Los eccemas, la alergia más frecuente de la época seca
En la época seca las alergias que frecuentemente se presentan en Tarija son los eccemas, una reacción inflamatoria que se manifiesta a nivel de la piel. Ésta debe ser tratada a tiempo para no convertirse en infecciones y para que no se extienda por todo el cuerpo. La hidratación es el...
En la época seca las alergias que frecuentemente se presentan en Tarija son los eccemas, una reacción inflamatoria que se manifiesta a nivel de la piel. Ésta debe ser tratada a tiempo para no convertirse en infecciones y para que no se extienda por todo el cuerpo. La hidratación es el tratamiento adecuado para este tipo de males.
Sin embargo, el médico dermatólogo Rodrigo Castellanos Vásquez apuntó que también se deben nombrar a las urticarias. Precisó que un eccema o dermatitis eccematosa es un conjunto de afecciones de la piel caracterizadas por presentar lesiones inflamatorias diversas tales como: eritema, vesículas, pápulas y exudación.
Grupos
Se pueden dividir en dos grandes grupos, los eccemas endógenos y los exógenos, en los primeros influye un factor intrínseco que predispone a la sequedad de la piel, dentro de éstos se tienen las dermatitis atópicas que se ven muy frecuentemente en niños y el eccema dishidrótico que es la presencia de ampollas o vesículas en la cara lateral de los dedos, plantas y palmas de manos y pies.
En estos casos el paciente tiene la predisposición a tener la piel seca y el factor desencadenante es un stress que llega a provocar el trastorno en la dermis.
Entretanto, en el segundo caso se tiene la dermatitis de contacto -que son frecuentes de observar- y comprende dos grupos, el irritativo cuya causa es tomar un compuesto químico que provoca la reacción y el alérgico que se desencadena cuando la persona entra en contacto con algún material al cual fue expuesta durante un tiempo.
Esta última no se presenta de inicio, explicó Castellanos, debe haber una fase donde el paciente se sensibiliza al elemento contactante, por ejemplo puede ser un cinturón con hebilla de níquel, al principio éste puede no producir la reacción, pero después de 20 a 30 años desencadena la alergia porque ya se sensibilizó a ese metal. Existen otros materiales frecuentes como la goma, tintes de pelo, etc.
En todos los eccemas que se han nombrado la principal característica es la sequedad de la piel, por lo que el tratamiento que se efectúa es a base de hidratación local, en el área donde apareció el eccema, en general con cremas. Si es que no responde favorablemente, entonces se aplica un segundo tratamiento agregando pomadas con corticoides o cremas inmunomoduladoras.
“En casos más severos se recurre a medicamentos por vía oral como ser el metotrexato o la ciclosporina, incluso hoy en día hay agentes biológicos, pero estamos hablando de casos de muy difícil manejo”, agregó.
Además, el eccema puede tornarse crónico y el principal problema es la infección que puede surgir a causa de que la persona se rasque mucho. Se tratan de escozores que le causan incomodidad al paciente y a veces no son fáciles de controlar.
La peor complicación viene a ser una eritrodermia, que consiste en que a partir de la reacción alérgica se desencadenan complicaciones, el eccema se propaga por toda la piel, aumenta la deshidratación y puede existir fiebre.
Una dolencia conocida desde hace siglos
El término eccema es conocido desde antaño, y ya desde el siglo I se empleó para designar cualquier erupción cutánea.
Los términos eccema y dermatitis se emplean en general como sinónimos para describir un patrón de respuesta inflamatoria de la piel que se caracteriza, desde el punto de vista clínico, por el escozor y el polimorfismo lesional: eritema, edema, lesiones papulovesiculosas, descamación y liquenificación.
El vocablo proviene del griego “εκζμα”, que significa “que hierve”, por lo que expresa muy bien el sentido de inflamación aguda, vesiculosa y exudativa. Sin embargo, no siempre es una lesión exudativa, sino que a veces adquiere el aspecto de inflamación seca y descamativa.
En el intento de reflejar este polimorfismo clínico, se introdujo el término “dermatitis”, en aras de definir, en un sentido más amplio, cualquier tipo de reacción inflamatoria. En la práctica, ambos términos se emplean de manera indistinta.
Algunos ejemplos son el eccema atópico o dermatitis atópica, eccema del pezón o dermatitis del pezón, eccema seborreico o dermatitis seborreica, eccema herpético o dermatitis herpética.
Sin embargo, el médico dermatólogo Rodrigo Castellanos Vásquez apuntó que también se deben nombrar a las urticarias. Precisó que un eccema o dermatitis eccematosa es un conjunto de afecciones de la piel caracterizadas por presentar lesiones inflamatorias diversas tales como: eritema, vesículas, pápulas y exudación.
Grupos
Se pueden dividir en dos grandes grupos, los eccemas endógenos y los exógenos, en los primeros influye un factor intrínseco que predispone a la sequedad de la piel, dentro de éstos se tienen las dermatitis atópicas que se ven muy frecuentemente en niños y el eccema dishidrótico que es la presencia de ampollas o vesículas en la cara lateral de los dedos, plantas y palmas de manos y pies.
En estos casos el paciente tiene la predisposición a tener la piel seca y el factor desencadenante es un stress que llega a provocar el trastorno en la dermis.
Entretanto, en el segundo caso se tiene la dermatitis de contacto -que son frecuentes de observar- y comprende dos grupos, el irritativo cuya causa es tomar un compuesto químico que provoca la reacción y el alérgico que se desencadena cuando la persona entra en contacto con algún material al cual fue expuesta durante un tiempo.
Esta última no se presenta de inicio, explicó Castellanos, debe haber una fase donde el paciente se sensibiliza al elemento contactante, por ejemplo puede ser un cinturón con hebilla de níquel, al principio éste puede no producir la reacción, pero después de 20 a 30 años desencadena la alergia porque ya se sensibilizó a ese metal. Existen otros materiales frecuentes como la goma, tintes de pelo, etc.
En todos los eccemas que se han nombrado la principal característica es la sequedad de la piel, por lo que el tratamiento que se efectúa es a base de hidratación local, en el área donde apareció el eccema, en general con cremas. Si es que no responde favorablemente, entonces se aplica un segundo tratamiento agregando pomadas con corticoides o cremas inmunomoduladoras.
“En casos más severos se recurre a medicamentos por vía oral como ser el metotrexato o la ciclosporina, incluso hoy en día hay agentes biológicos, pero estamos hablando de casos de muy difícil manejo”, agregó.
Además, el eccema puede tornarse crónico y el principal problema es la infección que puede surgir a causa de que la persona se rasque mucho. Se tratan de escozores que le causan incomodidad al paciente y a veces no son fáciles de controlar.
La peor complicación viene a ser una eritrodermia, que consiste en que a partir de la reacción alérgica se desencadenan complicaciones, el eccema se propaga por toda la piel, aumenta la deshidratación y puede existir fiebre.
Una dolencia conocida desde hace siglos
El término eccema es conocido desde antaño, y ya desde el siglo I se empleó para designar cualquier erupción cutánea.
Los términos eccema y dermatitis se emplean en general como sinónimos para describir un patrón de respuesta inflamatoria de la piel que se caracteriza, desde el punto de vista clínico, por el escozor y el polimorfismo lesional: eritema, edema, lesiones papulovesiculosas, descamación y liquenificación.
El vocablo proviene del griego “εκζμα”, que significa “que hierve”, por lo que expresa muy bien el sentido de inflamación aguda, vesiculosa y exudativa. Sin embargo, no siempre es una lesión exudativa, sino que a veces adquiere el aspecto de inflamación seca y descamativa.
En el intento de reflejar este polimorfismo clínico, se introdujo el término “dermatitis”, en aras de definir, en un sentido más amplio, cualquier tipo de reacción inflamatoria. En la práctica, ambos términos se emplean de manera indistinta.
Algunos ejemplos son el eccema atópico o dermatitis atópica, eccema del pezón o dermatitis del pezón, eccema seborreico o dermatitis seborreica, eccema herpético o dermatitis herpética.