Resistencia del Aedes Aegypti obliga a cambiar de insecticida en Yacuiba-Tarija
Los resultados de laboratorio confirmaron la resistencia del mosquito Aedes Aegypti a insecticidas de la familia de los piretroides en Yacuiba. Es así que el sector salud se vio obligado, este 2019, a cambiar de veneno. También se analiza si sucede lo mismo en otros municipios de Tarija. Este...



Los resultados de laboratorio confirmaron la resistencia del mosquito Aedes Aegypti a insecticidas de la familia de los piretroides en Yacuiba. Es así que el sector salud se vio obligado, este 2019, a cambiar de veneno. También se analiza si sucede lo mismo en otros municipios de Tarija. Este vector es el trasmisor de tres enfermedades, dengue, chikungunya y zika.
Según el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (INLASA), la cepa del mosquito de Yacuiba es resistente al insecticida conocido como Icon, su principio activo es Lambdacialotrina, de la familia de los piretroides.
En ese sentido, el responsable del Laboratorio de Entomología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Julio Vidaurre, explicó que hay un porcentaje de población natural de mosquitos que son resistentes en cada especie (2 por ciento), pero conforme pasa el tiempo esa proporción aumenta. Cuando no mueren en un 80 por ciento, ya es declarado como insecto resistente, como sucedió en Yacuiba.
Es así que el Ministerio de Salud decidió comprar otro insecticida, uno conocido como Malatión, que es un órgano fosforado.
La experiencia de Vidaurre le lleva a sostener que el mosquito Aedes Aegypti se adapta a cualquier clima. Para su existencia solo es suficiente que haya agua en recipientes y alimento: que son los humanos.
El especialista dice que su repartición hace un monitoreo permanente de los mosquitos, porque el insecticida Icon se usa hace más de diez años. A raíz de eso los vectores se defienden y crean resistencia. Es así que también se hace estudios similares en Cercado y Villa Montes. Se enviarán pruebas a un laboratorio externo y se realizarán pruebas de campo.
“Se tiene presencia del mosquito en Villa Montes, Yacuiba, Bermejo, Caraparí, Entre Ríos, Cercado y comunidades próximas a esas ciudades, como Tomatitas, San Lorenzo, Padcaya, el Valle de la Concepción -comentó Vidaurre- la existencia del vector en los últimos lugares mencionados no es reciente, nosotros hemos detectado en 1997”.
El vicepresidente de la Sociedad Boliviana de Salud Pública, Walter Santa Cruz, explicó que existe la necesidad de hacer estudios periódicos para ver la efectividad de los insecticidas, porque de lo contrario se hace inversión sin resultados positivos.
Por otro lado, el galeno expone que la vigilancia se debe realizar hasta la primera quincena de agosto, luego estar pendientes de las tasas de infestación domiciliaria, de esa manera laborar en el precontrol. Se deben poner sensores en diferentes barrios, donde aparezcan mayor cantidad de vectores e intervenir. No tanto sobre el mosquito adulto, sino en la larva, que es donde se tiene más beneficios, porque no vuelan.
“Se tiene que hacer un estudio entomológico larvario, el cual da como resultado los recipientes donde se encuentran las larvas, como botellas, vasos, floreros y tapas de bebidas. A lo mejor el resultado indica que los criaderos están en las piscinas o tanques de agua, en esos casos se debe trabajar con otra metodología -comentó Santa Cruz- antes se tenía el sistema Lira en el Sedes, mediante el cual se hacía levantamientos entomológicos rápidos, lo que permitía hacer intervenciones en 48 horas”.
Hasta la semana epidemiológica 30 se reportaron 4.226 casos en Bolivia, de los cuales, 1.477 fueron en Tarija (34,7 por ciento); 1.047 en La Paz (24,6 por ciento), 738 en Beni (17,3 por ciento), 427 en Pando (10 por ciento), 356 en Santa Cruz (8,4 por ciento), 205 en Cochabamba (4,8 por ciento) y seis en Chuquisaca (0,1 por ciento).
En esa misma línea, se notificaron 18 muertes por dengue en Bolivia; 12 en La Paz (66,7 por ciento), tres en Beni (16, por ciento), dos en Tarija (11,1 por ciento) y uno en Pando (5,6 por ciento).
Según el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (INLASA), la cepa del mosquito de Yacuiba es resistente al insecticida conocido como Icon, su principio activo es Lambdacialotrina, de la familia de los piretroides.
En ese sentido, el responsable del Laboratorio de Entomología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Julio Vidaurre, explicó que hay un porcentaje de población natural de mosquitos que son resistentes en cada especie (2 por ciento), pero conforme pasa el tiempo esa proporción aumenta. Cuando no mueren en un 80 por ciento, ya es declarado como insecto resistente, como sucedió en Yacuiba.
Es así que el Ministerio de Salud decidió comprar otro insecticida, uno conocido como Malatión, que es un órgano fosforado.
La experiencia de Vidaurre le lleva a sostener que el mosquito Aedes Aegypti se adapta a cualquier clima. Para su existencia solo es suficiente que haya agua en recipientes y alimento: que son los humanos.
El especialista dice que su repartición hace un monitoreo permanente de los mosquitos, porque el insecticida Icon se usa hace más de diez años. A raíz de eso los vectores se defienden y crean resistencia. Es así que también se hace estudios similares en Cercado y Villa Montes. Se enviarán pruebas a un laboratorio externo y se realizarán pruebas de campo.
“Se tiene presencia del mosquito en Villa Montes, Yacuiba, Bermejo, Caraparí, Entre Ríos, Cercado y comunidades próximas a esas ciudades, como Tomatitas, San Lorenzo, Padcaya, el Valle de la Concepción -comentó Vidaurre- la existencia del vector en los últimos lugares mencionados no es reciente, nosotros hemos detectado en 1997”.
El vicepresidente de la Sociedad Boliviana de Salud Pública, Walter Santa Cruz, explicó que existe la necesidad de hacer estudios periódicos para ver la efectividad de los insecticidas, porque de lo contrario se hace inversión sin resultados positivos.
Por otro lado, el galeno expone que la vigilancia se debe realizar hasta la primera quincena de agosto, luego estar pendientes de las tasas de infestación domiciliaria, de esa manera laborar en el precontrol. Se deben poner sensores en diferentes barrios, donde aparezcan mayor cantidad de vectores e intervenir. No tanto sobre el mosquito adulto, sino en la larva, que es donde se tiene más beneficios, porque no vuelan.
“Se tiene que hacer un estudio entomológico larvario, el cual da como resultado los recipientes donde se encuentran las larvas, como botellas, vasos, floreros y tapas de bebidas. A lo mejor el resultado indica que los criaderos están en las piscinas o tanques de agua, en esos casos se debe trabajar con otra metodología -comentó Santa Cruz- antes se tenía el sistema Lira en el Sedes, mediante el cual se hacía levantamientos entomológicos rápidos, lo que permitía hacer intervenciones en 48 horas”.
Hasta la semana epidemiológica 30 se reportaron 4.226 casos en Bolivia, de los cuales, 1.477 fueron en Tarija (34,7 por ciento); 1.047 en La Paz (24,6 por ciento), 738 en Beni (17,3 por ciento), 427 en Pando (10 por ciento), 356 en Santa Cruz (8,4 por ciento), 205 en Cochabamba (4,8 por ciento) y seis en Chuquisaca (0,1 por ciento).
En esa misma línea, se notificaron 18 muertes por dengue en Bolivia; 12 en La Paz (66,7 por ciento), tres en Beni (16, por ciento), dos en Tarija (11,1 por ciento) y uno en Pando (5,6 por ciento).