España rechaza por ‘injustos’ aranceles de Estados Unidos
El Gobierno de España reiteró ayer su rechazo a los aranceles impuestos por Estados Unidos al sector agroalimentario de este país ibérico y abogó por un comercio internacional justo y basado en las reglas multilaterales. La administración del presidente Donald Trump comenzó a aplicar el...



El Gobierno de España reiteró ayer su rechazo a los aranceles impuestos por Estados Unidos al sector agroalimentario de este país ibérico y abogó por un comercio internacional justo y basado en las reglas multilaterales.
La administración del presidente Donald Trump comenzó a aplicar el pasado viernes aranceles del 25 por ciento a las importaciones de productos agroalimentarios de la Unión Europea (UE) por valor de siete mil 500 millones de dólares.
Son en respuesta al fallo de principios de octubre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tras una denuncia de Estados Unidos consideró ilegales los subsidios recibidos por el fabricante europeo de aviones Airbus.
Los países más afectados por esas nuevas tarifas aduaneras son Alemania, España, Francia y el Reino Unido, aunque estos también golpean a otras naciones del llamado viejo continente.
La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, calificó este lunes de 'injustas e injustificadas' esas cargas tributarias, y señaló que afectan a productos importantes para el tejido español como el vino, el queso, las aceitunas o el aceite de oliva.
En declaraciones a periodistas en Galicia, Calviño subrayó que estos artículos, además, no tienen nada que ver con el origen de estos aranceles', los cuales, recordó, vienen de las ayudas dadas a la producción aeronáutica.
'Nos parece que una cosa no tiene que ver con la otra y que, por lo tanto, estos aranceles no deberían ser impuestos', enfatizó la ministra antes de participar en una reunión con empresarios y sindicatos de esa norteña región.
Aseguró que la salida a este tipo de situaciones no puede ser el conflicto, sino la negociación para entre todos lograr un comercio internacional que 'sea justo y esté basado en las reglas multilaterales, que tan bien han funcionado desde la II Guerra Mundial'.
Mostró su deseo de que se encaucen de forma positiva las tensiones comerciales derivadas del 'recrudecimiento de la guerra comercial' de Estados Unidos con China y la UE y 'desaparezcan así dos de los factores que explican el enfriamiento económico' internacional.
Según la titular de Economía, la competencia de esta negociación es exclusiva de la Comisión Europea -ejecutivo comunitario- y por tanto desde el Gobierno están en permanente contacto con este organismo para eliminar lo antes posible estos aranceles.
En la mira de Washington están también los aviones civiles fabricados por el Reino Unido, Francia, Alemania y España -países asociados en Airbus- que ahora costarán un 10 por ciento más cuando los importe Estados Unidos.
Castigada por Trump por subvencionar a Airbus, la UE podría ser autorizada el año próximo por la Organización Mundial del Comercio a imponer aranceles a productos de Estados Unidos por las supuestas ayudas concedidas a su competidora, Boeing.
La administración del presidente Donald Trump comenzó a aplicar el pasado viernes aranceles del 25 por ciento a las importaciones de productos agroalimentarios de la Unión Europea (UE) por valor de siete mil 500 millones de dólares.
Son en respuesta al fallo de principios de octubre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tras una denuncia de Estados Unidos consideró ilegales los subsidios recibidos por el fabricante europeo de aviones Airbus.
Los países más afectados por esas nuevas tarifas aduaneras son Alemania, España, Francia y el Reino Unido, aunque estos también golpean a otras naciones del llamado viejo continente.
La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, calificó este lunes de 'injustas e injustificadas' esas cargas tributarias, y señaló que afectan a productos importantes para el tejido español como el vino, el queso, las aceitunas o el aceite de oliva.
En declaraciones a periodistas en Galicia, Calviño subrayó que estos artículos, además, no tienen nada que ver con el origen de estos aranceles', los cuales, recordó, vienen de las ayudas dadas a la producción aeronáutica.
'Nos parece que una cosa no tiene que ver con la otra y que, por lo tanto, estos aranceles no deberían ser impuestos', enfatizó la ministra antes de participar en una reunión con empresarios y sindicatos de esa norteña región.
Aseguró que la salida a este tipo de situaciones no puede ser el conflicto, sino la negociación para entre todos lograr un comercio internacional que 'sea justo y esté basado en las reglas multilaterales, que tan bien han funcionado desde la II Guerra Mundial'.
Mostró su deseo de que se encaucen de forma positiva las tensiones comerciales derivadas del 'recrudecimiento de la guerra comercial' de Estados Unidos con China y la UE y 'desaparezcan así dos de los factores que explican el enfriamiento económico' internacional.
Según la titular de Economía, la competencia de esta negociación es exclusiva de la Comisión Europea -ejecutivo comunitario- y por tanto desde el Gobierno están en permanente contacto con este organismo para eliminar lo antes posible estos aranceles.
En la mira de Washington están también los aviones civiles fabricados por el Reino Unido, Francia, Alemania y España -países asociados en Airbus- que ahora costarán un 10 por ciento más cuando los importe Estados Unidos.
Castigada por Trump por subvencionar a Airbus, la UE podría ser autorizada el año próximo por la Organización Mundial del Comercio a imponer aranceles a productos de Estados Unidos por las supuestas ayudas concedidas a su competidora, Boeing.