Defensa del Consumidor cuestiona que intermediarios especulen
Precios altos, el pescado será un “lujo” en Semana Santa
La caja de pescado que en años anteriores costaba entre 380 a 450 bolivianos, ahora vale entre 900 a 950 bolivianos. Los productos agrícolas también han registrado un alza



Semana Santa representa un período de intensa actividad comercial y religiosa en todo el territorio nacional, pero también una época en la que los precios de los alimentos se disparan, afectando al bolsillo de las familias. Productos de la canasta básica como el pescado, el queso, el tomate o la cebolla han experimentado un notorio encarecimiento. Los productores campesinos insisten en que sus precios al por mayor se han mantenido estables.
La percepción de encarecimiento ha sido confirmada por comerciantes y consumidores en los principales centros de abasto. Sin embargo, las razones de este incremento se debaten entre la ley de la oferta y la demanda, los costos de intermediación y una falta de control eficiente de los precios.
El pescado, ¿un lujo?
Durante Semana Santa, el pescado se convierte en el alimento por excelencia. Este aumento en la demanda ha ido acompañado de un alza de precios difícil de ignorar. El kilo de pescado (pacú), que a inicios de abril costaba 35 bolivianos, ha subido a 42 bolivianos. En el caso del sábalo, dependiendo del tamaño, el precio por unidad varía entre 60 y 100 bolivianos, lo que en años anteriores se hallaba a 35 bolivianos.
Precios Odeco ha confirmado que existe una disparidad considerable de precios entre un mercado y otro
Otros tipos de pescado como el surubí alcanzan los 60 bolivianos el kilo, y el doradito llega a 45 bolivianos. Según comerciantes, la caja de pescado argentino —uno de los más comercializados— ha duplicado su precio en comparación al año pasado, pasó de costar entre 380 y 450 bolivianos a oscilar entre 900 y 950 bolivianos.
Otros también suben
El queso, otro producto de alta rotación en Semana Santa, ha subido de 40 a 50 bolivianos el kilo. En el caso del tomate, los comerciantes informan que el precio por caja ha pasado de costar entre 90 y 120 bolivianos a entre 100 y 130 bolivianos. Aunque algunos productos como la papa, la carne de res o el arroz han mantenido sus precios relativamente estables, otros vegetales han sufrido aumentos importantes.
La cebolla verde subió de 100 a 180 bolivianos el quintal, mientras que la cebolla en cabeza pasó de 150 a 180 bolivianos. La lechuga incrementó su precio de 40 a 55 bolivianos por canasta, el pimentón subió de 60 a 90 bolivianos por bolsa, y el repollo de 100 a 120 bolivianos por bolsa. La arveja que estaba en entre 25 y 28 bolivianos la cuartilla, hoy se ofrece en 35.
Culpan a intermediarios
Desde el sector campesino, las críticas apuntan hacia los intermediarios como principales responsables del encarecimiento. Aseguran que los precios que ellos ofrecen al por mayor no han cambiado, y denuncian que son los revendedores quienes inflan los precios finales en los mercados.
“Dentro del área rural no hubo ningún incremento, los precios siguen manteniéndose, ahora es el sector comerciante que está haciendo la especulación. Porque hay productos que se compran directamente al productor a casi la mitad de precio que se dan en los mercados”, afirmó el dirigente campesino de Tolomosa, Sail Guerrero.
En el caso del queso, Guerrero explica que los productores ganaderos siguen vendiendo el litro de leche entre 3,20 a 3,40 bolivianos a la Planta Industrializadora de Leche (PIL) y un costo que no sobrepasa los 5 bolivianos en los mercados, y en consecuencia el precio del queso no debería registrar un alza como el que se ve en los mercados, ya que la entrega a los intermediarios varía entre los 38 a 42 bolivianos.
“El tema de la carne, en las comunidades se sigue comprando al mismo precio, y en la ciudad está con 40 a 45 la carne criolla, cuando en el campo el kilo de peso vivo está entre los 20 bolivianos”, enfatizó.
Variación de precios entre mercados
La responsable del Viceministerio de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor en Tarija, Silvia Palacios, lamentó que sean los comerciantes quienes especulen con los precios. Argumentó que tras haber realizado una comparación de costos en el mercado Campesino, ha podido advertir que entre el CRAMA y Cercat es mucha la diferencia.
Detalló que en el caso de Cercat, productos como el tomate, se comercializan entre 8 y 16 bolivianos la cuartilla, mientras que en el CRAMA este mismo tomate cuesta entre 15 a 20 bolivianos. En el caso del morrón, detalló que en CRAMA cuesta 6 bolivianos la docena, y en Cercat cuesta 8 bolivianos.
Palacios manifestó que en el caso del pollo, en los mercados no debería superar los 22 bolivianos el kilo, cuando los avícolas están entregando a 21 bolivianos al por mayor. Mientras que la carne criolla, el kilo de puchero cuesta 20 bolivianos, la molida a 40 bolivianos y el blando entre 48 a 50 bolivianos el más económico.
Observan la Feria “Del campo a la olla”
El dirigente campesino de la Subcentral de Tolomosa, Sail Guerrero, señaló que los productores están siendo marginados de las ferias “Del campo a la olla”, asegurando que la mayoría son intermediarios.
“No digo que no va la gente del campo, pero en estas ferias, son gente del Campesino que van a buscar con tal de que haya gente vendiendo ahí, no importa si es productor o no. Ahí hay una descoordinación con la Federación de Campesinos y ese programa Del campo a la olla”, expuso.
Guerrero dejó entrever que no es tan ventajoso para los campesinos esta feria, ya que los productores suelen vender en cantidad, y el hecho de llevar su producción a estas ferias y venderlo por cuartillas, es mucha demora para poder ofrecer su cosecha, por ello optan por entregar al por mayor.