Crónica política de la semana
Partidos afinan planes para reactivarse tras el Carnaval
El MAS sigue sin representación política real en Tarija, aunque ya se ha designado a Marcelo Poma; Todos ha desaparecido tácticamente y Unidos alista la confrontación con el nivel nacional tras ordenar lo económico
Semana marcada por la desgracia de Entre Ríos, ya con seis fallecidos recuperados de entre el lodo, y también por el Carnaval a todos los niveles y que, en Tarija, con Comadres por el medio, la convierte prácticamente en inhábil sobre todo para para los asuntos políticos.
Ni bien pase el Carnaval se viene el primer aniversario de las elecciones subnacionales, y todas las autoridades viven buscando fórmulas para celebrar sus éxitos, aunque en algunos casos resulta ciertamente complicado.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) es el partido que quedó más tocado después de aquella elección en la que Álvaro Ruíz logró una victoria por la mínima en primera vuelta, pero que sirvió de poco en la segunda vuelta, donde perdió holgadamente ante Oscar Montes. Nadie puede calcular cuanto afectó aquella desafortunada frase del presidente Luis Arce en el cierre de campaña, donde aseguró que había traído “vacunas para el pueblo, no para los oligarcas tarijeños”, algo que generó indignación y movilización.
En cualquier caso, Ruíz ya había llegado a la elección con un partido roto precisamente por la designación. Walter Ferrufino, hasta entonces ejecutivo de O´Connor, había llevado el pulso por la designación hasta el final e incluso se hizo proclamar en la plaza Luis de Fuentes. Ruíz contaba con el apoyo orgánico y Evo Morales, finalmente, se borró de la decisión, así que el candidato quedó designado sin consenso y sin aval.
Hoy Ruíz es viceministro de Autonomías, dentro del equipo de confianza de Luis Arce, pero mantiene el pulso interno por el control del MAS Tarija, que ha sido incapaz de organizar el Congreso de renovación que requiere Evo Morales en su afán de fortalecer el partido. Casi todas las provincias han realizado su Congreso generando divisionismo en Entre Ríos, en Bermejo, en el Chaco se ha nombrado persona no grata al presidente departamental Carlos Acosta – afín a Ruíz – y en Cercado hay un bloque representado por Sandra Baldivieso – de Ruíz y Acosta – y otro por Pilar Lizárraga, histórica dirigente con sólido pensamiento ideológico y que aglutina a varios viejos cuadros de las épocas más “gloriosas”.
El único movimiento de fondo de estos meses ha sido la designación de Marcelo Poma como “delegado presidencial” encubierto. El exasambleísta 2010-2015 y excónsul en Barcelona retornó en 2020 y venía ejerciendo una vocería cualificada ante la falta de representantes tarijeños. Intercultural de base y ahora, director de la ATT regional sur, Poma gana enteros.
El frente de Unidos
El gran beneficiado de la ausencia del MAS como partido de oposición real ha sido el frente de Unidos, particularmente a nivel departamental, donde Oscar Montes avanza sin contrapesos luego de que lograra ganar la Asamblea Legislativa Departamental con el apoyo de la bancada indígena y de los dos votos del frente de Todos, que tampoco funciona como partido de oposición ante la desaparición – tal vez táctica – del exgobernador Adrián Oliva y sus leales. Tanto Francisco Rosas, con voz propia tras haber militado en UNIR durante años, y el chaqueño José Luis Sanguino, hijo político de Wilman Cardozo, tienen básicamente libertad de hacer lo que deseen y sumar cuando deseen.
Las principales observaciones hacia la gestión de Montes vienen por la “soledad” del líder. El amplio frente armado al principio se ha ido difuminando hasta convertirse en tándem, el que conforma Mauricio Lea Plaza y el propio Oscar Montes.
Lea Plaza es “amo y señor” de la Asamblea, donde controla los tiempos, la agenda y ha forjado los cambios estratégicos de fondo, como el del cambio de la Ley del 1%, que ha dejado a los alcaldes sin el preciado “débito automático”, que tuvo la capacidad de desarticular la gestión de Oliva, por ejemplo. Es también el muñidor de la alianza con la bancada indígena.
Montes obviamente es el gobernador, pero hasta el momento es el que viene poniendo la cara en todos los conflictos, tanto en el del 1%, como en el del Sedeca, como en los temas ya más o menos superados como el de la canasta alimentaria o crisis menores con algunos municipios, como el de Padcaya, ha sido el gobernador el miembro del ejecutivo que se ha puesto al frente salvo algunas excepciones en las cuestiones del Covid, secundado por María Lourdes Vaca.
En general, los cuadros se han ido concentrando en sus parcelas de poder. Aliados en el Chaco, como Lorgio Torres, asumió la Regional de Setar, mientras que Johnny Torres se concentra en la alcaldía de Cercado, con sus propios conflictos.
Unidos en el “frente nacional”
Una vez “ordenada” la casa en las cuestiones económicas para este 2022, el tándem de Unidos promete enfocarse ya en los proyectos de desarrollo. Tanto el gobernador Oscar Montes como el asambleísta Mauricio Lea Plaza han ensayado escenarios de confrontación con el gobierno nacional en algunos temas, pero apenas ha concedido un par de reuniones con el Ministerio de Economía sin resolver los problemas de fondo, y una mediación con la crisis del Chaco por el IDH, que resultó en el intervencionismo en el Presupuesto por parte del Ministerio.
Hasta el momento, parece que el Gobierno Nacional no tiene voluntad de “pelear” con Tarija y no ha entrado demasiado al conflicto, sin embargo, los últimos temas abiertos en hidrocarburos, como el de Tariquía y el de Margarita, auguran nuevos choques. Ni bien termine el Carnaval iniciarán los posicionamientos.