Crónica política
Rumbo al 17A: Arce abre la puerta a un "gran pacto" de izquierda
El presidente fue proclamado candidato en Tarija y conminó al resto de partidos del bloque popular - sin citar ni a Evo ni a Andrónico - a concentrar esfuerzos para lograr un solo frente



Con el fantasma de Andrónico sobrevolando todas las concentraciones políticas de este domingo, Luis Arce convocó a los suyos en el Coliseo Universitario de Tarija, recinto de ambiciosa afluencia, que puso en figurillas a los suyos por el tamaño, además de por la premura con que se citó, sin embargo pudieron cumplir con las expectativas.
Las fuerzas del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Tarija nunca han sido especialmente cohesionadas, ni antes del escándalo del Fondo Indígena, ni mucho menos después, y es precisamente Julia Ramos, la más famosa de las señaladas por el escándalo, la más vilipendiada y olvidada por sus antiguos jefes luego de cargarle el “muerto”, la que viene asumiendo el desafío de levantar el partido de nuevo. De momento cumplió con llenar el Coliseo de afines para levantar el ánimo y proclamar a Luis Arce como candidato del MAS rumbo al 17 de Agosto luego de haber pasado prácticamente el feriado en este departamento que empezó sin peso en el gabinete y que hoy atesora el Ministerio de Medio Ambiente, el de Hidrocarburos y la Cancillería, además de la Aduana Nacional.
Ramos es vicepresidenta nacional del MAS, controla los hilos del partido en Tarija a través de Andrés Meriles, campesino converso, y hace las funciones de “delegada presidencial” sin nombramiento, el perfil bajo siempre ha sido su sello y por eso extraña que figure en algunas de las listas que ya han circulado estos días como primera candidata a diputada plurinominal. Su afán de reivindicación, que no hay que confundir con venganza, hace que sea una de las más resistentes al más que probable pacto que se avecina en el bloque popular.
Arce en Tarija, además de las Bartolinas y los Campesinos, se apoya también en la Asociación de Municipios de Tarija (AMT) liderada por el expresidente del legislativo y alcalde de Padcaya William Guerrero y en los líderes interculturales en el Gran Chaco, con Karen Sánchez y José Luis Ábrego a la cabeza y sonando también como futuros parlamentarios. La crisis es dura en este lado del país y La Paz suele ser un resguardo cómodo y seguro.
El mensaje
Arce nunca ha sido un excelso orador y por lo tanto, sus mensajes se suelen entender con facilidad palmaria. No emociona pero comunica eficientemente. Ayer quería sentar la base de su relato de campaña: frente al boicot de “la derecha” y la “nueva derecha” (donde incluye a Evo Morales) que han provocado la crisis, el gobierno ha mantenido los pilares del proceso (subvención, SUS, Juancito Pinto) y se ha avanzado en la industrialización que creará empleo, pero también recordar que hay puertas abiertas: “Convocamos a los partidos de izquierda, al Movimiento Tercer Sistema, a Morena y a otros para hablar de unidad. No se pudo alcanzar, pero hermanas y hermanos, no es tarde. Hay que seguir intentando conformar el bloque de unidad que beneficia al pueblo boliviano”.
El MAS de Arce ya ha atrasado dos veces el Congreso destinado a elegir su binomio. La última fecha dada es el 11 de mayo, justo el próximo domingo, por lo que las negociaciones son más que intensas.
El “MAS” de Evo, que de momento no ha hecho pública la sigla con la que concurrirá a las elecciones, ha insistido en que no tiene plan B y que el 16 de mayo protagonizará una “masiva marcha” hasta el TSE para inscribir a Evo Morales.
El “MAS” de Andrónico, que el sábado aceptó ser candidato a la presidencia en un acto en Oruro, tampoco tiene sigla y convoca a “la unidad”. Arcistas y evistas lo atacan, los últimos con más saña, y aún así, la opción de encontrar una fórmula para que todos concurran bajo el mismo paraguas sigue siendo la más respaldada para horror de la oposición, que ya daban por imposible esa opción y por tanto, no dudaron en romper la suya propia.
Estrategas de uno y otro lado se esfuerzan por hilar un relato que no deje a nadie fuera, que no dañe demasiados egos ni obligue a desmentir demasiadas cosas ante las hemerotecas. Un llamado a la unidad, un pedido de reflexión, una suerte de sacrificio que no pise demasiados uñeros, pues es posible que se haya ido demasiado lejos y que alguien en la oposición todavía esté en capacidad de recoger esa multitud de descontentos que ya han visto el mundo arder.