Grillo Villegas en Tarija
Más de dos horas y media de rock boliviano, profundo, amoroso, trascendental, dieron vida al público la noche del viernes 19 de agosto.



El Grillo trajo una banda prolija, de primera división, entrenada en 9 presentaciones que culminaron en una décima para cerrar el tour del 2022 en el Teatro de la Casa de la Cultura. Venían algo cansados, pero llegaron “a casa”. El recital fue amoroso, un evento familiar. Después de 8 años, Grillo Villegas venía a ver a sus amistades chapacas. Hasta el Motete se llevó un saludo fraterno.
A ratos, Grillo bromeaba con traerse singanito de contrabando al escenario, contaba las viejas tocadas en Vértigo, las continuadas en casas de amistades hasta amanecer. En un momento, se quedó solo en escenario, abierto a los pedidos del público. “¡Alas!” “¡Huye el sol!”, gritaban, y algunas fueron complacidas. Todo el público cantando una guitarreada eléctrica.
La amistad fue la nota. Hasta la Mayra González tuvo su momento, porque el Grillo es amigo y le deja presentar sus nuevas canciones. La cosa es el baile. Cómo habrá sido en las otras ciudades de la gira, pero acá el público no se paró a bailar. Y no es que sean las butacas del teatro que ocupan el campo. Es una comodidad que hay que sacudir para salir del hermetismo y que no se nos entumezca el esqueleto antes de la muerte.