Pablo Canedo, embajador del vino, la música y la patria
El abogado, deportista y empresario fue uno de los invitados de honor en el vuelo inaugural de Boliviana de Aviación (BoA) hacia la ciudad de Asunción, Paraguay.
Pronto se cumplirán tres meses del vuelo inaugural de BoA a la ciudad de Asunción, Paraguay. Pura Cepa estuvo presente, constatando que los paraguayos prefieren el cabernet sauvignon boliviano por encima del argentino, un halago de la nación vecina que rápidamente ha desarrollado su economía gracias a una política muy abierta a la inversión empresarial.
Con la mitad de territorio y población, y un producto interno bruto que no alcanzaba ni a la mitad del nuestro, hoy estamos a la par con Paraguay. Asunción es como Santa Cruz de la Sierra hace 30 años. La Cámara Binacional Boliviano-paraguaya prevé su crecimiento y recomienda a los bolivianos hacer alianzas estratégicas en rubros como los servicios de software, y posicionamiento de productos destacados como el café y el vino.
Ahí está el potencial para la nueva industria. Falta concretar la conectividad aérea, terrestre, el vínculo turístico. Y sobre esto habló Pablo Canedo a Pura Cepa en esta entrevista especial a más de 10 mil metros de altura.
Pura Cepa (PC). ¿Qué significa ser parte de este primer vuelo a Asunción, Paraguay?
Pablo Canedo (PAB). Es maravilloso ser parte de algo tan grande. En la era moderna, cuando una línea bandera llega a otro país por primera vez, es abrir una puerta que para siempre va a ayudar a que se unan los pueblos. Cómo no hacerlo con canto, arte. Vinculamos desde otra esfera a la emoción, a las ilusiones que tenemos como ciudadanos del mundo y pueblos hermanos. Puedo decir que he cantado una cueca el primer día que aterrizaba mi línea aérea. Es un honor para mí.
PC. Son nuevas memorias que se crean entre pueblos que alguna vez fueron enemigos.
PAB. Existimos gracias a la Guerra del Chaco. Mi abuelo llegó de Cochabamba a pelear, con guitarra y bandolina, era músico. Imagínate esos momentos cercanos a la muerte. Luego llega a Tarija, se casa con mi abuela, que es tarijeña, nacen mi padre y sus hermanos, de ahí vengo yo. Sin la Guerra del Chaco, quizá no hubiera existido. Esas cosas del destino están conectadas y nos toca devolver, esta vez en la esfera del arte, lo que representa la paz de dos pueblos que hoy pueden ser ejemplo en el mundo. Después de que pasara tanta angustia y dolor, lo único que importa es la paz.
PC. Como embajador del vino, ¿qué expectativa tienes?
PAB. Definitivamente, el mercado paraguayo es apto para los vinos y singanis bolivianos. Estamos representando a todas las bodegas, y vamos a ver la mayor cantidad de contactos posibles. En mi experiencia como diplomático y embajador de la marca, he encarado varios negocios en Estados Unidos donde pudimos hacer la gestión del singani, queda algo claro: lo único que realmente fortalece estos vínculos es el comercio. Y no es malo, ayuda a crear alianzas y abrir caminos. Vas a ver la cantidad de gente que va a venir a conocer Tarija, que particularmente es un departamento que, por relación histórica, tiene una obligación con Boquerón. Hemos podido trabajar estos últimos años, producimos, la eficiencia en ciertos casos es más alta, en la ganadería, por ejemplo. Pero no tienen vino, y el valle central está a 200 kilómetros de la frontera paraguaya. Turismo seguro.
PC. ¿Qué aspectos hay que abordar para que florezca el turismo en Tarija?
PAB. La infraestructura es clave. Si podemos terminar los caminos que a Tarija con la red vial que va al oriente, tenemos 38 kilómetros pendientes en la ruta Palos Blancos-Villa Montes, y los 15 kilómetros de Villa Montes con la frontera de Paraguay, has conectado y creado el corredor bioceánico, automáticamente. Es fundamental. Tienes eso y tienes al Paraguay visitándonos. Estamos muy cerca de comenzar otra etapa, y una gran cosa que tenemos que sentir como latinoamericanos es la Patria Grande, sentirnos parte de ella. Y la interconectividad que comienza con Santa Cruz-Asunción, hay que pensarla como un eje Santa Cruz-Tarija-Asunción-Salta. Tenemos que estudiarlo y lograrlo quizá con una flota de otra dimensión. El turismo en Tarija, según algunas cifras oficiales, está igualando e incluso superando al turismo en Uyuni. Más de 400 mil visitantes este año. Y tenemos más de un millón 800 mil turistas en Salta, al año. Imagínate ese corredor. Para nosotros, esa es la visión, y está vinculada al enoturismo. Tenemos que invertir y traer inversión de Paraguay. Imagínate que pudieran tener hotelería en Tarija, servicio de transporte, vuelos tipo chárter. Por qué no habilitar eso que nos permita generar una economía regional, que al final ayuda al país porque es transversal.
PC. ¿Eso requiere voluntad política o está sólo en manos privadas?
PAB. Siempre es voluntad política, más en un país que tiene una excelente visión. Esto es el resultado, y hay que seguir insistiendo con estadísticas, cuántos visitantes se proyectan, cómo va el flujo de transporte pesado de carga, los tipos de mercadería. El Paraguay es un punto muy importante para nosotros. En producción agrícola y ganadería, hay mucho que aprender, y estamos en buen momento. Las condiciones están dadas y los paraguayos son gente maravillosa. Hay esperanzas. Tenemos que erradicar la queja. Hemos confundido oposición y crítica constructiva con queja y lamento. Tenemos que generar buena capacidad de pensamiento. Si hacemos eso, cambia todo. Nunca hemos tenido tan buenas condiciones como ahora. ¿Cuándo hemos estado tan interconectados, con caminos, línea aérea propia? Hay muchas cosas a las que tenemos que dar valor. A los pueblos les cuesta mucho desarrollarse, y en Bolivia, por las dificultades geográficas que tenemos, hemos logrado esta oportunidad de avanzar. El mundo nos ve bien, los bolivianos son gente respetada, trabajadora, honesta, apegada a sus costumbres. Eso me hace sentirme orgulloso.