Crónica política de la semana
Evo, Romero, Ferrufino y el cielo abierto de Carlos Mesa
El expresidente mantiene el tono agresivo contra Arce y su exministro Carlos Romero comenta conspiraciones para “deschaparlo”; mientras, Arce va tomando el control de las descentralizadas y regionales del MAS
Semana de alta pasión que difícilmente concluirá en resurrección, ni en Tarija ni en el nivel nacional, donde la oposición trata de volver a un mapa del que ha sido borrada por la rabiosa actualidad que, indefectiblemente, pasan por el quiebre de Arce/Morales.
Como era de esperar, Luis Fernando Camacho genera ya poca información desde la cárcel de Chochocoro y los propios medios cruceños se concentran en las nuevas alternativas, en el rol del vicegobernador y en los movimientos finos de los Demócratas de Rubén Costas, que quieren volver al primer término evidenciando una mala gestión evitando las consideraciones políticas.
La propia bancada de Creemos, que es fundamental para tener el tercio de bloqueo, también se ha desdibujado algo que intenta aprovechar Comunidad Ciudadana para reivindicar su papel de oposición útil, aunque lo que está frenando el tratamiento de determinados proyectos de ley es la división del Movimiento Al Socialismo (MAS) sin atender a muchos criterios. Aún así, el equipo de Carlos Mesa se esfuerza por parecer una alternativa de gobierno real en este escenario de cielo abierto porque la coyuntura les está regalando una oportunidad: la batalla en el MAS es real.
No hay ninguna encuesta o sondeo que le ofrezca la más remota posibilidad a Evo Morales de volver a la presidencia. Ni la de Página Siete, ni el focus de la FES, ni los amigos de la Celac, ni siquiera el Poder y Placer de Pomacusi, pero la política no tiene por qué tener criterio racional. Morales y su grupo de pretorianos está dispuesto a llegar hasta el final aunque sea con esta estrategia controvertida: el expresidente se muestra inmensamente agresivo en sus redes y en sus programas de radio, pero es muy discreto cuando el presidente Luis Arce hace irrupción en la escena, como lo hizo en el Congreso cruceño y como lo hizo en el Aniversario del MAS, donde hubo críticas, pero edulcoradas.
El caso Romero
Además, a Morales le salen aliados como mínimo, complicados: el exministro Carlos Romero se ha escusado asegurando que el audio en el que promete que va a “deschapar” al gobierno con un par de asuntos turbios de corrupción ha sido editado, pero lo cierto es que Romero ya se ha prodigado por varios medios y plataformas activistas dedicando amenazas similares, acusando de vínculos con el narcotráfico y otra serie de delitos graves que, finalmente, no respalda.
El gobierno, a través del viceministro de Autonomías Álvaro Ruíz, le ha pedido que vaya al psicólogo y ha despachado un asunto que empieza a ser más incómodo de lo que parecía: cualquier estratega sabe que no es necesario demostrar la corrupción si se logra sembrar la semilla de la sospecha, aunque sea por reiteración. Si a eso se suma la incertidumbre económica, admitida por escrito incluso por un ministro, siendo lo contrario del valor por el que se eligió al sempiterno exministro de Economía tras los meses borrascosos de Jeanine Áñez, es 50% de aprobación que le siguen dando las encuestas antes citadas podría empezar a ponerse en riesgo.
La cuestión es si Romero es un enviado de Morales o solo un oportunista apostando a su propia rehabilitación dinamitando todos los puentes posibles para el reencuentro. Al fin y al cabo, todos han visto cómo le ha ido al ex vicepresidente Álvaro García Linera al pedir que se deje gobernar a Arce: enemigo.
Romero es la gran incógnita sin despejar de 2019. El motín policial de Cochabamba que salpicó a la UTOP y dejó desguarecida Plaza Murillo haciendo escapar a Morales al Chapare primero y a México después le estalló en las narices, y mientras esto pasaba, él aparecía en vivo en televisión orando de la mano con el comandante policial Vladimir Calderón. Después se fue a su casa y allí permaneció hasta que su sucesor, Arturo Murillo, mandó a su reportero importado del ultraderechista OK Diario a hurgar en su vida. Morales no lo defiende, pero lo deja hacer.
El plan de Arce
Los leales al expresidente Evo Morales acusan a Luis Arce y a David Choquehuanca de estar armando un partido paralelo. A uno le adjudica un intento de resurrección del PS1 de Marcelo Quiroga, por lo de que es más socialista que indigenista, y al otro, vínculos con el Movimiento Tercer Sistema de Félix Patzi.
Mientras, en las filas de Arce confían en su propia estratega, que pasa por recuperar la iniciativa, despejar la incertidumbre económica, tomar las regionales del MAS a través de la acción del gobierno y sus descentralizadas – que ya se está haciendo - y, finalmente, concurrir a las primarias si fuera necesario. En el cálculo se prevé que Morales se acabe retirando, pero la desaparición de Juan Ramón Quintana de la última posición que había encarnado en la escuela de formación da qué pensar.
La otra opción es el pacto y la solución intermedia se llama Andrónico Rodríguez, delfín político de Evo Morales que se ha mantenido al margen de toda discusión y de hecho, muy cerca de Arce en el plano institucional. Quién sabe si será el próximo atacado por Morales.
En cualquier caso y mientras tanto, en el MAS hay partido.
Acusación
Los leales al expresidente Evo Morales acusan a Luis Arce y a David Choquehuanca de estar armando un partido paralelo
Cambio ¿de tono? en Tarija
En la víspera de la efeméride departamental, el presidente Luis Arce ha cambiado a su delegado: Marcelo Poma, intercultural y con experiencia legislativa le deja el cargo a Walter Ferrufino, rural y con experiencia ejecutiva como subgobernador de O’Connor, pero sobre todo, muchas ganas de seguir en la primera línea.
En su entorno hablan de un cambio de tono en el MAS, que ahora mismo se ha desdibujado sin poder en la Asamblea, sin subgobernadores y con apenas un puñado de alcaldes en problemas. Ferrufino tiene un plan que ha convencido a Arce para su nombramiento después de haberse enfrentado a uno de sus protegidos, Álvaro Ruíz, por la nominación de 2021. Cabe darle tiempo para ver su desarrollo.