Rusia sigue avanzando en el frente de Donetsk, pero se atasca en Kursk
Ucrania trata de resistir la ofensiva rusa sobre los bastiones de Pokrovsk y Vuhledar
Las tropas rusas mantienen la presión de su avance hacia la ciudad de Pokrovsk, el más importante bastión logístico y de comunicaciones que Kyiv tiene en el Donbass y sin el cual las defensas ucranianas podrían desmoronarse y Moscú tendría más fácil hacerse con el control de toda la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania. El objetivo ruso en este frente de batalla se ve más cerca, y por eso las declaraciones en el Kremlin al respecto destilan optimismo. Además, Rusia ha anunciado en los últimos días la toma de otras tres poblaciones, y sus fuerzas ya combaten en otra ciudad clave en su avance hacia el oeste.
“Ya vemos combates en Vuhledar”, dijo ayer en la televisión rusa Denís Pushilin, líder de la administración rusa de Donetsk. Esa ciudad minera, que en ruso se llama Ugledar (“regalo de carbón”) y antes de la guerra tenía 14.000 habitantes, resulta importante porque se encuentra situada sobre una colina fortificada. Es un bastión importante en el sudoeste de la provincia, mientras que Pokrovsk lo es en dirección noroeste.
El Kremlin ve una “dinámica positiva” en su objetivo de controlar la provincia de Donetsk
El pasado martes, Ígor Kimakovski, asesor de Pushilin, dijo que las tropas rusas han hecho una especie de pinza sobre la localidad. “De hecho, han tomado bajo control de fuego la única carretera” de que disponen las Fuerzas Armadas de Ucrania para recibir suministros.
Tal vez las tropas rusas ni siquiera necesiten hacerse con el control completo de la ciudad. Los analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Washington, indicaban que su captura no alteraría sustancialmente las perspectivas de Moscú de seguir avanzando, puesto que ya controlaba la mayoría de las principales carreteras que conducen a la ciudad. Desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, envió el ejército a Ucrania, en febrero del 2022, las tropas rusas han lanzado dos ofensivas contra esta ciudad, pero hasta ahora no han conseguido hacerse con ella.
El gobernador ucraniano de la región, Vadim Filashkin, se apresuró ayer a desmentir que Vuhledar hubiera caído en manos rusas. Según él, los atacantes no habían llegado a las afueras de la población, aunque sí reconoció que había grupos de reconocimiento operando en esa zona.
El Ministerio de Defensa ruso dijo ayer que sus tropas habían tomado dos pueblos en la provincia, Hostre y Hrihorivka. Pushilin, por su parte, confirmó la toma de la ciudad de Ukraínsk, algo que ya habían dado por hecho la semana pasada los blogueros militares rusos. Con 10.000 habitantes antes del conflicto, se encuentra a 24 kilómetros de Pokrovsk.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, señaló ayer que seguían la actualidad del frente de guerra por los informes oficiales del Ministerio de Defensa. “La dinámica es positiva”, aseguró.
En Kursk, sin embargo, la situación para la parte rusa no parece tan optimista como hace dos semanas, cuando se lanzó a recuperar el territorio (unos 1.300 kilómetros cuadrados) que las tropas ucranianas ocuparon en su arriesgada incursión de agosto. Entonces, Moscú recuperó diez poblaciones. Pero parece que las tropas ucranianas han logrado frenar la contraofensiva. El ISW dice en sus informes que el frente aquí está más o menos estable. Los rusos lograron recuperar terreno en Snagost y Lubimovka, pero eso se compensó con los avances ucranianos al norte de la ciudad de Sudzha y en otras zonas.
Este martes, el general ruso Aptí Alaudínov, jefe de las fuerzas especiales chechenas Ajmat, aseguró que Moscú ha recuperado otros dos pueblos. “El enemigo ha sufrido grandes pérdidas. No tiene recursos para avanzar y trata de mantenerse como puede en los sitios que había tomado”, sostiene.
Según Mijaílo Podoliak, consejero del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Kyiv decidió entrar en Kursk para fortalecer su posición en unas futuras negociaciones. Putin coincidió en este punto, pero añadió que Ucrania quería “sembrar discordia” y “romper la unidad” de la sociedad rusa. Zelenski dijo más tarde que lo que Ucrania quería es crear un “área de contención” en territorio ruso. Si esta zona va a tener un papel relevante en el futuro del conflicto es algo que todavía las armas no han resuelto.