En el Chaco son más frecuentes las malformaciones congénitas
La mayoría de los niños recién nacidos en el Hospital Regional San Juan de Dios que presentan alguna formación congénita, algunas que son poco frecuentes, provienen de la región chaqueña, dos profesionales recomiendan realizar estudios para determinar las causas que pueden ser...



La mayoría de los niños recién nacidos en el Hospital Regional San Juan de Dios que presentan alguna formación congénita, algunas que son poco frecuentes, provienen de la región chaqueña, dos profesionales recomiendan realizar estudios para determinar las causas que pueden ser medioambientales.
Con 29 años de trabajo en la Unidad de Neonatología, su responsable el médico Juan Manuel Jijena Durán contó que le tocó atender malformaciones congénitas de diversa índole, desde las que son incompatibles con la vida, hasta otras que pueden ser previsibles si la futura madre toma algunos recaudos como consumir ácido fólico antes de embarazarse. Sin embargo, notó que la mayoría proviene de poblaciones aledañas al río Pilcomayo.
“La mayor cantidad de parturientas que tienen bebes nacidos con malformaciones provienen del Chaco y uno concluye que puede haber alguna relación”, apuntó Jijena porque la gente de allí consume y riega sus sembradíos con agua del Pilcomayo, y este río se alimenta de los restos que las minas de Potosí arrojan, a este hecho se suma el uso de insecticidas prohibidos.
Otro factor también puede ser que las etnias del lugar son cerradas y puede haber relaciones consanguíneas, matrimonios entre parientes sabiéndolo o no, “son varios elementos que se reúnen y pueden influir. Sería bueno hacer un estudio en esa región para hallar alguna relación entre las causas”, agregó.
Incidencia
Entre tanto, el asesor -por parte del Ministerio de Salud- en genética médica del Hospital San Juan de Dios, Álvaro Peñaloza, estuvo de acuerdo con Jijena que en los últimos años hay una mayor frecuencia de nacimientos con malformaciones congénitas con una alta incidencia de la región del Chaco.
“Las malformaciones congénitas que suceden son de origen multifactorial, pueden tener diversos orígenes, drogas, medicación, el uso de pesticidas. En los cinco años que estoy trabajando en Tarija hubo un incremento sustancial en malformaciones, específicamente de mamás que viene del Chaco, de Bermejo, Villa Montes y Yacuiba”, sostuvo.
Desde su percepción se podría deber al uso de pesticidas en el agro y la calidad del agua del rio Pilcomayo podría tener su relevancia, porque la gran mayoría de la gente de esa región la utiliza para consumo y riego, “lo que puede conllevar una causa importante de las malformaciones congénitas”.
Del total de pacientes que ingresan al Hospital con este tipo de dolencias y alteraciones genéticas, un 60 por ciento provienen del Chaco, por lo que primero se debería hacer un estudio para detectar las causas que predisponen para este tipo de malformaciones, relacionarlos con la edad de las mamás, que en su mayoría son muy jóvenes de entre 15 y 17 años, lo cual no es adecuado para la gestación.
Paralelamente realizar exámenes del lugar, un análisis del agua, de los suelos, aunque para este trabajo se necesita mucha inversión económica, pero es necesario para luego implementar políticas de prevención.
“Actualmente, de manera preventiva, lo que hacemos en el hospital es planificación familiar genética, ver que las mujeres consuman ácido fólico antes de embarazarse para evitar algunas malformaciones congénitas en el nuevo bebe”, adelantó.
Se registran anomalías incompatibles con la vida
Dos malformaciones congénitas que son incompatibles con la vida son las cráneo encefálicas, el niño nace sin nada que le cubra la cabeza y el cerebro virtualmente se encuentra sin protección. Otra bastante rara es la Pentalogía de Cantrell, que supone una ausencia completa de los músculos del abdomen y la parte inferior de esternón de tal manera que los intestinos, bazo, hígado y el corazón se encuentran fuera del cuerpo.
[gallery ids="48016,48017"]
Con 29 años de trabajo en la Unidad de Neonatología, su responsable el médico Juan Manuel Jijena Durán contó que le tocó atender malformaciones congénitas de diversa índole, desde las que son incompatibles con la vida, hasta otras que pueden ser previsibles si la futura madre toma algunos recaudos como consumir ácido fólico antes de embarazarse. Sin embargo, notó que la mayoría proviene de poblaciones aledañas al río Pilcomayo.
“La mayor cantidad de parturientas que tienen bebes nacidos con malformaciones provienen del Chaco y uno concluye que puede haber alguna relación”, apuntó Jijena porque la gente de allí consume y riega sus sembradíos con agua del Pilcomayo, y este río se alimenta de los restos que las minas de Potosí arrojan, a este hecho se suma el uso de insecticidas prohibidos.
Otro factor también puede ser que las etnias del lugar son cerradas y puede haber relaciones consanguíneas, matrimonios entre parientes sabiéndolo o no, “son varios elementos que se reúnen y pueden influir. Sería bueno hacer un estudio en esa región para hallar alguna relación entre las causas”, agregó.
Incidencia
Entre tanto, el asesor -por parte del Ministerio de Salud- en genética médica del Hospital San Juan de Dios, Álvaro Peñaloza, estuvo de acuerdo con Jijena que en los últimos años hay una mayor frecuencia de nacimientos con malformaciones congénitas con una alta incidencia de la región del Chaco.
“Las malformaciones congénitas que suceden son de origen multifactorial, pueden tener diversos orígenes, drogas, medicación, el uso de pesticidas. En los cinco años que estoy trabajando en Tarija hubo un incremento sustancial en malformaciones, específicamente de mamás que viene del Chaco, de Bermejo, Villa Montes y Yacuiba”, sostuvo.
Desde su percepción se podría deber al uso de pesticidas en el agro y la calidad del agua del rio Pilcomayo podría tener su relevancia, porque la gran mayoría de la gente de esa región la utiliza para consumo y riego, “lo que puede conllevar una causa importante de las malformaciones congénitas”.
Del total de pacientes que ingresan al Hospital con este tipo de dolencias y alteraciones genéticas, un 60 por ciento provienen del Chaco, por lo que primero se debería hacer un estudio para detectar las causas que predisponen para este tipo de malformaciones, relacionarlos con la edad de las mamás, que en su mayoría son muy jóvenes de entre 15 y 17 años, lo cual no es adecuado para la gestación.
Paralelamente realizar exámenes del lugar, un análisis del agua, de los suelos, aunque para este trabajo se necesita mucha inversión económica, pero es necesario para luego implementar políticas de prevención.
“Actualmente, de manera preventiva, lo que hacemos en el hospital es planificación familiar genética, ver que las mujeres consuman ácido fólico antes de embarazarse para evitar algunas malformaciones congénitas en el nuevo bebe”, adelantó.
Se registran anomalías incompatibles con la vida
Dos malformaciones congénitas que son incompatibles con la vida son las cráneo encefálicas, el niño nace sin nada que le cubra la cabeza y el cerebro virtualmente se encuentra sin protección. Otra bastante rara es la Pentalogía de Cantrell, que supone una ausencia completa de los músculos del abdomen y la parte inferior de esternón de tal manera que los intestinos, bazo, hígado y el corazón se encuentran fuera del cuerpo.
[gallery ids="48016,48017"]