Más del 60% de sus habitantes migraron
Caraparí, “capital del gas”, ahora sobrevive del comercio informal
En el auge de la producción de los hidrocarburos en Bolivia los municipios del Chaco por concepto de regalías administraron más de 600 millones de bolivianos por año al margen de otros ingresos por la producción del gas



El municipio de Caraparí, dentro la Región Autónoma del Chaco y el departamento de Tarija, considerada en su momento capital del gas de Bolivia, después de 15 años de ser la potencia en la producción de los hidrocarburos y recibir un presupuesto por regalías de más 600 millones de bolivianos por año, en la actualidad esa región gasífera sobrevive gracias al comercio informal, contrabando, agricultura y ganadería según señalan sus propios vecinos y autoridades.
Los pobladores de ese municipio, ubicado en la segunda sección de la provincia Gran Chaco y distante a 237 kilómetros de la capital Tarija, hoy se dedican al comercio informal en su mayoría, otros migraron al interior del país y otra gran parte al extranjero, a consecuencia de la crisis económica, desempleo y falta de circulante desde el año 2016 que golpea a esa región explicó el presidente de la Juntas Vecinales de Caraparí, Milton Maraz.
Supervivencia El 50% de los habitantes que aún viven en el municipio de Caraparí se dedican en la actualidad al comercio informal
El dirigente lamentó que en menos de 7 años desde el declive de la producción del gas esa región llamada la “capital del gas” de Bolivia y teniendo una riqueza millonaria de recursos, hoy sea un pueblo desolado, abandonado, sin empleo y con una pobreza única en la población, algo que obligó a miles de familias a vivir del comercio informal, agricultura, ganadería y otras actividades privadas, tras la paralización de las actividades petroleros.
Las instituciones cívicas, campesinos, vecinos y sectores sociales, no entienden como esa región hoy está sumida en una miseria y pobreza extrema, cuando por regalías las autoridades administraron más de 600 millones de bolivianos por año desde el año 2006, sin embargo, en la actualidad ese municipio sigue sin tener una industria, servicios básicos de calidad y una agricultura moderna, lamentó el ejecutivo de la Central de Comunidades Campesinas de Caraparí, Rodolfo Fernández.
La dependencia de la producción de hidrocarburos del mega campo San Alberto, ubicado en Caraparí, y considerado como el yacimiento que volvió a poner a Bolivia en el mapa de la industria petrolera en la década de los años 90, dejó a esa región sumida a una pobreza y sin empleo a miles de familias, a consecuencia que sus autoridades no supieron administrar la riqueza millonaria que llegó por más de 15 años argumento Fernández.
Cabe recordar que el mega campo San Alberto ha sido el yacimiento más importante de Bolivia durante mucho tiempo, ícono de la nacionalización de los hidrocarburos, llegó a aportar el 31% de la producción total de gas del país, pero hoy sólo representa menos del 10%; es decir, que entregó aproximadamente 6,26 millones de metros cúbicos día (MMmcd) en 2016, generando de esa manera importantes recurso para los tres municipios del Chaco.
Los municipios de Caraparí, Yacuiba y Villa Montes, por más de 10 años mediante la Ley 3038, llegaron a recibir un presupuesto anual promedio de entre 400 y 600 millones de bolivianos por año, sin embargo, sus instituciones no encuentran las inversiones de esos recursos económicos en esa región, muestra de ello es la pobreza y la actividad informal que subió en los últimos años un 50%.
Además, la localidad de Caraparí de tener en el auge de los hidrocarburos un movimiento fluctuante en pasadas gestiones, ahora está sumido a actividades informales que inunda sus calles, con restaurantes cerrados, casas qué servían como alquileres están deshabitadas y la población que estuvo vinculada a la actividad petrolera, hoy dedica a la producción de maíz, maní, soya, papá, cítricos y otro porcentaje a la crianza de ganado porcino y ovino.
Autoridades justifican inversión en obras de cemento
El alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Caraparí, Ermás Pérez, qué fue parte de la administración de los millones de los recursos como alcalde en pasadas gestiones, justifica la inversión de sus recursos que realizaron en proyectos de asfalto infraestructura y servicios básicos.
La autoridad sin embargo reconoce que aún existen varias demandas en servicios básicos, agua, salud, educación, industria y agricultura que se debe trabajar a futuro para resolver y satisfacer a la población.