Ximena Delgado Soruco: “La convivencia de las medicinas es el futuro” (I)
La doctora tarijeña es especialista en Medicina Ayurveda. Pura Cepa presenta sus perspectivas, intuiciones y recorrido en un especial de cinco partes.
En su adolescencia, Ximena entendió que la Medicina es una de las ramas más humanas del conocimiento, una forma de estar en el centro de los procesos colectivos. “Tengo una madre que ha trabajado toda su vida en el hospital público, y he crecido en esos pasillos, en contacto con enfermeras, mucamas y bioquímicas. Quizá utópicamente, me parece que es la comunidad sanadora. Decidí estudiar Medicina con el deseo de pertenecer a esa comunidad”.
Cursó 5 años de facultad teórica y práctica, y un año más de provincia, prestando servicio en el Centro de Salud Tabladita. Un estudio en tiempo y forma. “A mí me encanta estudiar. Soy nerd. Me fascina todo lo que tenga un origen, una causa. Me parece que es divertido. Soy una persona súper curiosa”, relata la doctora que encontró un desafío en su carrera al comenzar la especialización.
“Me fascina todo lo que tenga un origen, una causa. Me parece que es divertido. Soy una persona súper curiosa”
En 2011, Ximena viajó a Buenos Aires, cuna académica. “Al llegar, legalicé mi título. Antes, había una homologación en tres meses y todo el mundo se iba a Argentina a estudiar, pero un grupo de bolivianos había falsificado muchos títulos, y cuando llegué ya exigían exámenes y cobros”. Ximena estudió a fondo el sistema de salud argentino, avaló su título y aprovechó el tiempo para formarse en Evidencia Clínica en la Facultad de Salud Pública.
Dos años después, comenzó la especialidad en Cirugía General en el Hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay. “En ese entonces, ya Buenos Aires me parecía muy caótica y me fui a la provincia de Entre Ríos pensando que era el lugar más verde. Pero era mentira. Era la ciudad más verde con casinos y burdeles, y la especialidad se volvió una cuestión de ego, de lograr ciertos hitos como componer o sacar un apéndice, o recomponer un colon que ya no funciona”.
Se retiró de la especialidad en 2014, sintiendo que había algo más que eso. Pero al ser hija de madre y padre académicos, le costaba entender qué era. “En mi imaginario tarijeño y boliviano, no existía. Siempre obtuve el primer lugar en los exámenes, y accedí con mucha facilidad a Emergencias en el Hospital San Martín de La Plata, que me parecía una forma de actuar disminuyendo la tasa de mortalidad en el sistema de salud en el que vivimos”.
Sin embargo, Ximena encontró inconsistencias en su proceso formativo. “Nosotros utilizábamos mucho la evidencia clínica. En una tarea, encontramos que se estaba usando CBD (cannabidiol) para tratar estrés postraumático y trauma cráneo encefálico. La docente descalificó ese estudio en un ateneo clínico, y eso me generó un cuestionamiento. ¿Por qué si hay algo que está avalado por la ciencia en Estados Unidos, Israel y Europa se quebrantaría en un espacio así?”.