Anelisse Soto: “Es duro emprender, pero una depende de sí misma”
La familia de Anelisse fue clave en la consolidación de sus marcas.
Si bien la repostería se transformó de poco parte de su rutina, hoy comprende el pilar de “Merengue”, el emprendimiento que encabeza Alejandra Anelisse Soto Mena. Esta joven orureña, que ha vivido prácticamente toda su vida en territorio chapaco, abandonó forzada su trabajo durante la pandemia, pero encontró la oportunidad para reinventarse como emprendedora con dos negocios propios.
En la universidad Anelisse se formó como ingeniera comercial, lo cual la dotó de aquellos conocimientos que hoy aplica cada día con sus marcas. Por otro lado, siempre fue alguien cercana a la repostería, pasatiempo que aprendió junto a su madre, Antonia Mena. Lo que más disfruta de la repostería es que, a pesar de existir recetas, ella puede seleccionar sabores, mezclarlos a su antojo y descubrir nuevos gustos para el paladar.
Fue cuando preparó junto a su mamá unas galletas de jengibre para Navidad que Anelisse supo que sus recetas eran apreciadas por otros. Se llevó una sorpresa esa vez, pues tuvo que trasnocharse para cubrir la demanda. De esa manera empezó a recibir pedidos para fechas especiales.
“Las ferias me ayudaron a hacerme conocer”.
Sin embargo, y aunque disfrutaba de la repostería, los días no eran tan sencillos. Anelisse trabajaba para una empresa cuya labor le exigía demasiado tiempo y los pagos se atrasaban constantemente. Para poner fin a la situación se vio obligada a abandonar el trabajo y tenía claro que era hora de lanzarse como emprendedora. Así fue como inició su participación en ferias de emprendedores con su negocio “Merengue”, cuyos productos estrella con los alfajores de dulce de leche, pie de limón, maracuyá, menta y frutos rojos.
Por un largo tiempo Anelisse descuidó la labor en redes sociales para la promoción de sus productos. Pero hace poco que decidió trabajar más en ello, y asegura que los resultados y más ventas son notorios. Sin embargo, en sus redes no se centra solo en captar pedidos, sino que a través de ellas avisa a sus clientes en qué ferias se encuentra y estos acuden de inmediato.
El otro negocio de Anelisse se llama “Sweet Watermelon” y tiene a los accesorios para mujer como productos. Conseguir un espacio físico para ambos es una meta a mediano plazo. Mientras que planea una pastelería para “Merengue”, se unirá a una tienda colaborativa con “Sweet Watermelon”.
Finalmente, Anelisse tiene palabras de agradecimiento para su familia y novio, quienes son sus primeros y más fieles clientes.