único que hay que arrepentirse en la vida es de no luchar”.
“En esto siempre hay riesgo, se sabía que había riesgo” y tanto el presidente Evo Morales como su predecesor Eduardo Rodríguez Veltzé, agente boliviano ante la CIJ, además de Mesa y Quiroga, sustentos, los cuatro, de la demanda marítima de Bolivia entre 2011 y 2018, decidieron correrlo.
Contradicción
Eduardo Rodríguez Veltzé, agente de Bolivia ante la CIJ, considera que existe contradicción en la sentencia de la demanda marítima, sin embargo, se la acepta.
“Encontramos que hay un contrasentido, algún nivel de contradicción en la propia Corte, pero preferimos por ahora destacar que no compartimos todos los razonamientos, porque tenemos que acabar de estudiarlos. Respetamos la decisión, pero estamos seguros que hay todavía vías, como la que señala la propia Corte que nos abren nuevos caminos, nuevos tiempos con Chile”, dijo Rodríguez.
Aclaró que no daría más detalles sobre la evaluación del fallo, sin antes haberlo analizado completo.
El agente dijo que se debe una explicación al pueblo. Señaló que se había trabajado un razonamiento legal, mediante el cual se sostenía que la sucesión de actos unilaterales, compromisos y declaraciones de Chile tenían efecto vinculante y exigible.
La CIJ resolvió, por voto de 12 de sus 15 miembros, que Chile no tiene obligación de negociar la cesión de una salida soberana al mar a Bolivia, tras un proceso de 5 años.
Los primeros opositores en reaccionar al fallo
Políticos de la oposición no dejaron esperar sus reacciones ante la decisión de la Corte Internacional de Justicia. “Frustración” y “Tristeza” fueron las palabras más usadas al referirse al veredicto de la CIJ, de que Chile no está obligada a negociar un acceso soberano al mar con Bolivia. “Estoy triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero nuestra reivindicación marítima sigue vigente. El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado” (sic), escribió en su cuenta el jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina.
Mientras que el alcalde de La Paz y líder de Soberanía y Libertad (Sol.bo), Luis Revilla, calificó como un balde de agua fría la determinación. “Chile nos dio vueltas por más de 120 años. No había otro camino que la estrategia presentada en La Haya: obligar internacionalmente a Chile a negociar aunque eso nos tomara años” (sic), difundió.
Agregó que “la única política de Estado construida entre Gobierno y oposición debe seguir siendo ejemplo para construir institucionalidad. La salud, la educación, la política económica, etc deben ser abordadas de la misma forma”.
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“El reconocimiento de que no era el fallo que esperábamos y eso marca la responsabilidad de quienes hemos llevado adelante este trabajo. En lo que a mí toca, pues asumo esa responsabilidad a plenitud esperando y creyendo haber hecho lo mejor que teníamos en nuestras capacidades”, dijo Mesa en declaraciones a la ABI.
“Con el espíritu templado, Bolivia respeta el fallo aunque no lo comparte. Hicimos lo que en conciencia creímos adecuado dando lo mejor de nosotros. Queda la afirmación de la CIJ de que el mar es un tema pendiente entre Bolivia y Chile” (sic), compartió luego en su cuenta oficial en Twitter.
Mesa consideró que la Corte ha sido poco profunda en el análisis de dos elementos históricos fundamentales, como son 1950 y 1975, “que en nuestra opinión generan claramente una obligación de Chile a negociar porque se pueden entender prácticamente como tratado”, indicó.
El expresidente admitió que vive “la misma experiencia, muy dura”, que el pueblo boliviano.
“Lo lamento profundamente. Debo asumir mi responsabilidad en la medida en yo que creí (en esta causa) y no me arrepiento en un milímetro de los que hemos hecho”, afirmó durante una entrevista con la ABI en La Haya.
En la misma línea, Quiroga mantuvo que “de lo único que hay que arrepentirse en la vida es de no luchar”.
“En esto siempre hay riesgo, se sabía que había riesgo” y tanto el presidente Evo Morales como su predecesor Eduardo Rodríguez Veltzé, agente boliviano ante la CIJ, además de Mesa y Quiroga, sustentos, los cuatro, de la demanda marítima de Bolivia entre 2011 y 2018, decidieron correrlo.
Contradicción
Eduardo Rodríguez Veltzé, agente de Bolivia ante la CIJ, considera que existe contradicción en la sentencia de la demanda marítima, sin embargo, se la acepta.
“Encontramos que hay un contrasentido, algún nivel de contradicción en la propia Corte, pero preferimos por ahora destacar que no compartimos todos los razonamientos, porque tenemos que acabar de estudiarlos. Respetamos la decisión, pero estamos seguros que hay todavía vías, como la que señala la propia Corte que nos abren nuevos caminos, nuevos tiempos con Chile”, dijo Rodríguez.
Aclaró que no daría más detalles sobre la evaluación del fallo, sin antes haberlo analizado completo.
El agente dijo que se debe una explicación al pueblo. Señaló que se había trabajado un razonamiento legal, mediante el cual se sostenía que la sucesión de actos unilaterales, compromisos y declaraciones de Chile tenían efecto vinculante y exigible.
La CIJ resolvió, por voto de 12 de sus 15 miembros, que Chile no tiene obligación de negociar la cesión de una salida soberana al mar a Bolivia, tras un proceso de 5 años.
Los primeros opositores en reaccionar al fallo
Políticos de la oposición no dejaron esperar sus reacciones ante la decisión de la Corte Internacional de Justicia. “Frustración” y “Tristeza” fueron las palabras más usadas al referirse al veredicto de la CIJ, de que Chile no está obligada a negociar un acceso soberano al mar con Bolivia. “Estoy triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero nuestra reivindicación marítima sigue vigente. El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado” (sic), escribió en su cuenta el jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina.
Mientras que el alcalde de La Paz y líder de Soberanía y Libertad (Sol.bo), Luis Revilla, calificó como un balde de agua fría la determinación. “Chile nos dio vueltas por más de 120 años. No había otro camino que la estrategia presentada en La Haya: obligar internacionalmente a Chile a negociar aunque eso nos tomara años” (sic), difundió.
Agregó que “la única política de Estado construida entre Gobierno y oposición debe seguir siendo ejemplo para construir institucionalidad. La salud, la educación, la política económica, etc deben ser abordadas de la misma forma”.
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