Solo 3 marcas de sal cumplen con el nivel de yodo exigido
En Tarija solo tres marcas de sales cumplen con los niveles de yodación exigido por el Ministerio de Salud. Este resultado fue fruto de un análisis de laboratorio realizado en marzo, por lo cual se pide a la población tener cuidado al momento de comprar este producto, pues el consumir los que...
En Tarija solo tres marcas de sales cumplen con los niveles de yodación exigido por el Ministerio de Salud. Este resultado fue fruto de un análisis de laboratorio realizado en marzo, por lo cual se pide a la población tener cuidado al momento de comprar este producto, pues el consumir los que están fuera de los parámetros establecidos aumenta el riesgo de contraer dos tipos de enfermedades.
El comunicado del Servicio Departamental de Salud (Sedes) indica que las marcas de sales recomendadas para el consumo son, Gerli, Rosisal y Rosario Flor Blanca, las cuales están dentro de los parámetros establecidos, que es de 40 a 80 partes por millón, que deben estar con yodato de potasio.
La responsable del Programa Departamental de Nutrición, Elva Gisbert, explicó que si una mujer gestante consume sal que no contenga yodo, su bebé corre el riesgo de nacer con cretinismo, que es una deficiencia mental.
Por otro lado, la especialista indicó que al no consumir sal yodada el riesgo es que la persona desarrolle hipotiroidismo, que es una enfermedad hormonal y se presenta en distintos grados, el más severo es el bocio, que es el agrandamiento de la glándula toroide.
“San Lorenzo es el municipio que todavía reporta casos de hipotiroidismo en pacientes mayores-comentó Gisbert-. Nosotros debemos estar vigilando que las sales cumplan con la fortificación, lo hacemos, sacamos muestras de sal de las tiendas y las enviamos a laboratorio, para ver que estén cumpliendo, luego esos resultados los pasamos a los municipios para que socialicen con la población cuáles son las marcas que están recomendadas para el consumo”.
El Ministerio de Salud también hace referencia a este tema, pues, desde esa institución se recomienda consumir hasta cinco gramos de sal yodada al día, porque el yodo previene el cretinismo y coadyuva al desarrollo físico y neurológico de niños y niñas.
De acuerdo a datos nacionales, en 1981 Bolivia era uno de los países con “mayor” prevalencia de bocio y cretinismo en las Américas, tomando en cuenta que 6 de cada 10 bolivianos tenía bocio y uno de cada 100 cretinismo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), el cretinismo endémico, que incluye sordomudez y retardo mental, empieza en la infancia. La carencia de yodo en una mujer durante el embarazo puede llevar al nacimiento de un niño con ese mal.
Por otro lado, cuando se excede más de cinco gramos es contraproducente, aunque tenga los niveles de yodación necesaria, pues puede afectar la presión arterial y desencadenar en enfermedades no trasmisibles.
Los niveles del suelo determinan la yodación
Los niveles de yodo en el suelo varían de un lugar a otro y esto determina la cantidad de yodo presente en los alimentos que se cultivan en diferentes lugares y en el agua. El suelo filtra el yodo que fluye a las quebradas y ríos y terminan por lo general en el océano.
Muchas áreas donde el bocio endémico es o ha sido predominante, son mesetas o áreas de montaña o tierras planas lejos del mar. De acuerdo al Ministerio de Salud, Bolivia, al ser un país mediterráneo requiere continuar con la estrategia de fortificación de la sal con yodo, con el fin de prevenir los desórdenes por deficiencia de este mineral en la población.
En Tarija, la mayor cantidad de sales que están a la venta en los mercados son procedentes de Oruro y Potosí, y según el Sedes, no todas cumplen con los parámetros de yodación.
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El comunicado del Servicio Departamental de Salud (Sedes) indica que las marcas de sales recomendadas para el consumo son, Gerli, Rosisal y Rosario Flor Blanca, las cuales están dentro de los parámetros establecidos, que es de 40 a 80 partes por millón, que deben estar con yodato de potasio.
La responsable del Programa Departamental de Nutrición, Elva Gisbert, explicó que si una mujer gestante consume sal que no contenga yodo, su bebé corre el riesgo de nacer con cretinismo, que es una deficiencia mental.
Por otro lado, la especialista indicó que al no consumir sal yodada el riesgo es que la persona desarrolle hipotiroidismo, que es una enfermedad hormonal y se presenta en distintos grados, el más severo es el bocio, que es el agrandamiento de la glándula toroide.
“San Lorenzo es el municipio que todavía reporta casos de hipotiroidismo en pacientes mayores-comentó Gisbert-. Nosotros debemos estar vigilando que las sales cumplan con la fortificación, lo hacemos, sacamos muestras de sal de las tiendas y las enviamos a laboratorio, para ver que estén cumpliendo, luego esos resultados los pasamos a los municipios para que socialicen con la población cuáles son las marcas que están recomendadas para el consumo”.
El Ministerio de Salud también hace referencia a este tema, pues, desde esa institución se recomienda consumir hasta cinco gramos de sal yodada al día, porque el yodo previene el cretinismo y coadyuva al desarrollo físico y neurológico de niños y niñas.
De acuerdo a datos nacionales, en 1981 Bolivia era uno de los países con “mayor” prevalencia de bocio y cretinismo en las Américas, tomando en cuenta que 6 de cada 10 bolivianos tenía bocio y uno de cada 100 cretinismo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), el cretinismo endémico, que incluye sordomudez y retardo mental, empieza en la infancia. La carencia de yodo en una mujer durante el embarazo puede llevar al nacimiento de un niño con ese mal.
Por otro lado, cuando se excede más de cinco gramos es contraproducente, aunque tenga los niveles de yodación necesaria, pues puede afectar la presión arterial y desencadenar en enfermedades no trasmisibles.
Los niveles del suelo determinan la yodación
Los niveles de yodo en el suelo varían de un lugar a otro y esto determina la cantidad de yodo presente en los alimentos que se cultivan en diferentes lugares y en el agua. El suelo filtra el yodo que fluye a las quebradas y ríos y terminan por lo general en el océano.
Muchas áreas donde el bocio endémico es o ha sido predominante, son mesetas o áreas de montaña o tierras planas lejos del mar. De acuerdo al Ministerio de Salud, Bolivia, al ser un país mediterráneo requiere continuar con la estrategia de fortificación de la sal con yodo, con el fin de prevenir los desórdenes por deficiencia de este mineral en la población.
En Tarija, la mayor cantidad de sales que están a la venta en los mercados son procedentes de Oruro y Potosí, y según el Sedes, no todas cumplen con los parámetros de yodación.
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