Beatriz Vaca Villa, “esa mocha que quiere que las mujeres cumplan sus sueños”
Extractos de una extensa entrevista a Beatriz Vaca Villa: madre, prima, tía, maestra, amiga, feminista, bailarina, llorona, rebelde, solidaria, coplera…
Pura Cepa (PC). ¿Cuándo comenzaste a coplear?
Beatriz Vaca (BV). En mi adolescencia, con mis primas y vecinas, cuando íbamos a cuidar las ovejas y cabras de mis tíos. Era hermoso cantar fuerte y sentir el eco en los cerros. Me ha influenciado mi padre y la vida de Comunidad, porque copliamos en grupos y eso nos da fuerza y nos sentimos cerca de la tierra donde nacimos.
PC. ¿Cómo escribes una copla?
BV. Depende de los sentires. A veces salen rápido y las debo escribir o grabar en ese momento. En la noche, la pruebo con mi voz, la comparto para validarla. La mayoría las escribimos con el Colectivo de las Mochas Copleras. Es lindo porque entre todas ponemos ideas y vamos matizando. Así parimos las coplas y nos llenamos de felicidad.
PC. ¿Qué temáticas inspiran tus coplas?
BV. La esperanza de vivir una vida digna es lo que más me inspira. Copleo para liberar mi voz, mi cuerpo, mis penas, mis alegrías. Y me encanta coplear entre mujeres. Me gustaría que todas las mujeres, sino copleamos, cantáramos temas liberadores, soñadores y no aquellos que nos invitan a llorar, a sufrir, a conformarse. Soy feminista y me relaciono con todas las mujeres que voy conociendo, hacemos alianzas, compartimos sueños, nos indignamos cuando hay un feminicidio. Queremos transformar la sociedad patriarcal y las relaciones desiguales, y desmontar los mitos y los prejuicios para que a las mujeres y niños no se los viole ni asesine.
PC. ¿Cuáles son esos mitos, y cuáles serían las verdades negadas?
BV. ¡Que como los chapacos no hay! Hay gente buena en todas partes, y también hay personas violentas e inhumanas. ¡Que tenemos el mejor folclore! Todos amamos la cultura del lugar donde nacimos, pero les debe suceder lo mismo a otras culturas. ¡Que los que estudian en colegios particulares son mejores! Yo estudié hasta profesionalizarme en escuelas estatales y no creo ser una mala profesional. Una de las verdades es que las mujeres abortamos clandestinamente, y mientras no lo aceptemos, seguiremos arriesgando la vida para evitar embarazos no deseados. O que dar educación sexual a los niños les hace tener relaciones más pronto. Con o sin información, igual suceden relaciones sin protección.
PC. ¿Qué nos impide lograr una sociedad más justa y verdadera?
BV. Estamos inmersos en una vida copiada, impuesta por un sistema capitalista mundial que no le interesa crear sociedades justas. Quienes queremos cambiar esa forma de vida, encontramos barreras hasta en nuestra familia. Este sistema tiene bien estructurado el rol de las mujeres, y si no lo cumples, eres juzgada por la sociedad, la familia, la educación, la policía. Pero como yo soy mocha, no le tengo miedo a la muerte.
PC. ¿Cuál es tu más allá, si hay alguno?
BV. En Paicho y con la Teología de la Liberación, aprendí que el reino de Dios se construye en la tierra. Por eso pongo mi vida para mi familia y para construir una vida justa, donde las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, donde los Estados distribuyan los excedentes. Por eso no le creo a una autoridad cuando me dice que no tiene plata.