Las manos blancas y negras
La razón de ser del Fondo Indígena se ofrecieron en su momento, también las alertas de lo que podía significar un fracaso y más un escándalo de las dimensiones actuales tanto para el aparato como para el propio presidente Evo Morales y sus colaboradores más cercanos.



Lo que se conoce hoy es la punta del iceberg, en los años de 2009 a 2011 en los que han desaparecido algo más de 70 millones en unos 150 proyectos. Las explicaciones están tardando demasiado. El resto, como en todo iceberg, es mayor no solo en cuantía, ni porque hayan sido los años de la mayor bonanza boliviana de la Historia, sino porque el poder del Movimiento Al Socialismo y sus bases afines ha sido enorme. Mayorías absolutas, paseos militares, gobernaciones y municipios subyugados, instituciones alineadas. El momento de la aparición, como dijo el canciller David Choquehuanca, pueda deberse a una “mano blanca” o quizá, como es tradición, a una “mano negra”, lo cierto es que la denuncia tiene mucho de política, pero mucho más de corrupción y oscurantismo. Las explicaciones no llegan y el factor miedo, por lo años siguientes, resultan hasta pavorosas en ciertos círculos de los movimientos sociales. Quizá la denuncia fue un ajuste de cuentas tras los repartos de poderes ejecutivos, quizá tras las selecciones de candidatos y candidatas a lo largo y ancho del país. Los tiempos jurídicos no concuerdan siempre con los políticos, aunque a veces sí y demasiado bien. Urge una explicación contundente, porque sólo la verdad hace libres.El editor@lamanodelmoto