Animación, el arte que da vida a los sueños
En el Día Internacional de la Animación, la madre del cine, celebramos a quienes han hecho posible esta magia y recordamos el valor de una técnica que nos invita a ver con el corazón y la imaginación.



Cada 28 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Animación, una forma de arte que nos ha regalado historias inolvidables y personajes que traspasan la pantalla. Desde sus primeros experimentos, la animación ha evolucionado de un conjunto de dibujos en movimiento a un despliegue de creatividad que mezcla arte, tecnología y emoción en cada fotograma. Hoy recordamos sus orígenes, a sus grandes exponentes y el lugar único que ocupa en el mundo del arte.
Viaje en el tiempo
La historia de la animación comienza en el siglo XIX, cuando inventores como el francés Émile Reynaud experimentaron con dispositivos ópticos como el praxinoscopio, permitiendo que las imágenes parecieran moverse. A Reynaud le siguieron otros pioneros, como los hermanos Lumière en Francia y Winsor McCay en Estados Unidos, quien creó uno de los primeros cortometrajes animados, Gertie the Dinosaur, en 1914.
Sin embargo, el verdadero auge llegó en 1928 con Steamboat Willie, donde Walt Disney presentó al mundo a Mickey Mouse. Este hito revolucionó la industria y consolidó a Disney como una de las figuras más influyentes en la historia de la animación.
Los grandes
Nombres como el de Hayao Miyazaki y su estudio Ghibli en Japón, que han creado clásicos inolvidables como El viaje de Chihiro y La Princesa Mononoke, han elevado la animación a un arte con profundas reflexiones sobre la naturaleza y la humanidad.
Estudios como Pixar y DreamWorks han marcado tendencias con películas en 3D como Toy Story, Shrek y Coco, que exploran temas universales con tecnología avanzada y una estética brillante.
En Sudamérica, el argentino Manuel García Ferré es una figura clave, conocido por personajes icónicos como Hijitus, mientras que el brasileño Carlos Saldanha nos ha hecho reír con películas como La Era de Hielo y Río.
De lo clásico a lo digital
El arte de la animación abarca múltiples técnicas, cada una con su encanto y desafío. La animación tradicional o 2D, que surgió con dibujos hechos a mano y pintados en celdas, sigue siendo una técnica amada por su calidez y fluidez. Luego llegó la animación por computadora o 3D, que con películas como Toy Story abrió un universo de posibilidades.
También tenemos la animación stop-motion, donde figuras de plastilina, papel o materiales cotidianos cobran vida fotograma a fotograma, como en El extraño mundo de Jack o Coraline, y en el trabajo de exponentes más experimentales, como los hermanos Quay o el cineasta y creador checo, Jan Švankmajer.
En la actualidad, las tendencias se enfocan en técnicas de animación híbrida, combinando 2D y 3D, y haciendo uso de inteligencia artificial para crear personajes aún más realistas.