El arte de Adriana Cuba
Con 20 años de edad, Adriana Cuba Ortega ya ha participado de 3 exposiciones y sigue adelante aprendiendo nuevas técnicas, siempre en constante cambio y mejora.



Adriana Cuba es una joven artista tarijeña, amante de los gatos, estudiante de Diseño Gráfico y Comunicación Visual, disciplina a partir de la cual ha realizado trabajos como la personalización de poleras, zapatillas y pantalones, stickers personalizados, y diseño, creación y manejo de identidad visual para emprendimientos y personas. Sin embargo, su arte es la expresión de una parte sensible de su mundo interior, una manera de dar forma, cuerpo y hasta voz al cúmulo de sentimientos, sensaciones y emociones de la humanidad y la juventud. “Influye mucho cómo me siento y lo que pasa en mi caótica mente. Suelo abordar la soledad, la melancolía, la tristeza, la muerte, la naturaleza, los animales, la ansiedad, la anatomía y el quiebre del Ser”.
“Me gustaría hacer algo que genere conciencia sobre las enfermedades y trastornos mentales, que no sean simples expresiones de cómo represento lo que es tener una crisis ansiosa”
Su imaginario resuena con estilos artísticos de movimientos históricos como el expresionismo y el surrealismo, que son los que más pueden percibirse en sus ilustraciones, dibujos y pinturas como “pequeñas gotas de locura”. La primera exposición en la que participó se hizo en el Patio del Cabildo, allá en 2017, cuando sus maestros de dibujo decidieron hacerla parte de la muestra. En 2019, la exposición de arte de su colegio tuvo una cantidad predominante de cuadros de su autoría. Otro hito que recuerda con gusto es el reto “Graficalaca”, organizado por el medio digital Muy Waso, que consistió en realizar un dibujo inspirado en las leyendas de Bolivia cada día del mes de octubre. “Solo lograron completarlo pocas personas. Los que lo logramos, recibimos premios”.
Adriana encuentra en su familia y amigos el soporte para hacer lo que ama. “Siempre están apoyando mis ideas, que a veces son un tanto locas. Me ayudan mucho en mi trabajo creativo, ya que les pido su opinión constantemente para ver qué puedo mejorar”. Aunque hoy puede decirse que su obra tiene un tinte melancólico, la artista está abierta a explorar cualquier tema “aunque sea una vez”, y no duda en que llegará a tocar la tranquilidad y el bienestar. “Me gustaría hacer algo que genere conciencia sobre las enfermedades y trastornos mentales, que no sean simples expresiones de cómo represento lo que es tener una crisis ansiosa”.
A veces acompaña sus obras con algunas cosas que escribe. “He escrito poemas y un par de libros, pero no me he animado a compartirlos”, dice la joven artista y bromea con que suele denominarse como una “escritora fracasada”. Ese juicio prematuro se transformará con el tiempo, pues Adriana está segura que, así que pasen cinco años o una vida, no dejará de hacer lo que le gusta.