Moody's rebaja la calificación crediticia de EEUU



Moody's rebajó el viernes la calificación de crédito soberano de Estados Unidos debido a las preocupaciones sobre la creciente deuda del país, de 36 billones de dólares, en una medida que podría complicar los esfuerzos del presidente Donald Trump para reducir los impuestos y generar ondas en los mercados globales.
Moody's le dio a Estados Unidos su impecable calificación "Aaa" en 1919 y es la última de las tres principales agencias de crédito en rebajarla.
El recorte del viernes de un nivel a "Aa1" sigue a un cambio en 2023 en la perspectiva de la agencia sobre el soberano debido a déficits fiscales más amplios y pagos de intereses más altos.
"Las sucesivas administraciones y el Congreso de Estados Unidos no han logrado ponerse de acuerdo sobre medidas para revertir la tendencia de grandes déficits fiscales anuales y crecientes costos de intereses", dijo Moody's el viernes, al cambiar su perspectiva para Estados Unidos de "negativa" a "estable".
El anuncio provocó críticas de personas cercanas a Trump.
Stephen Moore, exasesor económico principal de Trump y economista de la Fundación Heritage, calificó la medida de "indignante". "Si un bono del gobierno estadounidense no es un activo de triple A, ¿qué lo es?", declaró a Reuters.
El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, reaccionó a la rebaja mediante una publicación en redes sociales, criticando especialmente al economista de Moody's, Mark Zandi, y lo calificó de opositor político de Trump.
Zandi declinó hacer comentarios. Zandi es economista jefe de Moody's Analytics, una entidad independiente de la agencia de calificación crediticia Moody's.
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha dicho que equilibrará el presupuesto, mientras que su secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha dicho repetidamente que la administración actual apunta a reducir los costos de financiación del gobierno estadounidense.
Pero los intentos de la administración de aumentar los ingresos y reducir el gasto hasta ahora no han logrado persuadir a los inversores.
Los intentos de Trump de recortar el gasto a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk han quedado muy lejos de sus objetivos iniciales. Y los intentos de aumentar los ingresos mediante aranceles han suscitado inquietudes sobre una guerra comercial y una desaceleración global, lo que ha afectado a los mercados.
Si no se controlan, esas preocupaciones podrían provocar una caída del mercado de bonos y obstaculizar la capacidad del gobierno para llevar adelante su agenda.