Grillo Villegas vuelve a Tarija (I)
La gira 2022 del Grillo Villegas acabará en Tarija el 19 de agosto. Pura Cepa trae una entrevista especial en tres partes para enmendar sus 8 años de ausencia.



Pura Cepa (PC). ¿Cuál es la historia de tu apodo "Grillo"?
Grillo Villegas (GV). Es un nombre de calle, aparece con los amigotes del barrio. No tiene nada que ver con la música, sino con una cicatriz queloide que tengo en mi hombro y que parecía un bicho y nada, jodían con eso y me quedé con “Grillo”.
PC. ¿Quiénes son tus influencias musicales y líricas?
GV. Escucho muchísima música, desde el siglo XVIII al XX. El jazz me gusta muchísimo, me parece lo más elevado y lo más interesante que se está haciendo. Me gusta el cantautorismo. La música popular brasilera me vuela la cabeza. El rock inglés. Música del mundo. Es muy variado. La lectura es mucho más vaga. Edmundo Camargo me ha movido mucho. Donoso y John Fowles son mis favoritos de media tabla, y “Tirinea” de Urzagasti podría ser una de mis lecturas favoritas.
PC. ¿Cuáles fueron tus aprendizajes en Loukass?
GV. Fue el primer lugar donde probé escribir canciones, entrar al sueño, un estudio de grabación, sacar un álbum, sonar en la radio y festejar con todos los amigos y amigas. Las giras, la gente, el éxito y el ocaso, las peleas y el final horrible. Loukass es todo eso que siempre voy a recordar. Pero jamás toqué Loukass después de Loukass. Empecé a hacer otra cosa.
PC. ¿Cómo fue tu arranque de solista con Llegas?
GV. Al principio, a la gente le chocó muchísimo. He tenido shows en la época del primer álbum que no se pudo tocar porque no había nadie. Dejé el trío. Seguí escribiendo. Y así poco a poco fue apareciendo la gente de nuevo, sobre todo en Almaqueloide realmente explotó, la gente cantaba en todas las ciudades, y el tercero, El Pesanervios, ya fue algo grande.
PC. ¿Qué rol jugó tu familia en tu camino musical?
GV. Mi padre preocupado porque termine la universidad, dejándome estudiar música y tocar mientras acabe Economía. Casi ninguno. Pensar que lo mío podía haber sido una cosa de adolescente que decía que iba a ser músico. Yo me veía tocando en el escenario, quería eso desde muy chiquito. Después te das cuenta que hay que estudiar y esforzarse, como en cualquier oficio. Tengo muy claro que juego en la línea nacional, no sé quién juega afuera, pero yo juego en primera y desde hace 31 años. No me equivoqué porque realmente amo la música. No se puede describir con palabras escuchar un teatro lleno cantar tus canciones de memoria. Todas, desde que empieza el show hasta que acabas. Tengo amigas y amigos para dar un abrazo sincero y charlar en casi todas las ciudades de Bolivia. Eso me ha dado la música. De hecho, cuando vaya a Tarija voy a abrazar a muchos amigos y amigas, de verdad.