Sube la presión al Gobierno por una solución a la falta de dólares
Desde hace un año que escasean los dólares en el país, a esto se suman las medidas adoptadas por entidades financieras, como limitar operaciones con la moneda boliviana, situación que despertó más preocupación
La situación se ha tornado insostenible para algunos sectores que realizan transacciones económicas con la divisa americana, entre ellos, los farmacéuticos, industriales agrícolas, construcción, entre otros. A la escasez de dólares se suma los límites y comisiones elevadas que han establecido las entidades financieras del país. Esta situación ha empezado a arrinconar al Gobierno, al que exigen liberar exportaciones para atraer la divisa extranjera.
Y es que Bolivia ya ha cumplido un año desde que su economía anda a trastabillas por la escasez de dólares. Aunque el Gobierno ha intentado minimizar la situación, atribuyendo este fenómeno a una mera especulación, el tiempo ha reflejado lo contrario.
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Se ha generado un mercado paralelo en donde el “dólar blue” o “dólar negro” ha echado raíces y su cotización supera los 8 bolivianos por 1 dólar, cuando el precio oficial que establece el Banco Central de Bolivia (BCB) es de Bs 6,86 para la compra y 6,96 para la venta. Aunque varios economistas coinciden al afirmar que existen cinco mercados del dólar.
Entre ellos, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, quien detalla que actualmente hay varios mercados del dólar americano en el país: del BCB, el cambista, fronterizo, mayorista y minorista. A esto, el analista económico, Jaime Dunn, agrega el mercado de las criptomonedas, que mueve alrededor de $us 15 millones mensuales.
Asfixia económica
El pasado jueves, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, ha pedido al Gobierno Nacional, tanto ejecutivo como legislativo, asumir medidas para controlar el “mercado negro” del dólar, que suplantó al “mercado paralelo”, advirtió que la escasez de la divisa americana está conduciendo a la asfixia económica a sectores productivos y comerciales que utilizan esta moneda extranjera para compras del exterior.
El IBCE señala que las exportaciones bolivianas cayeron poco más de 2.800 millones de dólares en 2023 (sin reexportaciones ni efectos personales) y se dio un déficit comercial de casi 700 millones de dólares luego de tres años de superávit, lo que explica la baja de la circulación del dólar en el país.
En esa línea, plantea al Gobierno cinco ejes que pueden aumentar la oferta de dólares en el país: Liberación absoluta de cupos de exportación e impulso a la exportación no tradicional, en sectores de inmediata reacción (agropecuario/agroindustrial, forestal/maderero, turismo); eliminación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), considerando que castiga innecesariamente el uso de divisas y desalienta el uso de dólares en el sistema financiero.
También pide permitir la libre venta de dólares en el mercado paralelo, hoy inexistente, para romper con el proceso especulativo del “mercado negro”, derivado de la persecución a los “cambistas” que siempre canalizaron dólares en un mercado abierto y competitivo. La aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional y que el Gobierno recurra a organismos multilaterales con la finalidad de recibir apoyo financiero; y que el BCB emita bonos en dólares a una tasa atractiva, bajo un seguro financiero, con la garantía del Estado.
Impactos negativos
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija advierte que si el Gobierno no realiza reajustes en su política económica y corrige el desequilibrio en la balanza cambiaria y de pagos en el país, generará mayor escasez de dólares con tres efectos negativos: mayor encarecimiento del dólar americano en el mercado negro o paralelo; desabastecimiento o problemas para la importación de diversos productos como materias primas, insumos y otros, entre los que puso como ejemplo, los carburantes, medicamentos, insumos industriales; además, de la elevación de los precios en la economía (inflación), tanto de producción nacional como los importados. En consecuencia, habrá pérdida del poder adquisitivo del ingreso de los bolivianos.
“Este problema estructural, de la escasez de dólares, no se solucionará con medidas parche o coyunturales, necesitamos algo sensato y sostenible. El camino no es mayor deuda externa, ni eliminar el ITF o legalizar el mercado negro, sino buscar los medios en los cuales nuestra economía gaste menos y produzca más divisas, tal vez liberar las exportaciones ayude”, enfatizó Romero, a tiempo de señalar que es cuestión de voluntad política.