La Salud se convierte en el tema de la batalla política
Falta de medicamentos, deudas por las prestaciones de servicios al Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (Susat), nuevos seguros, falta de equipamiento e infraestructura, son los aspectos que aprovechan los políticos para decir que este tema es prioridad. Unos echan barro a la gestión...



Falta de medicamentos, deudas por las prestaciones de servicios al Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (Susat), nuevos seguros, falta de equipamiento e infraestructura, son los aspectos que aprovechan los políticos para decir que este tema es prioridad. Unos echan barro a la gestión de las actuales autoridades ejecutivas, y estos responden que es su gestión en la que se dio la importancia debida y se invierte en ella como nunca antes. A todo ello, el Colegio Médico salió a la palestra a pedir que no se politice el asunto.
El Gobierno, después de 12 años de estar en el poder le puso fecha a la implementación del Seguro Universal de Salud (SUS), año 2019 coincidente con las elecciones nacionales.
Aún no está claro si todo el funcionamiento será con los recursos que administran el gobierno central, o lo cargarán a los gobiernos municipales y gobernaciones, como sucedió con la Renta Dignidad o el suplemento nutricional Carmelo, entre otros programas de asistencialismo, donde se les dan más responsabilidades a las entidades subnacionales pero no aumentan el presupuesto.
El alcalde de Villa Montes, Omar Peñaranda, decidió implementar su propio seguro de salud, incluso con proyecciones de sobrepasar el número de prestaciones que tiene el Susat, aunque este último siga en vigencia y haya una duplicidad de servicio; ambos en funcionamiento con recursos públicos. El alcalde de Yacuiba, Ramiro Vallejos, también se encamina a hacer lo mismo, de hecho ya tienen el estudio para implementarlo.
El Susat, que depende de la Gobernación, tiene alrededor de una década de vigencia. Con sus luces y sombras, tanto oficialistas como opositores lo destacaron como uno de los programas más acertados, y es que fue el primero en abordar la salud como derecho universal.
Sin embargo, la Gobernación no pudo resolver las deudas contraídas hacia los municipios por el servicio de este seguro. Un solo ejemplo es que a Villa Montes le adeudaban de 18 meses, pero a la fecha solo pudieron pagarle de tres. O como sucedió en Yacuiba, que por las deudas el Hospital Rubén Celaya no tenía ni hilo para suturar heridas en el 2016.
La asambleísta Lourdes Vaca y Mauricio Lea Plaza, de Camino Al Cambio (CC), que fueron aliados de Oliva, sostiene que fue un descuido de la Gobernación, por ello también surgió el descontento en los municipios y gestaron su propio seguro, mientras que el secretario de Desarrollo Humano, Edgar Guzmán, asegura que nunca antes, ni en tiempos de bonanza económica, se atendió la salud como en esta última gestión, y que no por nada el 30 por ciento del presupuesto 2019 del ejecutivo está destinada a esa área.
El Hospital Materno Infantil y el Hospital Oncológico serán entregados presumiblemente en el 2019, también en pleno año electoral.
Entre tanto, el Alcalde de Tarija, Rodrigo Paz, hace gala de que se tiene listo el primer Hospital de Segundo nivel y otro está en cursos, aspecto al que sus antecesores no le dieron especial importancia. Además, que implementaron los centros vecinales, así brindar asistencia oportuna a la gente. Incluso, su secretario de Desarrollo Humano, Germán Hoyos, asegura que Tarija no tiene nada que envidiar a países desarrollados, en lo que refiere a número de infraestructuras por cantidad de habitantes.
Las obras de la Gobernación y del Municipio tienen fecha de entrega pero no de funcionamiento, pues aun es incierto el recurso humano, que dependen en un porcentaje mayor del Gobierno nacional. Además, de encontrar especialistas que quieran trabajar en el departamento y no opten por irse a otros países donde les ofrecen mejores condiciones laborales.
Profesionalización
Para el presidente del Colegio Médico Tarija (CMT), Jaime Márquez, se tiene que poner un alto a la politización de la salud, por ello convocaron a una cumbre Departamental de Salud, donde se tenga que analizar desde un punto de vista más técnico, en el que no solo participen los profesionales que trabajan en el rubro, sino también la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) y las autoridades. La actividad se desarrollará el 12 de septiembre. También propusieron hacer algo similar en el Chaco.
“A nosotros ni al Servicio Departamental de Salud (Sedes) nos invitaron a las reuniones que se hicieron en agosto, primero en Villa Montes y luego en Yacuiba sobre el tema salud-comentó el dirigente-. Entonces no entendemos cómo pueden abordar la temática si no están los principales actores, los que trabajan el día a día y conocen la realidad en la que está la salud en el departamento”.
Las kermés, una solución para pagar gastos de salud
En Tarija no hay un fin de semana en el que no se vea una kermés solidaria para salvar la vida de una persona enferma, y es que los familiares optan por esa actividad porque los recursos económicos ya no les alcanzan para continuar con los gastos de salud.
Algunos encuentran la cura dentro del departamento, otros se ven obligados a buscar el servicio en el interior del país, pero también salir al exterior, principalmente en Argentina, pues en Tarija no hay un hospital o un especialista que puedan tratar el mal que padecen. En cualquier de los casos, eso significa gastos económicos. Es así que la kermés se volvió en una especie de seguro de salud.
El Gobierno, después de 12 años de estar en el poder le puso fecha a la implementación del Seguro Universal de Salud (SUS), año 2019 coincidente con las elecciones nacionales.
Aún no está claro si todo el funcionamiento será con los recursos que administran el gobierno central, o lo cargarán a los gobiernos municipales y gobernaciones, como sucedió con la Renta Dignidad o el suplemento nutricional Carmelo, entre otros programas de asistencialismo, donde se les dan más responsabilidades a las entidades subnacionales pero no aumentan el presupuesto.
El alcalde de Villa Montes, Omar Peñaranda, decidió implementar su propio seguro de salud, incluso con proyecciones de sobrepasar el número de prestaciones que tiene el Susat, aunque este último siga en vigencia y haya una duplicidad de servicio; ambos en funcionamiento con recursos públicos. El alcalde de Yacuiba, Ramiro Vallejos, también se encamina a hacer lo mismo, de hecho ya tienen el estudio para implementarlo.
El Susat, que depende de la Gobernación, tiene alrededor de una década de vigencia. Con sus luces y sombras, tanto oficialistas como opositores lo destacaron como uno de los programas más acertados, y es que fue el primero en abordar la salud como derecho universal.
Sin embargo, la Gobernación no pudo resolver las deudas contraídas hacia los municipios por el servicio de este seguro. Un solo ejemplo es que a Villa Montes le adeudaban de 18 meses, pero a la fecha solo pudieron pagarle de tres. O como sucedió en Yacuiba, que por las deudas el Hospital Rubén Celaya no tenía ni hilo para suturar heridas en el 2016.
La asambleísta Lourdes Vaca y Mauricio Lea Plaza, de Camino Al Cambio (CC), que fueron aliados de Oliva, sostiene que fue un descuido de la Gobernación, por ello también surgió el descontento en los municipios y gestaron su propio seguro, mientras que el secretario de Desarrollo Humano, Edgar Guzmán, asegura que nunca antes, ni en tiempos de bonanza económica, se atendió la salud como en esta última gestión, y que no por nada el 30 por ciento del presupuesto 2019 del ejecutivo está destinada a esa área.
El Hospital Materno Infantil y el Hospital Oncológico serán entregados presumiblemente en el 2019, también en pleno año electoral.
Entre tanto, el Alcalde de Tarija, Rodrigo Paz, hace gala de que se tiene listo el primer Hospital de Segundo nivel y otro está en cursos, aspecto al que sus antecesores no le dieron especial importancia. Además, que implementaron los centros vecinales, así brindar asistencia oportuna a la gente. Incluso, su secretario de Desarrollo Humano, Germán Hoyos, asegura que Tarija no tiene nada que envidiar a países desarrollados, en lo que refiere a número de infraestructuras por cantidad de habitantes.
Las obras de la Gobernación y del Municipio tienen fecha de entrega pero no de funcionamiento, pues aun es incierto el recurso humano, que dependen en un porcentaje mayor del Gobierno nacional. Además, de encontrar especialistas que quieran trabajar en el departamento y no opten por irse a otros países donde les ofrecen mejores condiciones laborales.
Profesionalización
Para el presidente del Colegio Médico Tarija (CMT), Jaime Márquez, se tiene que poner un alto a la politización de la salud, por ello convocaron a una cumbre Departamental de Salud, donde se tenga que analizar desde un punto de vista más técnico, en el que no solo participen los profesionales que trabajan en el rubro, sino también la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) y las autoridades. La actividad se desarrollará el 12 de septiembre. También propusieron hacer algo similar en el Chaco.
“A nosotros ni al Servicio Departamental de Salud (Sedes) nos invitaron a las reuniones que se hicieron en agosto, primero en Villa Montes y luego en Yacuiba sobre el tema salud-comentó el dirigente-. Entonces no entendemos cómo pueden abordar la temática si no están los principales actores, los que trabajan el día a día y conocen la realidad en la que está la salud en el departamento”.
Las kermés, una solución para pagar gastos de salud
En Tarija no hay un fin de semana en el que no se vea una kermés solidaria para salvar la vida de una persona enferma, y es que los familiares optan por esa actividad porque los recursos económicos ya no les alcanzan para continuar con los gastos de salud.
Algunos encuentran la cura dentro del departamento, otros se ven obligados a buscar el servicio en el interior del país, pero también salir al exterior, principalmente en Argentina, pues en Tarija no hay un hospital o un especialista que puedan tratar el mal que padecen. En cualquier de los casos, eso significa gastos económicos. Es así que la kermés se volvió en una especie de seguro de salud.