Los sueños del Guadalquivir
San Juan: las vacas y las ovejas aparecen pintadas de verde y rosa
En Tarija, en el campo, en las vísperas de la fiesta de San Juan, se mezclan dos elementos: el agua y el fuego. Ambos elementos culturalmente necesarios para la existencia del ser humano



Desde hace más o menos unos 14 años voy y vengo hacia San Andrés. En esta época en que los días son más cortos, los animales domésticos están siempre en camino a partir de las 4 de la tarde. Cuando pasa la fiesta de San Juan las vacas y ovejas aparecen pintadas de rosa y verde. San Andrés es una zona de agricultura muy próspera. Todos los que viven ahí tienen vacas, ovejas y algún que otro caballo.
Me preguntaba por qué los campesinos pintan sus vacas y ovejas. La fiesta de San Juan está llena de símbolos y significados. Para explicar esta fiesta es necesario recurrir a la antropología simbólica, que considera a la cultura como un sistema compartido de símbolos y significados. Ella se “preocupa por aspectos de la cultura metafóricos, encubierto de sentido” (Campos Lorena, 2008: 33).
La fiesta de San Juan es una fiesta cristiana. Tiene “relación directa con los solsticios” (Guénon, René, 1995: 248). Mientras que en un lado del mundo es verano, al otro lado es invierno. En un lado se abren las puertas al verano y en el otro corresponde a la mitad ascendente, es decir el invierno. La noche más larga a un lado y por el otro la noche más corta.
La tradición y los rituales se realizan en las vísperas de la noche de San Juan considerada como la más fría, el 23 de junio. Se celebra en todo el territorio boliviano con fogatas, músicas y bailes -durante los últimos veinte años se ha incluido la salchicha. En la zona andina “en el área rural se hacen fogatas con el propósito de multiplicar el ganado, etc.” (Miranda 1970: 230, en Szabo Henriette, 2008: 349).
En Tarija, en el campo, en las vísperas de la fiesta de San Juan, se mezclan dos elementos: el agua y el fuego. Ambos elementos culturalmente necesarios para la existencia del ser humano
Según la costumbre general, en el área urbana en las fogatas se quemaban objetos antiguos, ropa vieja, etc., para asegurar la obtención de nuevos bienes (Miranda 1970: 230, en Szabo Henriette, 2008: 349).
Se requiere explicar la relación con un rito, pero ¿qué es un rito? “Es un acto formal en que participan una serie de acciones estereotipadas, pronunciando declaraciones conforme a unas normas rígidas y aceptadas por el grupo” (Campo Lorena, 2008: 142). En otras palabras, el rito es la celebración y actuación que se hace presente y se pretende sea eficaz.
En Tarija, en el campo, en las vísperas de la fiesta de San Juan, se mezclan dos elementos: el agua y el fuego. Ambos elementos culturalmente necesarios para la existencia del ser humano. Muchos, aun recordarán esta fiesta relaciona a un hecho que ocurrió en 1967, que fue la Masacre de San Juan en Catavi el 24 de junio de 1967, ordenado por el entonces presidente Barrientos.
El origen de la festividad se encuentra en España. La noche de San Juan -fiesta cristiana- es la celebración del solsticio de verano. Se vincula esta fiesta a orígenes paganos previos a la implementación del cristianismo donde se festejaba la llegada del verano -y 23 de junio- en el hemisferio norte. Ese rito consistía en un culto al sol y al alargamiento del día. Se encendía la hoguera con el propósito de darle la fuerza al sol.
El ingreso del cristianismo entre los europeos hace referencia al nacimiento de San Juan Bautista, seis meses antes del de Jesucristo, el 24 de diciembre. En Europa esta fiesta se la celebra también en Inglaterra (Midsummer o St. John's Eve), Irlanda, Portugal (fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y España. En América Latina la noche de San Juan se celebra en Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, y está relacionada con tradiciones y leyendas españolas muy antiguas.
En España específicamente es habitual la realización de hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos. La noche de San Juan siempre se ha asociado al fuego, saltando varias veces sobre él y metiéndose luego en el mar -cuando está cerca. Escriben también sus deseos en un papel para que se cumplan hasta el año venidero.
Ambos antagónicos: agua y fuego, fuego y agua. El fuego es uno de los elementos básicos en la vida humana por considerarse un rol multifuncional, empleado por todas las culturas. “En el territorio boliviano sirve para calentarse, alumbrar las viviendas y sus alrededores, cocinar, conservar alimentos, preparar artesanías”; pero al mismo tiempo “sirve también para limpiar los chacos, ahuyentar animales peligrosos y mediante el humo a los mosquitos en las zonas más bajas” (Szabo, 2008: 282). Mientas el agua es un “…medio de purificación y centro de regeneración” el que permite mantener las cosechas vivas, los animales, etc. (Chevalier, Diccionario de símbolos. 1986: 52).
En nuestro contexto cultural “se dice que jugar con agua en la noche de San Juan no te enferma, y lo hacen en el campo tarijeño”. En Camargo” se juega con casitas de piedra y porotos pintones para representar al ganado, como una forma de ritual propiciatorio a la fertilidad animal”. (Entrevista, DV, 2023)
La mañana del 24 de junio los chapacos “sahúman” a los animales en sus casas con incienso, romero, copal y alhucema, a vacas, ovejas, cabras, burros, entre otros; luego les echan un poco de agua. Para completar esta ceremonia, mezclan en agua pintura textil (añilina) color rosa y verde (como colores preferidos) y luego pintan a sus animales. Es por ese motivo que cuando uno visita las áreas rurales después de San Juan, vacas y ovejas están pintadas de esos colores.
Esta manera tan sutil de pintar sus animales provoca que nosotros como antropólogos entendamos que se han moldeado socialmente. En San Andrés poseen maneras de expresarse de manera alternativa y legítimamente, por medio símbolos -como pintar- diferente a los formales -o comunes.