La reinserción de Simba, el puma que vivía atormentado en el Zoo
Acostumbrado a vivir en un espacio pequeño en el antiguo Zoológico “Oscar Alfaro”, el puma “Simba” había adoptado ciertas conductas defensivas, tenía que soportar no solo su encierro, sino también las agresiones de los visitantes, los niños que le gritaban, otros que le tiraban...



Acostumbrado a vivir en un espacio pequeño en el antiguo Zoológico “Oscar Alfaro”, el puma “Simba” había adoptado ciertas conductas defensivas, tenía que soportar no solo su encierro, sino también las agresiones de los visitantes, los niños que le gritaban, otros que le tiraban desde pipocas hasta piedras para llamar su atención, empezó a contar el veterinario del Bioparque Urbano Central, Luis Morales.
El antiguo zoológico albergaba por más de una década a unos 60 animales de diferentes especies. En jaulas no mayor a los cinco metros por seis o siete de largo, incluso perímetros inferiores, que sólo permitían a los felinos dar incansables y estresantes vueltas rutinarias en el mismo lugar. Las frías y duras jaulas de cemento, con rejas oxidadas, era el único espacio que conocían.
Luego de su traslado a un nuevo ambiente, mucho más amplio, con espacio para correr, con árboles para trepar, al principio Simba mantenía su conducta retraída, sólo daba las vueltas a las que estaba acostumbrado, cuando se le aproximaba alguna persona se ponía a la defensiva y en actitud amenazante.
Fue un trabajo de paciencia, contó Morales, hacer que vaya tomando confianza, que se vaya apropiando del amplio espacio que ahora disponía, de darle un trato amable y, actualmente, es un felino que adquirió la seguridad de aproximarse a sus custodios, incluso deja que lo acaricien y responde al llamado de su nombre.
El lugar también cuenta con una laguna artificial – que alberga carpas naranjas y albinas- en cuyo centro hay una isla de unos 500 metros cuadrados y donde fueron alojados 14 monos capuchinos, a la distancia se los puede observar en libertad en un medio hábitat diseñado para ellos. Sin embargo había uno, deambulado por el parque, se había escapado.
Morales explicó que el primate había aprendido a nadar y que son frecuentes sus huidas de la isla, aunque no suele ir muy lejos.
Albergue
El Bioparque – que depende del Gobierno Municipal- está atendido por una administradora, una bióloga, un veterinario y siete guarda parques que custodian las 35 hectáreas que comprende el lugar que alberga a los más de 70 animales silvestres entre los que se encuentran, aparte de los monos, seis jaguares que nacieron en cautiverio, un hábitat con cinco cóndores con el suficiente espacio para planear, seis pumas adultos y otros tres que están dejando de ser cachorros, además de taitetús, loros, parabas, tortugas, carcanchos y un socorí.
Nos hemos constituido en el primer Bioparque a nivel nacional, sostuvo Morales, según el nuevo reglamento de centros de custodia de fauna silvestre, están autorizados por la autoridad competente para la custodia de este tipo de animales.
Entretanto, en la Dirección de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Gobernación explicaron que tienen una coordinación muy cerrada con el Municipio y la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma) para intervenir en el comercio ilegal de animales silvestres, se los secuestra y remite al Bioparque.
Se los entrega con un acta para la tenencia temporal de los animales, luego se realiza un control para verificar si los animales están en condiciones para su liberación, si son especies no nativas se ve la mejor forma de que se queden en el Bioparque porque no se las puede liberar en un hábitat que no es el de ellos. Existen protocolos que se deben seguir de acuerdo a las normas en vigencia.
Cautiverio y calidad de vida para los animales
Muchos de los animales que se encuentran en el Bioparque Urbano Central han sido producto del tráfico de fauna silvestre, explicó Luis Morales, lamentablemente estos no pueden ser reintroducidos a su hábitat por lo tanto están destinados vivir en cautiverio toda su vida.
“Nuestro trabajo como centro de custodia de fauna silvestre es tratar de darles la mejor calidad de vida que puedan tener –subrayó- y que la gente comprenda su importancia dentro de un ecosistema, porque acabar con estas especies alteraría el ciclo en general”.
LEA TAMBIÉN: Quedan dos pumas para culminar el traslado de los animales del Zoo
[gallery type="rectangular" ids="12583,12584"]
El antiguo zoológico albergaba por más de una década a unos 60 animales de diferentes especies. En jaulas no mayor a los cinco metros por seis o siete de largo, incluso perímetros inferiores, que sólo permitían a los felinos dar incansables y estresantes vueltas rutinarias en el mismo lugar. Las frías y duras jaulas de cemento, con rejas oxidadas, era el único espacio que conocían.
Luego de su traslado a un nuevo ambiente, mucho más amplio, con espacio para correr, con árboles para trepar, al principio Simba mantenía su conducta retraída, sólo daba las vueltas a las que estaba acostumbrado, cuando se le aproximaba alguna persona se ponía a la defensiva y en actitud amenazante.
Fue un trabajo de paciencia, contó Morales, hacer que vaya tomando confianza, que se vaya apropiando del amplio espacio que ahora disponía, de darle un trato amable y, actualmente, es un felino que adquirió la seguridad de aproximarse a sus custodios, incluso deja que lo acaricien y responde al llamado de su nombre.
El lugar también cuenta con una laguna artificial – que alberga carpas naranjas y albinas- en cuyo centro hay una isla de unos 500 metros cuadrados y donde fueron alojados 14 monos capuchinos, a la distancia se los puede observar en libertad en un medio hábitat diseñado para ellos. Sin embargo había uno, deambulado por el parque, se había escapado.
Morales explicó que el primate había aprendido a nadar y que son frecuentes sus huidas de la isla, aunque no suele ir muy lejos.
Albergue
El Bioparque – que depende del Gobierno Municipal- está atendido por una administradora, una bióloga, un veterinario y siete guarda parques que custodian las 35 hectáreas que comprende el lugar que alberga a los más de 70 animales silvestres entre los que se encuentran, aparte de los monos, seis jaguares que nacieron en cautiverio, un hábitat con cinco cóndores con el suficiente espacio para planear, seis pumas adultos y otros tres que están dejando de ser cachorros, además de taitetús, loros, parabas, tortugas, carcanchos y un socorí.
Nos hemos constituido en el primer Bioparque a nivel nacional, sostuvo Morales, según el nuevo reglamento de centros de custodia de fauna silvestre, están autorizados por la autoridad competente para la custodia de este tipo de animales.
Entretanto, en la Dirección de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Gobernación explicaron que tienen una coordinación muy cerrada con el Municipio y la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma) para intervenir en el comercio ilegal de animales silvestres, se los secuestra y remite al Bioparque.
Se los entrega con un acta para la tenencia temporal de los animales, luego se realiza un control para verificar si los animales están en condiciones para su liberación, si son especies no nativas se ve la mejor forma de que se queden en el Bioparque porque no se las puede liberar en un hábitat que no es el de ellos. Existen protocolos que se deben seguir de acuerdo a las normas en vigencia.
Cautiverio y calidad de vida para los animales
Muchos de los animales que se encuentran en el Bioparque Urbano Central han sido producto del tráfico de fauna silvestre, explicó Luis Morales, lamentablemente estos no pueden ser reintroducidos a su hábitat por lo tanto están destinados vivir en cautiverio toda su vida.
“Nuestro trabajo como centro de custodia de fauna silvestre es tratar de darles la mejor calidad de vida que puedan tener –subrayó- y que la gente comprenda su importancia dentro de un ecosistema, porque acabar con estas especies alteraría el ciclo en general”.
LEA TAMBIÉN: Quedan dos pumas para culminar el traslado de los animales del Zoo
[gallery type="rectangular" ids="12583,12584"]