Vendedores de comida rápida luchan con el alza de insumos
Algunos productos subieron sus precios hasta en un 50%. Quienes se dedican a este rubro, como una forma de generar ingresos económicos, enfrentan la difícil elección entre “cerrar o reducir calidad”
En medio de un escenario marcado por el encarecimiento de productos básicos, como la mayonesa, fiambres, verduras, huevos, arroz, papel higiénico, lavavajillas, entre otros, muchas personas de Tarija se vieron obligadas a ajustar sus presupuestos y cambiar sus hábitos de consumo.
El incesante aumento de precios ha afectado directamente a los vendedores de comida rápida, quienes en medio de la preocupación y el estrés luchan por mantenerse a flote. Este fenómeno se atribuye principalmente a la disminución de productos que llegan desde Argentina, país del cual solían ingresar mercadería de manera ilegal a precios subvencionados, y con lo que los productos locales no podían ni siquiera competir.
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Ciertos productos argentinos solían ser una opción accesible para muchas familias y emprendedores, pues les permitía tener un margen de ahorro. Situación que ha cambiado.
En el último trimestre, el precio de la mayonesa Real, por ejemplo, ha experimentado un aumento significativo, pasando de 38 a 57 bolivianos, evidenciando un incremento de hasta el 50%. Si bien ha descendido a 46 bolivianos, aún representa un alza considerable para los consumidores.
Asimismo, productos como la levadura, que solía costar 44 bolivianos el kilo, ahora se encuentra a 50 bolivianos, reflejando una tendencia en alza que impacta en la economía local. Las verduras no escapan de ese escenario. Acelga, perejil, cilantro, apio, cebollín y lechuga, que solían tener un precio de 1 o 2 bolivianos, ahora se encuentran hasta el doble o triple más caras, afectando en el presupuesto de quienes frecuentan los mercados.
Productos Ciertos productos argentinos solían ser una opción para emprendedores, pues les permitía tener un margen de ahorro. Eso ha cambiado
Gonzalo, propietario de un local de comida rápida, expresa su preocupación ante esta situación. “Mientras los comerciantes tienen margen para ajustar precios en respuesta a las fluctuaciones del mercado, los vendedores de comida rápida se enfrentan a un dilema y es que cualquier aumento de precios podría resultar en la pérdida de clientes, lo que podría llevar al cierre de negocios”, lamenta.
Para hacer frente al alza de precios, algunos vendedores optan por una de estas tres opciones: reducir costos en insumos, aumentar precios con cautela, temiendo perder clientela, o aguantar y esperar a que la situación mejore.
Bajar la calidad
Hay quienes se vieron obligados a reducir la calidad de sus productos, diluyendo la mayonesa con agua o disminuyendo la cantidad de ingredientes en sus platos para mantener los precios estables.
María, una cliente habitual de comida rápida, lamenta el aumento de precios y la posible reducción en la calidad de los productos. "Antes podía disfrutar de un almuerzo económico y sabroso, pero ahora tengo que pensarlo dos veces antes de comprar", comenta.
Roberto, otro vendedor de comida rápida, menciona que optó por hacer su mayonesa casera, ya que le significa menor costo y puede mantener sus precios. Mientras que algunos otros decidieron agregar el cobro de dos bolivianos por cada aderezo extra que pidan los clientes.
La crisis económica desatada por el aumento de precios afecta tanto a vendedores como a compradores. La incertidumbre reina en el sector de comida rápida, donde la adaptabilidad y la búsqueda de soluciones creativas se vuelven fundamentales para sobrevivir en un mercado cada vez más desafiante.
Piden mayor control en mercados
El incremento de los productos básicos de la canasta familiar ha preocupado a las familias en Tarija, que demandan mayor control de las autoridades.
Sin embargo, los principales proveedores, productores y campesinos, niegan que haya subido la hoja de costo. Atribuyen esa especulación a las revendedoras y, además, advierten una “fuga” de productos al mercado argentino.
El alcalde, Johnny Torres, instruyó a la Intendencia Municipal reforzar los controles en los mercados, para evitar una especulación en los precios.