El arpa de Belén Vera Fleitas (VIDEO)
La música de otros lugares no es su favorita, pues la joven adora la de su país.



Para Belén Vera Fleitas, tocar el arpa es cosa sencilla. Sólo hay que practicar mucho, eso sí, unas cuatro horas al día, por lo menos. “No es tan difícil, sólo tienes que tener el control de tus manos”, dice a cuanto periodista boliviano se le acerca en los momentos de pausa que hace entre las interpretaciones de polkas y guaranias que brotan de una hermosa arpa fabricada por el lutier Salomón Sanabria.

Tiene 17 años, y comenzó a estudiar el instrumento desde que tenía 9, por influencia de un tío suyo, gran arpista al que vio ejecutar el instrumento cuando apenas tenía 7. “A los años siguientes, me regalaron mi primera arpa, y a los 10 empecé a practicar en serio”, rememora Belén.
Como para todo adolescente, el colegio es quizá lo de menos, más aún cuando tiene a mano un instrumento tan emblemático de su país, y tan lleno de posibilidades. A toda la delegación boliviana que conformó la primera tripulación del vuelo inaugural de Boliviana de Aviación hacia Asunción, Paraguay, le fascinó la música y la manera en que Belén la interpretaba.
Además del arpa, ella se interesa por la electricidad, y piensa que es posible, si es que no sigue con la música, perseguir una carrera de Ingeniería Aeronáutica o Eléctrica. Sin duda en Luque y Asunción aprecian mucho su presencia escénica y la fineza con la que interpreta, pues se la puede ver en muchos eventos públicos, y es común que el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi se llene con su música para recibir y despedir a los viajeros.
También suele compartir escenario con otros arpistas y músicos. Dice que el arpa se lleva muy bien con la guitarra, que lo más importante para mantenerla es cambiarle las cuerdas con frecuencia, “se desafinan muy rápido”, y que, aunque podría parecer fácil, la técnica del arpa no le permite tocar otros instrumentos. “Intenté, pero para mí fue muy difícil. Es una técnica totalmente distinta”.