Los padres y el “tabú” de la sexualidad en la infancia
Un tema que es un gran tabú en los hogares es la sexualidad infantil y mucho más la masturbación en esa corta edad. Existe una falsa creencia sobre el desarrollo sexual de los seres humanos que silencia la primera etapa hasta la adolescencia y pretende anular cualquier deseo sexual en la...



Un tema que es un gran tabú en los hogares es la sexualidad infantil y mucho más la masturbación en esa corta edad. Existe una falsa creencia sobre el desarrollo sexual de los seres humanos que silencia la primera etapa hasta la adolescencia y pretende anular cualquier deseo sexual en la infancia. Sin embargo, psicólogos y doctores demuestran lo contrario.
La masturbación es la autoestimulación de los genitales por placer. Es algo más que la inspección normal de los genitales que realizan casi todos los niños en el baño, que puede comenzar desde que el niño es capaz de agarrar objetos (hacia los 5 o 6 meses) y que es muy frecuente hacia los dos años de edad.
Según la directora y psicóloga del nivel inicial del colegio Felipe Palazón, Rocío Gutiérrez, esta conducta aparece y puede desaparecer de manera espontánea. “Es habitual que al menos uno o dos niños al año tengan esta conducta. A veces se mantiene en el tiempo o desaparece, pero no es algo que deba ser alarmante. La conducta de auto estimularse es parte de la exploración del cuerpo, de la sexualidad, de las sensaciones que pueden ocurrir. Un niño o niña sin ser consciente va a repetir esta conducta sin ninguna intención morbosa”, explicó.
En este marco, los expertos agregan que la manipulación rítmica de los genitales con la mano no se suele producir antes de los dos años y medio. La frecuencia con que un niño se masturba puede variar entre varias veces al día o una vez a la semana, pero es más frecuente cuando el niño o niña se va a dormir, está aburrido o viendo la televisión o está sometido a algún tipo de estrés.
En cualquier caso, durante la masturbación, el niño o niña puede parecer ensimismado, acalorado y sudoroso, con movimientos rítmicos de la cabeza o extremidades y al concluir puede quedar agotado, lo que en algún caso ha llevado al error de diagnosticar el episodio de ataque epiléptico.
¿Cuál es la causa?
Para la experta Claudia Eguivar la masturbación esporádica en niños preescolares es una conducta normal. Hasta un tercio de los niños de esta edad descubren la masturbación mientras exploran su cuerpo. La mayoría continúan masturbándose simplemente porque les gusta, aunque algunos pueden hacerlo de forma más frecuente si tienen algún problema o si se les castiga o presiona para que dejen de hacerlo.
¿Cuándo dejará de hacerlo?
Una vez que el niño ha descubierto que la masturbación le proporciona placer, no hay que esperar que deje de hacerlo de forma inmediata. Además, si no se le reprende lo hará abiertamente. Hacia los 5 a 6 años es muy probable que disminuya su frecuencia o, por lo menos, que lo haga de forma más reservada. Más tarde, en la adolescencia, la masturbación es casi universal, en relación con los cambios hormonales y el inicio del deseo sexual.
¿Qué le pasará si se masturba a menudo?
Además del placer que le proporcione al niño o niña, nada. No le provocará ningún daño corporal o psicológico.
Como padre y madre, ¿qué puedo hacer?
Si consideramos que casi todos los niños y niñas más tarde o más temprano se masturban y que lo hacen porque realmente les gusta, no habría que hacer nada. Conviene tener claro que, aunque los padres lo intenten, no van a conseguir que deje de hacerlo de forma inmediata. Así que habrá que aceptarlo como lo que es: una situación normal. Las reprimendas, castigos, y demás pueden tener un efecto negativo porque pueden reforzar esa conducta.
“Si cree que la masturbación puede tener relación con el aburrimiento, puede intentar mantenerle ocupado con actividades que le atraigan. Probablemente, habrá que ser aún más tolerante cuando la masturbación se produzca en los momentos de descanso: en la siesta o al irse a dormir por la noche, explica Eguivar.
Por lo tanto asegura que es importante que cuando los padres se vean enfrentados a la masturbación infantil no se alarmen y que estén informados para saber cómo reaccionar, sin estimular ni rechazar la situación. Deben indagar lo que significa esta actividad para el niño, evaluando su nivel de socialización, dependencia e impulsividad. La conducta si está dada en un contexto de autoconocimiento y gratificación, debiera ir desapareciendo paulatinamente mientras el niño va desarrollando otras actividades que le son placenteras.
El castigar o sancionar a un niño por autoestimularse puede acarrear culpa y vergüenza acerca de su cuerpo y la propia sexualidad. Lo que deben buscar es desviar su atención hacia otras cosas, invitándolo a hacer otra actividad como salir de paseo, jugar o pintar, impidiendo indirectamente que continúe en lo mismo. Cuando los niños presentan esta conducta en público, los padres deben abordar directamente el tema, decirles que es algo privado y que tiene que ver con la intimidad del cuerpo.
“Enséñele a que no lo haga delante de otras personas, explíquele que es un acto a realizar exclusivamente en el ámbito privado y no público. Si lo hace en sitios públicos, como el colegio, conviene comentárselo a los profesores para que procuren mantener su atención en la clase y eviten regañarle en público”, recomienda la experta.
¿Cuándo debo acudir al pediatra?
En contadas ocasiones, la masturbación estará relacionada con situaciones de estrés del niño o incluso abusos sexuales por parte de adultos. En esos casos, se debe acudir a su pediatra y a un especialista que sea quien diagnostique este comportamiento.
Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos la masturbación en los niños pequeños no es más que una conducta normal que no debe interpretarse como un problema.
Niñas y niños
Existe evidencia que tanto niños como niñas presentan aprendizajes diferentes respecto a la masturbación donde los hombres obtienen información dada por sus compañeros, en lecturas y otros medios de divulgación. En cambio, las mujeres llegan a través de un autodescubrimiento y muchas veces en forma accidental.
Desde alrededor de los ocho meses, la masturbación se describe como conducta normal, que tiene características placenteras y exploratorias. Cerca de los tres años los niños descubren las diferencias sexuales, exploran su cuerpo, el de sus padres y hermanos, así como también preguntan sobre el nacimiento de los bebés. Esta curiosidad es sana y está ligada a su despertar intelectual.
Apuntes sobre la temática
Sin culpa
Antes de culpar o castigar a un niño o niña por autoestimularse es necesario saber que este tipo de reproches pueden ser contraproducentes para el desarrollo de la sexualidad de una persona porque avergüenza su propio cuerpo. Años atrás, cuando los padres no tenían la oportunidad de informarse, se castigaba a los hijos por expresar su sexualidad.
Informarse
Existe un número significativo de profesionales psicólogos y paginas oficiales de salud que pueden ayudar a los padres y madres sobre esta problemática. Los psicólogos recuerdan que el miedo se produce por la desinformación científica sobre el tema y la única manera de controlarlo es buscando información fidedigna.
Protección
Enséñele a que no lo haga delante de otras personas, explíquele que es un acto a realizar exclusivamente en el ámbito privado y no público. Si lo hace en sitios públicos, como el colegio, conviene comentárselo a los profesores para que procuren mantener su atención en la clase y eviten regañarle en público.
La masturbación es la autoestimulación de los genitales por placer. Es algo más que la inspección normal de los genitales que realizan casi todos los niños en el baño, que puede comenzar desde que el niño es capaz de agarrar objetos (hacia los 5 o 6 meses) y que es muy frecuente hacia los dos años de edad.
Según la directora y psicóloga del nivel inicial del colegio Felipe Palazón, Rocío Gutiérrez, esta conducta aparece y puede desaparecer de manera espontánea. “Es habitual que al menos uno o dos niños al año tengan esta conducta. A veces se mantiene en el tiempo o desaparece, pero no es algo que deba ser alarmante. La conducta de auto estimularse es parte de la exploración del cuerpo, de la sexualidad, de las sensaciones que pueden ocurrir. Un niño o niña sin ser consciente va a repetir esta conducta sin ninguna intención morbosa”, explicó.
En este marco, los expertos agregan que la manipulación rítmica de los genitales con la mano no se suele producir antes de los dos años y medio. La frecuencia con que un niño se masturba puede variar entre varias veces al día o una vez a la semana, pero es más frecuente cuando el niño o niña se va a dormir, está aburrido o viendo la televisión o está sometido a algún tipo de estrés.
En cualquier caso, durante la masturbación, el niño o niña puede parecer ensimismado, acalorado y sudoroso, con movimientos rítmicos de la cabeza o extremidades y al concluir puede quedar agotado, lo que en algún caso ha llevado al error de diagnosticar el episodio de ataque epiléptico.
¿Cuál es la causa?
Para la experta Claudia Eguivar la masturbación esporádica en niños preescolares es una conducta normal. Hasta un tercio de los niños de esta edad descubren la masturbación mientras exploran su cuerpo. La mayoría continúan masturbándose simplemente porque les gusta, aunque algunos pueden hacerlo de forma más frecuente si tienen algún problema o si se les castiga o presiona para que dejen de hacerlo.
¿Cuándo dejará de hacerlo?
Una vez que el niño ha descubierto que la masturbación le proporciona placer, no hay que esperar que deje de hacerlo de forma inmediata. Además, si no se le reprende lo hará abiertamente. Hacia los 5 a 6 años es muy probable que disminuya su frecuencia o, por lo menos, que lo haga de forma más reservada. Más tarde, en la adolescencia, la masturbación es casi universal, en relación con los cambios hormonales y el inicio del deseo sexual.
¿Qué le pasará si se masturba a menudo?
Además del placer que le proporcione al niño o niña, nada. No le provocará ningún daño corporal o psicológico.
Como padre y madre, ¿qué puedo hacer?
Si consideramos que casi todos los niños y niñas más tarde o más temprano se masturban y que lo hacen porque realmente les gusta, no habría que hacer nada. Conviene tener claro que, aunque los padres lo intenten, no van a conseguir que deje de hacerlo de forma inmediata. Así que habrá que aceptarlo como lo que es: una situación normal. Las reprimendas, castigos, y demás pueden tener un efecto negativo porque pueden reforzar esa conducta.
“Si cree que la masturbación puede tener relación con el aburrimiento, puede intentar mantenerle ocupado con actividades que le atraigan. Probablemente, habrá que ser aún más tolerante cuando la masturbación se produzca en los momentos de descanso: en la siesta o al irse a dormir por la noche, explica Eguivar.
Por lo tanto asegura que es importante que cuando los padres se vean enfrentados a la masturbación infantil no se alarmen y que estén informados para saber cómo reaccionar, sin estimular ni rechazar la situación. Deben indagar lo que significa esta actividad para el niño, evaluando su nivel de socialización, dependencia e impulsividad. La conducta si está dada en un contexto de autoconocimiento y gratificación, debiera ir desapareciendo paulatinamente mientras el niño va desarrollando otras actividades que le son placenteras.
El castigar o sancionar a un niño por autoestimularse puede acarrear culpa y vergüenza acerca de su cuerpo y la propia sexualidad. Lo que deben buscar es desviar su atención hacia otras cosas, invitándolo a hacer otra actividad como salir de paseo, jugar o pintar, impidiendo indirectamente que continúe en lo mismo. Cuando los niños presentan esta conducta en público, los padres deben abordar directamente el tema, decirles que es algo privado y que tiene que ver con la intimidad del cuerpo.
“Enséñele a que no lo haga delante de otras personas, explíquele que es un acto a realizar exclusivamente en el ámbito privado y no público. Si lo hace en sitios públicos, como el colegio, conviene comentárselo a los profesores para que procuren mantener su atención en la clase y eviten regañarle en público”, recomienda la experta.
¿Cuándo debo acudir al pediatra?
En contadas ocasiones, la masturbación estará relacionada con situaciones de estrés del niño o incluso abusos sexuales por parte de adultos. En esos casos, se debe acudir a su pediatra y a un especialista que sea quien diagnostique este comportamiento.
Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos la masturbación en los niños pequeños no es más que una conducta normal que no debe interpretarse como un problema.
Niñas y niños
Existe evidencia que tanto niños como niñas presentan aprendizajes diferentes respecto a la masturbación donde los hombres obtienen información dada por sus compañeros, en lecturas y otros medios de divulgación. En cambio, las mujeres llegan a través de un autodescubrimiento y muchas veces en forma accidental.
Desde alrededor de los ocho meses, la masturbación se describe como conducta normal, que tiene características placenteras y exploratorias. Cerca de los tres años los niños descubren las diferencias sexuales, exploran su cuerpo, el de sus padres y hermanos, así como también preguntan sobre el nacimiento de los bebés. Esta curiosidad es sana y está ligada a su despertar intelectual.
Apuntes sobre la temática
Sin culpa
Antes de culpar o castigar a un niño o niña por autoestimularse es necesario saber que este tipo de reproches pueden ser contraproducentes para el desarrollo de la sexualidad de una persona porque avergüenza su propio cuerpo. Años atrás, cuando los padres no tenían la oportunidad de informarse, se castigaba a los hijos por expresar su sexualidad.
Informarse
Existe un número significativo de profesionales psicólogos y paginas oficiales de salud que pueden ayudar a los padres y madres sobre esta problemática. Los psicólogos recuerdan que el miedo se produce por la desinformación científica sobre el tema y la única manera de controlarlo es buscando información fidedigna.
Protección
Enséñele a que no lo haga delante de otras personas, explíquele que es un acto a realizar exclusivamente en el ámbito privado y no público. Si lo hace en sitios públicos, como el colegio, conviene comentárselo a los profesores para que procuren mantener su atención en la clase y eviten regañarle en público.