El manifiesto de la Noe
No es cosa simple entrevistar a la Noe. Esquiva las preguntas, te cuestiona el concepto de la sección y deja bien claro su manifiesto de lucha ardiente.



Para Noelia Lenny Vera Bernabe es imperativo cuestionar el concepto de “Pura Cepa”: ¿Por qué un periódico va a buscar el puritanismo a través de un dicho que se aplica, supuestamente, a “personas auténticas que representan con pureza los rasgos de una clase o linaje”?
“Puedo empezar aclarando que no creo en los puritanismos”, dice Noe, y se reivindica como Mocha Bastarda. “Es el nombre que el patronaje colonial en Tarija les dio a las mujeres campesinas que servían, mujeres niñas, adolescentes y jóvenes que sufrieron el régimen de servidumbre señorial, arrebatadas de sus familias campesinas y llevadas al pueblo para servir a las ‘familias acomodadas’”.
“Soy nieta de esas Mochas que no pudieron callar, por eso reivindico a mis ancestras, ya que de ellas heredamos la rebeldía y enjundia de no callar las injusticias”
Noe tiene un bagaje contundente con el cual refuerza su discurso. Cita las palabras de María Galindo sin problema: “Huyo de la disputa por el origen y la autenticidad, y la denunció como absurda, desgastante y cruel. El origen no existe como tal, y tampoco la autenticidad. Somos un viaje de metamorfosis continua que es intrínseca a la vida misma”.
O las coplas de Óscar Alfaro, cantadas por Nilo Soruco en “La tragedia del chapaco”: “Cuando he ido a verlo, me ha dicho entre lágrimas/Me han quitao a mi hija ya no tengo nada/Lan llevao al pueblo los dueños de casa/Pa’ tenerla ay juna solo de criada y pa’ que sus/Hijos hagan de mi Paula lo que naides ha hecho/Y después botarla, malaya esos viejos perros de la trampa”.
Con esta riqueza, Noe nos muestra que el estado indigno de las cosas humanas no ha quedado en el pasado, es el presente en el que vivimos. “Soy nieta de esas Mochas que no pudieron callar, por eso reivindico a mis ancestras, ya que de ellas heredamos la rebeldía y enjundia de no callar las injusticias”.
Desde el 19 de marzo del 2018, Noe es parte de las Mochas Copleras que la abrazaron entre mantas verdes y coplas por la historia, la justicia, el derecho y la reivindicación marítima. “Desde entonces, mi activismo dentro del movimiento Feminista va acrecentando la llama en el alma por la utopía de sociedades más justas, utopía que se logrará porque vamos a tumbar al capital patriarcal”.
La colectiva feminista Mochas Copleras recupera el arte de la copla, y emplea las artes del muralismo y el “perreo combativo” para interpelar a la sociedad en los espacios públicos como principal territorio de resistencia. “Somos agitadoras culturales que invitan a la reflexión e incitan al pensamiento crítico. Somos un grupo de mujeres que cuestionamos e interpelamos al sistema patriarcal, capitalista, colonial, racista, lgbtfóbico y especista, y a las instituciones que lo sostienen, como la iglesia o la policía, y que no son las únicas”.