Los secretos en el método que usa Marcelo Gallardo
“La fuerza del lobo está en la manada”. Esa frase fue la que eligió alguna vez Sandra Rossi, la especialista en medicina del deporte y neurociencias que integra el equipo que encabeza Marcelo Gallardo para escribirla en un tuit, acompañada de una foto del plantel y el cuerpo técnico de...



“La fuerza del lobo está en la manada”. Esa frase fue la que eligió alguna vez Sandra Rossi, la especialista en medicina del deporte y neurociencias que integra el equipo que encabeza Marcelo Gallardo para escribirla en un tuit, acompañada de una foto del plantel y el cuerpo técnico de River tras una pretemporada en Orlando.
Es la síntesis del principal secreto del ciclo del Muñeco para sostenerse en la competencia y haber llevado a River a disputar 15 finales en 5 años y sobre todo a mantenerse en el ámbito internacional, siendo protagonista desde la Copa Libertadores del 2015 , alcanzando una semifinal y tres finales, de las que ganó dos y va por la tercera. Con 13 de 15 series mano a mano ganadas en la Copa. Se naturalizó algo que es sobrenatural. Gallardo instaló al club en el plano internacional y cambió la historia de los Superclásicos, con cinco mano a mano consecutivos ganados a Boca, dos de ellos en finales.
Para que River sea tan competitivo, atrás hay un enorme trabajo de planificación, que incluye métodos, herramientas, conceptos, mensajes y maneras de llevar a cabo la actividad. Nada es al azar en el mundo Gallardo. Todo tiene una explicación y un sentido.
En el inicio de cada pretemporada, hay una bajada de línea a los jugadores acerca de lo que pretende, qué van a pelear y cómo lo harán. Y hay dos mensajes claros: el primero es que todo se consigue a partir del trabajo y el segundo es que van a jugar el que esté en mejores condiciones futbolísticas y físicas. Nadie tiene el puesto asegurado, sino que lo tiene que revalidar partido a partido y todos tendrán su chance si se lo demuestran al entrenador.
Gallardo transmite su convencimiento. Y le da la misma importancia a lo que el jugador haga dentro del campo de juego como afuera. Por eso se hace hincapié en los cuidados nutricionales y a la psicología. También, el entrenador es de tener charlas grupales o a solas con algún futbolista antes de que empiece un entrenamiento. Valora el diálogo cara a cara. Le gustan los jugadores con personalidad. Por eso, es de tantear semblantes antes de partidos importantes o al llamar a algún futbolista antes de definir su contratación.
La mentalidad es vital. Y allí aparece en acción Sandra Rossi. Su función es el entrenamiento del cerebro para acortar tiempos de reacción, aumentar la visión periférica y mantener los niveles de atención altos. Se trata de la ejercitación del cerebro gracias a la neuroplasticidad , para mejorar la concentración, el foco, el manejo del estrés, el campo visual y las velocidades de reacción. Quieren la mayor eficacia en situaciones del juego.
Hay una búsqueda, además, por mantener al plantel en óptimas condiciones físicas. Hay cuatro preparadores físicos, con Pablo Dolce a la cabeza. La base física es en la pretemporada, orientada a resistencia, fuerza y potencia. Durante la competencia se hacen acondicionamientos y se van dosificando las cargas de acuerdo al físico de cada futbolista. Una de las virtudes de River es que el equipo corre durante los 90 minutos y no les da respiro a sus rivales, sobre todo a la hora de la recuperación de la pelota.
Es la síntesis del principal secreto del ciclo del Muñeco para sostenerse en la competencia y haber llevado a River a disputar 15 finales en 5 años y sobre todo a mantenerse en el ámbito internacional, siendo protagonista desde la Copa Libertadores del 2015 , alcanzando una semifinal y tres finales, de las que ganó dos y va por la tercera. Con 13 de 15 series mano a mano ganadas en la Copa. Se naturalizó algo que es sobrenatural. Gallardo instaló al club en el plano internacional y cambió la historia de los Superclásicos, con cinco mano a mano consecutivos ganados a Boca, dos de ellos en finales.
Para que River sea tan competitivo, atrás hay un enorme trabajo de planificación, que incluye métodos, herramientas, conceptos, mensajes y maneras de llevar a cabo la actividad. Nada es al azar en el mundo Gallardo. Todo tiene una explicación y un sentido.
En el inicio de cada pretemporada, hay una bajada de línea a los jugadores acerca de lo que pretende, qué van a pelear y cómo lo harán. Y hay dos mensajes claros: el primero es que todo se consigue a partir del trabajo y el segundo es que van a jugar el que esté en mejores condiciones futbolísticas y físicas. Nadie tiene el puesto asegurado, sino que lo tiene que revalidar partido a partido y todos tendrán su chance si se lo demuestran al entrenador.
Gallardo transmite su convencimiento. Y le da la misma importancia a lo que el jugador haga dentro del campo de juego como afuera. Por eso se hace hincapié en los cuidados nutricionales y a la psicología. También, el entrenador es de tener charlas grupales o a solas con algún futbolista antes de que empiece un entrenamiento. Valora el diálogo cara a cara. Le gustan los jugadores con personalidad. Por eso, es de tantear semblantes antes de partidos importantes o al llamar a algún futbolista antes de definir su contratación.
La mentalidad es vital. Y allí aparece en acción Sandra Rossi. Su función es el entrenamiento del cerebro para acortar tiempos de reacción, aumentar la visión periférica y mantener los niveles de atención altos. Se trata de la ejercitación del cerebro gracias a la neuroplasticidad , para mejorar la concentración, el foco, el manejo del estrés, el campo visual y las velocidades de reacción. Quieren la mayor eficacia en situaciones del juego.
Hay una búsqueda, además, por mantener al plantel en óptimas condiciones físicas. Hay cuatro preparadores físicos, con Pablo Dolce a la cabeza. La base física es en la pretemporada, orientada a resistencia, fuerza y potencia. Durante la competencia se hacen acondicionamientos y se van dosificando las cargas de acuerdo al físico de cada futbolista. Una de las virtudes de River es que el equipo corre durante los 90 minutos y no les da respiro a sus rivales, sobre todo a la hora de la recuperación de la pelota.