Naimath, los sonsos y la lucha por la diversidad
La distingue su nombre, porque no hay otra Naimath que sea bisexual, de signo géminis, que ame hacer mil actividades diarias y quiera seguir haciendo mil más.



Naimath Katherin Méndez Vaca es una joven tarijeña que vivió en La Paz, ciudad en la que estudió los últimos años de colegio. Volvió a Tarija para estudiar Enología y Viticultura, pero hasta el momento no ha desarrollado la carrera por falta de una red de contactos que ofrezcan ocasiones para ejercer su profesión. “Tenía la oportunidad de hacer una especialidad en Francia después de titularme, pero la pandemia nos cerró esa puerta. No siempre sale lo que planeas. A veces la vida tiene otro plan diferente”.
Para Naimath, pareciera que el plan involucra volverse portavoz del activismo LGBTQI a nivel local, departamental y nacional con una lucha incansable. A sus 24 años de edad, no solamente es presidente del colectivo TLGB Tarija, sino también secretaria general del colectivo TLGB Bolivia y consejera en el Consejo Municipal de la Juventud de Tarija. “Eso no lo habría logrado sin el apoyo de mi mamá, hermanas y mi novia. Los demás piensan que es una pérdida de tiempo. Mi mamá es de las personas que siempre está ahí dando su granito de arena, movilizándose por los demás”.
“Nuestra ciudad aún es muy conservadora. Me encantaría ver la aceptación de la diversidad sin discriminación ni odio”.
Sobre todo, su familia le da apoyo moral y a veces una mano en su emprendimiento gastronómico del Puente San Martín cuando sus actividades chocan con sus horarios de trabajo. Naimath tiene un puesto llamado “La Cuevita del Sonso”. Le puso ese nombre recordando sus aventuras de infancia metiéndose a cuevas, y porque ofrece gastronomía camba, la cual domina por influencia de su madre y su abuela.
Durante su infancia y adolescencia, Naimath luchó contra el odio y las agresiones de su padre y su familia paterna, ocultándose y cuestionando su orientación sexual. Su experiencia le hizo definir su activismo como “una puerta a que mis hermanas tengan más libertad de expresión de la que tuve”. Para ella, la realidad de las personas diversas es igual a la de las personas heterosexuales, pero la sociedad y los servidores públicos no contemplan esta igualdad. “La policía no toma en cuenta la violencia entre parejas del mismo sexo. A la hora de denunciar, toman las cosas como una pelea de amigas o amigos. Eso invisibiliza la violencia y el machismo que las diversidades igual sufrimos”.
Aunque en Tarija hay un largo camino por delante, Naimath destaca que es el departamento pionero del cambio, ya que “aquí es donde se dio la Ley Departamental (Nº 353) de las Diversidades”, por la cual se conmemora el 28 de junio como día de la población con diversa orientación sexual e identidad de género. “La lucha que realizamos es un granito de arena para el cambio. Nuestra ciudad aún es muy conservadora. Me encantaría ver la aceptación de la diversidad sin discriminación ni odio”.