La Fedjuve señala que levantar la subvención a los carburantes sería un nuevo “gasolinazo”
Bolivia pagó 11.737 millones de dólares en 18 años de subvención
Del año 2004 a septiembre del 2023, Bolivia ha importado combustibles por 22.165,5 millones de dólares, de los cuales se ha subvencionado 11.737 millones de dólares.



En días pasados era el presidente Luis Arce, quien haciendo referencia a la subvención de los hidrocarburos manifestó que Bolivia paga un “precio descomunal” por el diésel, situación que ha profundizado aún más el debate sobre el subsidio de los carburantes vigente en el país, más cuando se estima que en estos últimos 18 años, el país pagó 11.737 millones de dólares, lo que avizoran podría ser insostenible para el Estado en los siguientes años.
Aunque han sido varias las voces que se han pronunciado en estas últimas semanas, pidiendo una revisión a la subvención de carburantes, e incluso plantearon realizar un levantamiento progresivo con sectores como los auríferos y los agrícolas industriales. El viernes, el Gobierno señaló que no levantará la subvención a los hidrocarburos, y que esta medida está garantizada en el Proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2024. El sábado el presidente Arce precisó que no lo harán “mientras tengamos físico económico para hacerlo”
Los carburantes
Un análisis realizado por el asambleísta departamental de Tarija Luis Lema sobre la subvención en el país, da cuenta que el tema de los carburantes es lo que más le cuesta al Estado, política que se aplica desde la gestión 2004 y que inicialmente nació con el objetivo de beneficiar a un grupo de población de escasos recursos económico.
Empero, menciona que en estos casi 20 años de subvención, han sido diferentes sectores los que se han beneficiado con la subvención, pero que se está llegando a un punto de quiebre, ya que la situación económica del Gobierno ha cambiado, y no cuenta con recursos, principalmente dólares, que son los que se utilizan para la importación de carburantes y venderlos en territorio nacional con precio de subvención.
“Para solucionar esta situación, el Gobierno se ha estado prestando dinero y por eso nuestras reservas internacionales han tocado fondo y lo peor, es que las calificadoras como Standard & Poor's califican al país como de alto riesgo y al Gobierno se le complica porque ya no tiene de donde prestarse y nuestra deuda externa y deuda interna se ha incrementado”, manifestó.
Lema en su análisis explica que del 2005 a la gestión 2021, las exportaciones del sector hidrocarburífero en términos de economía han sido superiores a las importaciones de combustibles, lubricantes y productos conexos.
Pero advierte que a partir de la gestión 2022, la situación cambia, ya que las importaciones combustibles, lubricantes y productos conexos alcanzó los 3.144,8 millones de dólares superando a la exportación de hidrocarburos que llegó a $us 2.973,8 millones. Asimismo, refiere que de enero a septiembre del 2023 las importaciones de carburantes alcanzaron los $us 2.155,9 millones, mientras que las exportaciones llegan a 1.574,0 millones.
Asimismo, Lema detalla que de 2004 a septiembre del 2023, Bolivia ha importado combustibles por 22.165,5 millones de dólares, de los cuales se ha subvencionado 11.737 millones de dólares.
Otros datos
El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, señala que no hay una cifra exacta sobre la relación de la subvención entre hidrocarburos, alimentos y servicios básicos, pero que las proyecciones están en 1.700 millones de dólares en total.
Para la gestión 2023 se proyecta una subvención próxima a los 1.113 millones de dólares. Sin embargo, en el Presupuesto General del Estado (PGE) para la gestión 2024, se ha presupuestado un monto de 10.000 millones de bolivianos para subvencionar solamente los hidrocarburos y alimentos, del cual el 85% se destina para la compra de carburantes.
Romero asegura que la subvención no es costosa para el país, porque si se considera el Producto Interno Bruto (PIB), la subvención representa alrededor del 4% del PIB. Empero, hace énfasis que son los daños colaterales los que afectan a la economía, refirió que la subvención genera un déficit fiscal y además, al tener los carburantes más baratos de la región, todos lo utilizan para diferentes actividades incluido el contrabando.
En complemento, Lema mencionó que el hecho de seguir subvencionando va a generar pobreza, y también contrabando. “Yo estoy de acuerdo que se reduzca de manera gradual la subvención, empezar con los vehículos ilegales, se habla que son un poco más de 460.000 vehículos ilegales y se tiene que hacer un control a través del B-Sisa, u otra posibilidad es a las personas que tengan dos o tres vehículos se les racione el combustible, diferenciar el precio para vehículos de alta gama”, afirmó.
Mientras que Romero, se mostró a favor que la subvención se levante para el sector aurífero, esto tomando en cuenta las ganancias anuales que generan. Sin embargo, discrepó con el hecho que se pretenda afectar a los industriales agrícolas, lo que podría desencadenar en un alza de precios en otros productos.
Subvención, el fantasma que asusta a sectores sociales
Sobre el tema de la subvención de carburantes, El País ha intentado conversar con el ejecutivo de la Federación de Autotransporte 15 de Abril, Damián Castillo, pero no se pudo concretar la entrevista. Sin embargo, con anterioridad éste ha advertido que “es un tema delicado” que en caso de ser modificado por el Gobierno, puede desatar protestas a nivel nacional.
Al respecto, desde la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Cristian Ventura, recordó que el expresidente Evo Morales ha intentado modificar el tema de la subvención, pero que desencadenó en protestas a nivel nacional, a lo que se calificó como un “gasolinazo”. Enfatizó que el Gobierno no tocará la subvención por las reacciones que puedan darse a nivel nacional.
En efecto, el viernes la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcon, confirmó que el Gobierno nacional no levantará la subvención a los hidrocarburos y que incluso está garantizado en el PGE 2024.