Con 369 pozos, Villa Montes busca cobertura total de agua potable
El municipio de Villa Montes en poco tiempo logrará la cobertura total de provisión de agua potable en el área urbana, pero le falta avanzar en el sector rural. Al momento existen 369 pozos que aseguran la provisión para los próximos años, sin embargo existen comunidades afectadas por la...
El municipio de Villa Montes en poco tiempo logrará la cobertura total de provisión de agua potable en el área urbana, pero le falta avanzar en el sector rural. Al momento existen 369 pozos que aseguran la provisión para los próximos años, sin embargo existen comunidades afectadas por la sequía y en otros casos por la contaminación petrolera.
Según el miembro de la plataforma ambiental Villa Montes, Regis Viveros, a diferencia de otros años, el servicio de agua potable mejoró en Villa Montes, cuentan con mayor cobertura y los dos últimos años no se sufrió ningún corte, aumentó la presión y se perforaron nuevos pozos en barrios donde no los había.
Abastecimiento
“El abastecimiento del agua está asegurado para los próximos años – dijo -, pero en lo que no se tiene seguridad es sobre su calidad, si realmente es 100 por ciento potable y debería haber información sobre este tema”, expresó Viveros.
Respecto al área rural en algunos casos las comunidades consumen agua de pozos, las que se encuentran en el pie de monte lo toman de la serranía del Aguaragüe, pero apuntó que en general el servicio no es tan bueno, por ejemplo Caigua se encuentra cerca a explotaciones petroleras y reclamaron por la contaminación de sus aguas.
En las poblaciones ubicadas en la zona de la llanura es donde mayor problema existe, son comunidades muy alejadas, necesitan presas y atajados para conservar el líquido elemento, lo mismo sucede en el sud de Villa Montes que constantemente sufren por la falta de agua y en este año sufrieron una sequía larga.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas y Servicios Públicos del Gobierno Municipal de Villa Montes, Hugo Vásquez, recordó que un relevamiento de datos en 2015 arrojó que la cobertura era de un 60 por ciento en el área urbana, progresivamente fue resuelta y a la fecha se llegó a un 98 por ciento.
Se logró este avance con la incorporación de proyectos realizados con el Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS) y permitieron la instalación de redes de distribución en zonas como el ex parque industrial que engloba a varios barrios como Villa Esperanza, 1 de Mayo, Las Moras, etc. Este plan costó 12 millones de bolivianos. Adelantó que se espera hasta abril de 2020 llegar al 100 por ciento de la cobertura urbana.
También, en concurrencia con otras instituciones, perforaron pozos profundos en la urbe que ayudará a satisfacer la demanda en época de estiaje el zonas donde era recurrente como los barrios Boquerón, 27 de Diciembre y Litoral.
Adicionalmente, la conclusión de la presa Caiguami – Chimeo, proyecto ejecutado con financiamiento del Gobierno nacional, permitirá que en 2020 la cobertura total de agua esté saneada y que la demanda ante el crecimiento de la población sea atendible.
Sin embargo, admitió que el área rural tiene otra realidad porque los distritos son muy diferentes entre sí, por ejemplo el 10 integra comunidades como Ibibobo, El Toro, Esmeralda, que se encuentran en una llanura donde no existe la posibilidad de construir un sistema de agua potable, por ejemplo por gravedad, lo que obliga a la perforación de pozos.
“Lo que se debe hacer es perforar los pozos, habilitar los que ya fueron instalados en gestiones anteriores y ver las forma de equiparlos e interconectarlos por redes”, apuntó a tiempo de señalar que para el Distrito 5 donde se encuentra la comunidad Weenhayek, ya se tiene un financiamiento del FPS con un fideicomiso de alrededor de siete millones de bolivianos.
Con ese dinero se implementará un proyecto de agua potable que incorpora sistemas de gravedad y adicionalmente el mejoramiento del servicio con la construcción de reservorios elevados que permitirán satisfacer la demanda para el sector más poblado del Distrito 5.
Daños de la sequía en el Gran Chaco
El responsable de Gestión de Riesgos del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Montes, César Salazar, informó el 20 de enero que en esa región no había agua para el consumo humano, ni para los animales, por lo que se presentó una situación preocupante ya que en otras gestiones en este periodo se tenían que actuar de emergencia por inundaciones y desborde del río Pilcomayo.
“Lo que está ocurriendo en la llanura chaqueña es preocupante porque estamos en temporada de lluvia y en esta zona no llovió, muchas familias están recurriendo a alquilar cisternas para proveerse de agua para el consumo humano y animal”, había informado en esa oportunidad.
Según el miembro de la plataforma ambiental Villa Montes, Regis Viveros, a diferencia de otros años, el servicio de agua potable mejoró en Villa Montes, cuentan con mayor cobertura y los dos últimos años no se sufrió ningún corte, aumentó la presión y se perforaron nuevos pozos en barrios donde no los había.
Abastecimiento
“El abastecimiento del agua está asegurado para los próximos años – dijo -, pero en lo que no se tiene seguridad es sobre su calidad, si realmente es 100 por ciento potable y debería haber información sobre este tema”, expresó Viveros.
Respecto al área rural en algunos casos las comunidades consumen agua de pozos, las que se encuentran en el pie de monte lo toman de la serranía del Aguaragüe, pero apuntó que en general el servicio no es tan bueno, por ejemplo Caigua se encuentra cerca a explotaciones petroleras y reclamaron por la contaminación de sus aguas.
En las poblaciones ubicadas en la zona de la llanura es donde mayor problema existe, son comunidades muy alejadas, necesitan presas y atajados para conservar el líquido elemento, lo mismo sucede en el sud de Villa Montes que constantemente sufren por la falta de agua y en este año sufrieron una sequía larga.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas y Servicios Públicos del Gobierno Municipal de Villa Montes, Hugo Vásquez, recordó que un relevamiento de datos en 2015 arrojó que la cobertura era de un 60 por ciento en el área urbana, progresivamente fue resuelta y a la fecha se llegó a un 98 por ciento.
Se logró este avance con la incorporación de proyectos realizados con el Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS) y permitieron la instalación de redes de distribución en zonas como el ex parque industrial que engloba a varios barrios como Villa Esperanza, 1 de Mayo, Las Moras, etc. Este plan costó 12 millones de bolivianos. Adelantó que se espera hasta abril de 2020 llegar al 100 por ciento de la cobertura urbana.
También, en concurrencia con otras instituciones, perforaron pozos profundos en la urbe que ayudará a satisfacer la demanda en época de estiaje el zonas donde era recurrente como los barrios Boquerón, 27 de Diciembre y Litoral.
Adicionalmente, la conclusión de la presa Caiguami – Chimeo, proyecto ejecutado con financiamiento del Gobierno nacional, permitirá que en 2020 la cobertura total de agua esté saneada y que la demanda ante el crecimiento de la población sea atendible.
Sin embargo, admitió que el área rural tiene otra realidad porque los distritos son muy diferentes entre sí, por ejemplo el 10 integra comunidades como Ibibobo, El Toro, Esmeralda, que se encuentran en una llanura donde no existe la posibilidad de construir un sistema de agua potable, por ejemplo por gravedad, lo que obliga a la perforación de pozos.
“Lo que se debe hacer es perforar los pozos, habilitar los que ya fueron instalados en gestiones anteriores y ver las forma de equiparlos e interconectarlos por redes”, apuntó a tiempo de señalar que para el Distrito 5 donde se encuentra la comunidad Weenhayek, ya se tiene un financiamiento del FPS con un fideicomiso de alrededor de siete millones de bolivianos.
Con ese dinero se implementará un proyecto de agua potable que incorpora sistemas de gravedad y adicionalmente el mejoramiento del servicio con la construcción de reservorios elevados que permitirán satisfacer la demanda para el sector más poblado del Distrito 5.
Daños de la sequía en el Gran Chaco
El responsable de Gestión de Riesgos del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Montes, César Salazar, informó el 20 de enero que en esa región no había agua para el consumo humano, ni para los animales, por lo que se presentó una situación preocupante ya que en otras gestiones en este periodo se tenían que actuar de emergencia por inundaciones y desborde del río Pilcomayo.
“Lo que está ocurriendo en la llanura chaqueña es preocupante porque estamos en temporada de lluvia y en esta zona no llovió, muchas familias están recurriendo a alquilar cisternas para proveerse de agua para el consumo humano y animal”, había informado en esa oportunidad.