Los niños dieron una lección de civismo en el Día de la Bandera
El viernes el centro de Tarija se convirtió en un estallido de color y devoción. Por un lado, los chunchos sanroqueños haciendo su primera salida testimonial en el día del patrón San Roque. Por otro, los feligreses más inclinados a la tradición perruna no dejaron pasar la oportunidad de...



El viernes el centro de Tarija se convirtió en un estallido de color y devoción. Por un lado, los chunchos sanroqueños haciendo su primera salida testimonial en el día del patrón San Roque. Por otro, los feligreses más inclinados a la tradición perruna no dejaron pasar la oportunidad de llevar a bendecir a sus mascotas y, además, se adelantó el desfile de los kínder por el Día de la Bandera, colapsando además la avenida Las Américas, sobre todo, con el entusiasmo de los papás.
Efectivamente, el desfile de los kínder es un día en el que a los papás y mamás se les cae la baba y los pequeños se sienten muy protagonistas, aunque no se acabe de entender aquello del “Día de la Bandera” y se acabe simplificando con el “cumpleaños de Bolivia”, o algún otro sucedáneo.
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El desfile siempre es especial porque, como se acostumbra, desfilan los niños de kínder de segunda sección, lo que supone de por sí un cuadro simpático de niños, padres y profesores correteando por todo lado para que el paso se lleve a cabo con normalidad.
Este año volvió a lucir el sol después de unos días de incertidumbre y el paso se hizo con civismo y espíritu. Es verdad que este año no había el fervor marítimo que ha marcado las últimas ediciones, pero igualmente los kínder se esforzaron por hacer un lindo desfile, con bandas y otros elementos que dieron colorido al acto.
La historia de la bandera
Un 17 de agosto de 1825, la Asamblea Deliberante, creó mediante Decreto, la primera Bandera, consistente en: dos fajas verdes en los extremos superior e inferior y una roja, más ancha que las verdes, al centro. Al centro de la faja roja, se colocaron cinco medios óvalos verdes formados por ramas de olivo y laurel, uno en el medio y cuatro en los costados, y dentro de cada uno de estos óvalos, se colocaron una estrella de color oro.
De esta manera la primera Bandera Nacional, expresaba el contenido de la República, en sus tres reinos de la naturaleza.
El 25 de Julio de 1826, se modificó nuestra bandera, de la siguiente forma: se le cambio el verde de la parte superior por un amarillo, seguían la roja al centro y el verde abajo. En lugar de las cinco estrellas de oro, las armas de la República al centro rodeada por dos ramas de olivo y laurel.
Finalmente, el 30 de noviembre de 1851, a instancias del Presidente Belzu, la Convención Nacional, reformó definitivamente el Pabellón Boliviano, de la siguiente manera: tres fajas horizontales, roja, amarilla y verde. La roja en la parte superior, la amarilla al centro y el verde en la parte inferior. Así quedó en definitiva la formación de nuestra hermosa y sin par enseña patria.
Las flores patrias
No se puede dejar de mencionar la bandera sin pensar en las dos flores nacionales: la Kantuta y el Patujú, ya que ambas tienen la particularidad de llevar sus colores, rojo. amarillo y verde.
En 1924 la Kantuta fue nombrada flor nacional durante el Gobierno de Bautista Saavedra.
Es una flor silvestre que crece en las regiones montañosas del valle apreciada en los tiempos precolombinos, por incas y aymaras teniendo leyendas sobre esta flor consagrado por el Inti Sol llamada "flor Imperial".
Si la Kantuta representa a los andes y su pasado incaico, el Patujú es el símbolo boliviano en el llano. Nombrada flor nacional en 1990, también es asociada a la lucha de la conservación de la naturaleza.
Esta flor, cuyo nombre científico es Heliconia Rostrata, crece en una pequeña planta parecida a un bananero presenta largos pétalos con los tres colores de la bandera boliviana.
El decreto supremo Nº 241 del 5 de agosto de 2009, firmado bajo la Presidencia de Evo Morales señala que "estas flores (Kantuta y Patujú) representan la identidad boliviana y como símbolos entrelazados representan la unión e interculturalidad de las regiones del Estado".
Efectivamente, el desfile de los kínder es un día en el que a los papás y mamás se les cae la baba y los pequeños se sienten muy protagonistas, aunque no se acabe de entender aquello del “Día de la Bandera” y se acabe simplificando con el “cumpleaños de Bolivia”, o algún otro sucedáneo.
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El desfile siempre es especial porque, como se acostumbra, desfilan los niños de kínder de segunda sección, lo que supone de por sí un cuadro simpático de niños, padres y profesores correteando por todo lado para que el paso se lleve a cabo con normalidad.
Este año volvió a lucir el sol después de unos días de incertidumbre y el paso se hizo con civismo y espíritu. Es verdad que este año no había el fervor marítimo que ha marcado las últimas ediciones, pero igualmente los kínder se esforzaron por hacer un lindo desfile, con bandas y otros elementos que dieron colorido al acto.
La historia de la bandera
Un 17 de agosto de 1825, la Asamblea Deliberante, creó mediante Decreto, la primera Bandera, consistente en: dos fajas verdes en los extremos superior e inferior y una roja, más ancha que las verdes, al centro. Al centro de la faja roja, se colocaron cinco medios óvalos verdes formados por ramas de olivo y laurel, uno en el medio y cuatro en los costados, y dentro de cada uno de estos óvalos, se colocaron una estrella de color oro.
De esta manera la primera Bandera Nacional, expresaba el contenido de la República, en sus tres reinos de la naturaleza.
El 25 de Julio de 1826, se modificó nuestra bandera, de la siguiente forma: se le cambio el verde de la parte superior por un amarillo, seguían la roja al centro y el verde abajo. En lugar de las cinco estrellas de oro, las armas de la República al centro rodeada por dos ramas de olivo y laurel.
Finalmente, el 30 de noviembre de 1851, a instancias del Presidente Belzu, la Convención Nacional, reformó definitivamente el Pabellón Boliviano, de la siguiente manera: tres fajas horizontales, roja, amarilla y verde. La roja en la parte superior, la amarilla al centro y el verde en la parte inferior. Así quedó en definitiva la formación de nuestra hermosa y sin par enseña patria.
Las flores patrias
No se puede dejar de mencionar la bandera sin pensar en las dos flores nacionales: la Kantuta y el Patujú, ya que ambas tienen la particularidad de llevar sus colores, rojo. amarillo y verde.
En 1924 la Kantuta fue nombrada flor nacional durante el Gobierno de Bautista Saavedra.
Es una flor silvestre que crece en las regiones montañosas del valle apreciada en los tiempos precolombinos, por incas y aymaras teniendo leyendas sobre esta flor consagrado por el Inti Sol llamada "flor Imperial".
Si la Kantuta representa a los andes y su pasado incaico, el Patujú es el símbolo boliviano en el llano. Nombrada flor nacional en 1990, también es asociada a la lucha de la conservación de la naturaleza.
Esta flor, cuyo nombre científico es Heliconia Rostrata, crece en una pequeña planta parecida a un bananero presenta largos pétalos con los tres colores de la bandera boliviana.
El decreto supremo Nº 241 del 5 de agosto de 2009, firmado bajo la Presidencia de Evo Morales señala que "estas flores (Kantuta y Patujú) representan la identidad boliviana y como símbolos entrelazados representan la unión e interculturalidad de las regiones del Estado".