Basura de 247 mil habitantes es recogida por 159 personas
Si bien los vecinos se quejan por el recojo de la basura y aseguran que antes había mayor eficiencia y menos acumulo de los deshechos, la directora de la Empresa Municipal de Aseo de Tarija (Emat), Dushinka Brozovich Martínez, contó que la entidad cuenta con 80 personas para el barrido y 79...
Si bien los vecinos se quejan por el recojo de la basura y aseguran que antes había mayor eficiencia y menos acumulo de los deshechos, la directora de la Empresa Municipal de Aseo de Tarija (Emat), Dushinka Brozovich Martínez, contó que la entidad cuenta con 80 personas para el barrido y 79 para la recolección de los deshechos y que el plan de trabajo establecido les permite cumplir con la limpieza de la ciudad.
Esa cantidad de trabajadores cubren todo el municipio de Tarija -capital del departamento y de la provincia Cercado- que, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), llegó a alrededor de 247 mil habitantes en 2017 y se calcula que para 2020 habrá cerca de 268.000 personas en esta región.
Barrios
Según la vicepresidenta de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Nancy Ordoñez, los ciudadanos perciben que el recojo de basura en la ciudad es regular y que antes había mayor eficiencia y que sobre todo se quejan de la basura que se acumula en las esquinas de los barrios luego de que los funcionarios de Emat realizan el barrido, pero que lo dejan amontonado y no lo recogen el mismo día.
Al respecto, Brozovich explicó que hace unos tres años tuvieron que modificar su trabajo porque hasta ese momento contaban con las personas que estaban en el Plan de Empleo Urgente Productivo (PEUP) y eran aproximadamente entre 100 a 200 que colaboraban en la limpieza de la urbe.
“Se culminó ese programa y nos quedamos con el personal efectivo”, explicó a tiempo de informar que al momento la entidad cuenta con 236 funcionarios para todas sus unidades como son barrido, recolección, mantenimiento, disposición final y administración. De esa cantidad reiteró que son 80 las señoras que se encargan del barrido y 79 -incluidos los inspectores y el encargado de área- los que realizan la recolección.
“Nos hemos organizado de manera tal que cumplimos con la limpieza de la ciudad” puntualizó. En el caso del centro de la ciudad, el barrido se realiza de lunes a sábado, mientras que los domingos se aplica un plan especial para atender los lugares que en este día reciben la afluencia de la gente como la plaza Luis de Fuentes, la plazuela Sucre, el parque Bolívar y lugares cercanos a los mercados Central y Negro.
Apuntó que con el barrido atienden un 60 por ciento de la mancha urbana y con la recolección un 90 por ciento. “Con el personal que cuento cubrimos tranquilamente esos espacios, con frecuencias y turnos, a algunos sectores vamos una vez por semana, a otros dos, nos abastecemos bien. Pero a medida que crezca la población tendremos más requerimiento”, anticipó.
Indicó que el centro de la ciudad está cubierto con el aseo, pero que proyectan planes que les permita llegar a otras zonas circundantes, que si bien lo hacen, pero que es necesario ir con mayor frecuencia.
La misteriosa desaparición de los basureros
Otra observación que realizó Nancy Ordoñez es la progresiva desaparición de los tachos basureros de las calles de la ciudad, casi con certeza supuso que o fueron robados, dañados o que quizá Emat los haya retirado. “En los barrios piden que los instalen y también letreros de ‘No echar basura’”, agregó.
Sobre el tema, Dushinka Brozovich recordó que bajo la gestión de Rolando Ruiz, la empresa colocó bastantes papeleros, unos 300, en el centro de la ciudad y las áreas dispersas, pero que posteriormente en el caso del casco urbano central tuvieron que retirarlos porque la población hacía mal uso de ellos.
“Colocaban la basura domiciliaria, que se debe dejar para el recojo, también animales muertos, restos de comida, no lo usaban para lo que está indicado el tacho, sirven solo para papeles o envases de refresco, bolsitas Karpil, envolturas de golosinas, colocaban todo en una bolsa común para la recolección y lo metían al tacho y eso no está bien”, argumentó.
Adelantó que se tiene planeado volver a instalarlos, pero en base a una estrategia a elaborarse en esta gestión, mejor ubicados, pero sostuvo que la limpieza de la urbe es una obligación compartida con sus pobladores y se debe pensar en una campaña de educación y concientización ciudadana.
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Esa cantidad de trabajadores cubren todo el municipio de Tarija -capital del departamento y de la provincia Cercado- que, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), llegó a alrededor de 247 mil habitantes en 2017 y se calcula que para 2020 habrá cerca de 268.000 personas en esta región.
Barrios
Según la vicepresidenta de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Nancy Ordoñez, los ciudadanos perciben que el recojo de basura en la ciudad es regular y que antes había mayor eficiencia y que sobre todo se quejan de la basura que se acumula en las esquinas de los barrios luego de que los funcionarios de Emat realizan el barrido, pero que lo dejan amontonado y no lo recogen el mismo día.
Al respecto, Brozovich explicó que hace unos tres años tuvieron que modificar su trabajo porque hasta ese momento contaban con las personas que estaban en el Plan de Empleo Urgente Productivo (PEUP) y eran aproximadamente entre 100 a 200 que colaboraban en la limpieza de la urbe.
“Se culminó ese programa y nos quedamos con el personal efectivo”, explicó a tiempo de informar que al momento la entidad cuenta con 236 funcionarios para todas sus unidades como son barrido, recolección, mantenimiento, disposición final y administración. De esa cantidad reiteró que son 80 las señoras que se encargan del barrido y 79 -incluidos los inspectores y el encargado de área- los que realizan la recolección.
“Nos hemos organizado de manera tal que cumplimos con la limpieza de la ciudad” puntualizó. En el caso del centro de la ciudad, el barrido se realiza de lunes a sábado, mientras que los domingos se aplica un plan especial para atender los lugares que en este día reciben la afluencia de la gente como la plaza Luis de Fuentes, la plazuela Sucre, el parque Bolívar y lugares cercanos a los mercados Central y Negro.
Apuntó que con el barrido atienden un 60 por ciento de la mancha urbana y con la recolección un 90 por ciento. “Con el personal que cuento cubrimos tranquilamente esos espacios, con frecuencias y turnos, a algunos sectores vamos una vez por semana, a otros dos, nos abastecemos bien. Pero a medida que crezca la población tendremos más requerimiento”, anticipó.
Indicó que el centro de la ciudad está cubierto con el aseo, pero que proyectan planes que les permita llegar a otras zonas circundantes, que si bien lo hacen, pero que es necesario ir con mayor frecuencia.
La misteriosa desaparición de los basureros
Otra observación que realizó Nancy Ordoñez es la progresiva desaparición de los tachos basureros de las calles de la ciudad, casi con certeza supuso que o fueron robados, dañados o que quizá Emat los haya retirado. “En los barrios piden que los instalen y también letreros de ‘No echar basura’”, agregó.
Sobre el tema, Dushinka Brozovich recordó que bajo la gestión de Rolando Ruiz, la empresa colocó bastantes papeleros, unos 300, en el centro de la ciudad y las áreas dispersas, pero que posteriormente en el caso del casco urbano central tuvieron que retirarlos porque la población hacía mal uso de ellos.
“Colocaban la basura domiciliaria, que se debe dejar para el recojo, también animales muertos, restos de comida, no lo usaban para lo que está indicado el tacho, sirven solo para papeles o envases de refresco, bolsitas Karpil, envolturas de golosinas, colocaban todo en una bolsa común para la recolección y lo metían al tacho y eso no está bien”, argumentó.
Adelantó que se tiene planeado volver a instalarlos, pero en base a una estrategia a elaborarse en esta gestión, mejor ubicados, pero sostuvo que la limpieza de la urbe es una obligación compartida con sus pobladores y se debe pensar en una campaña de educación y concientización ciudadana.
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