La madurez de la gestión
La zurda de Luis Arce
Con el paso del tiempo y la amortización de la pelea Golpe versus fraude, el Gobierno debe enfrentar su realidad para tratar de dejar su propia firma en una legislatura donde los aliados de izquierda piden acción



La crisis pandémica, la detención de Áñez y la plata del FMI, una tríada que marca estos primeros meses de gestión de Luis Arce Catacora y que, a poco que se consolide, acabará marcando la legislatura completa.
Es verdad que el Presidente no prometió demasiado en campaña, solo recuperar la estabilidad económica y cobrar un impuesto especial a los ricos, que ya está en marcha. De hecho, a tenor de las declaraciones de sus Ministros, también la recuperación económica está lograda, lo que deja en incertidumbre qué será lo que Arce espere hacer en estos próximos cuatro años largos hasta que intente su reelección, o le ceda el testigo amablemente a Evo Morales, como se prevé.
¿Cuál es la impronta que Arce quiere dejar en la historia? ¿Cuál su rúbrica exclusiva? Cada Presidente, mal que bien, ha dejado la suya, según los analistas: Paz Estenssoro la Revolución del 52 y el 21060; Jaime Paz, Ilo; Hugo Bánzer el terrorismo de Estado; Evo Morales el Estado Plurinacional y hasta Jeanine Áñez: llamar salvajes a la mitad de los votantes, pero hasta ahora no se adivina qué pretende hacer Luis Arce con este tiempo que las ánforas le han concedido.
En campaña se presentó de izquierda, no solo por la propuesta del impuesto, sino por apelar recurrentemente a Marcelo Quiroga Santa Cruz y su PS1 y todo su despliegue de joven guitarrero en pantalones de campana.
Su praxis en el Ministerio ha sido todo lo contrario, al menos para lo que podía haber sido, aunque a algunos le cueste reconocerlo: Los bonos no son de izquierda, sino las reformas estructurales; estimular la demanda con dobles aguinaldos y medidas contra cíclicas es Keynes en la bañera; y legislar sobre el IVA, el menos progresivo de todos los impuestos, favorece a los que más tienen…
Lo cierto es que en tiempos de cambio, como los provocados por la pandemia, que en general han incentivado medidas proteccionistas en todo el mundo, Arce tiene opciones para profundizar el soberanismo que, precisamente, se ha ido abandonando progresivamente desde 2005, pero también hay asuntos en la agenda del socialismo del Siglo XXI que pueden abrirse un espacio, según señalan algunos de los estrategas que acompañan la vida política del oficialismo y de la oposición.
La nacionalización del sistema financiero
Es lo que más a mano tiene, sobre todo una vez que se ha aprobado la devolución de fondos de las AFP a los cotizantes, lo que puede dejar algunos rotos en el sistema bancario y en sus inversiones preferentes: las empresas importadoras no productivas, además de los bancos triple A de las “potencias hegemónicas neoliberales”, que aun siendo el enemigo, recogen buena parte de nuestros recursos.
Los expertos (de izquierda) recomiendan ajustar en mucho la normativa sobre la disposición de recursos de las AFP, que actualmente llegan a 20.000 millones de dólares, pero apenas 300 se invierten en las empresas productivas nacionales. La mayor parte de estos recursos de las AFP sostiene los Fondos de Inversión Cerrados y similares de los bancos, que a su vez depositan sus recursos en bancos del extranjero, empresas transnacionales, e incluso, el Tesoro de Chile, casi nada. Exigir que la mayor parte de estos recursos se inviertan en el país, incluso en empresas que generan empleo o sustituyen importaciones, es catalogado por las políticas liberales como “un atentado a la seguridad jurídica”, sin embargo, es algo que hacen todos los países occidentales.
La agenda liberal progresista
En la Bolivia ultraconservadora, los pedidos de reforma en lo social han sido mínimos y muy aplacados por todos los aliados orgánicos del MAS, que no son precisamente progresistas. Solo una vez, de tapadillo, a través de la reforma del Código Penal, se intentó ampliar los supuestos de despenalización del aborto, alegando motivos de pobreza y otros, aunque el plazo seguía limitado a ocho semanas. El rechazo fue furibundo y no tardó en ser apartado.
Sobre el matrimonio homosexual tampoco hay ningún avance a pesar de que la propia Constitución contempla este tipo de derechos y reconocimientos. La única medida en este sentido ha sido la de autorizar el cambio de nombre y sexo en el carnet en base a la autoidentificación, que no deja de ser un asunto netamente administrativo.
La reforma tributaria
El inicio del fin violento de Gonzalo Sánchez de Lozada fue el intento de implantar el impuestazo al salario, que en realidad es lo más progresivo que hay, porque quien más gana paga más, pero que requería mucha más pedagogía y un clima favorable económicamente, como los que ha tenido Evo Morales. El RC IVA viene a ser un sucedáneo muy limitado al que los expertos recomiendan drásticas ampliaciones… pero por el momento no parece que se vaya a poder concretar nada relacionado con la progresividad o la equidad fiscal. De momento, nadie paga nada.
La derogación del DS 181
Los expertos económicos (de izquierda) dicen que el Decreto Supremo 181, el que regula las contrataciones estatales, condensa todos los complejos nacionales en unas pocas páginas: exige garantías insalvables y otros muchos recaudos para los nacionales, mientras que es fiesta para las empresas extranjeras, mientras tengan capacidad de pagar su garantía. “Y negociar en paraísos fiscales”, dicen.