Sachertorte: receta original y exquisita
Este pedazo de torta fue creado en 1832 por Franz Sacher, un joven aprendiz de pastelería de 16 años. Aquí tienes la receta.



Cuando el príncipe Metternich le pidió al joven Franz Sacher un postre especial para sus invitados, el joven aprendiz no tenía idea que su invención lograría trascender su tiempo. La Sachertorte fue creada en 1832 y se convirtió en un ícono de Viena, especialmente después de que el hijo de Franz, Eduard Sacher, perfeccionara la receta y la comercializara en el famoso Hotel Sacher.
Hoy en día, la Sachertorte es un símbolo de lujo y tradición, y en todo el mundo la disfrutan como un tesoro de la repostería. Por eso, en este Día Mundial de la Torta de Chocolate, queremos compartir contigo la receta:
Ingredientes para una Sachertorte en molde de 22 cm. de diámetro
Bizcocho
- 150 g de chocolate negro (55%-60% cacao): El corazón de la receta. Un chocolate de calidad con un equilibrio entre dulzura y amargor es esencial.
- 150 g de mantequilla sin sal: Aporta suavidad y riqueza al bizcocho.
- 125 g de azúcar glas (azúcar impalpable): Se incorpora fácilmente en la masa, dejando una textura sedosa.
- 6 huevos grandes: Separados en claras y yemas, para dar estructura y esponjosidad al bizcocho.
- 100 g de azúcar granulada: Para batir con las claras y crear un merengue estable.
- 130 g de harina de trigo tamizada: Proporciona la base para el bizcocho; es importante tamizarla para evitar grumos.
- 1 pizca de sal: Intensifica los sabores.
Relleno
- 200 g de mermelada de damasco: Tradicionalmente se usa damasco, ya que su dulzura y acidez contrastan perfectamente con el chocolate.
Cobertura glaseada
- 200 g de chocolate negro (55%-60% cacao): La cobertura debe ser lisa y brillante, así que elige un chocolate de buena calidad.
- 250 g de azúcar granulada: Crea el glaseado clásico, que es ligeramente crujiente al enfriarse.
- 150 ml de agua: Para disolver el azúcar y crear el almíbar.
Preparación paso a paso
El bizcocho
- Precalienta el horno a 180°C. Engrasa el molde y fórralo con papel manteca.
- Derrite el chocolate al baño maría o en intervalos de 30 segundos en el microondas. Deja enfriar ligeramente.
- En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
- Incorpora las yemas de huevo una por una, batiendo bien después de cada adición. Luego, agrega el chocolate derretido y mezcla hasta que esté homogéneo.
- En otro bol limpio, bate las claras con la pizca de sal hasta que estén espumosas. Añade el azúcar granulada poco a poco y continúa batiendo hasta obtener picos firmes (como un merengue).
- Incorpora un tercio de las claras batidas a la mezcla de chocolate, revolviendo con suavidad para aligerarla. Luego, añade el resto de las claras en dos tandas, mezclando con movimientos envolventes para no perder aire.
- Tamiza la harina sobre la mezcla y mézclala suavemente hasta integrar.
- Vierte la masa en el molde y hornea durante 45-50 minutos o hasta que al insertar un palillo, salga limpio. Deja enfriar completamente antes de desmoldar.
El relleno
- Calienta ligeramente la mermelada de damasco para que sea más fácil de untar.
- Corta el bizcocho en dos capas horizontales con un cuchillo de sierra.
- Unta una capa generosa de mermelada sobre la base y coloca la otra capa encima. Luego, cubre toda la torta (superficie y lados) con una fina capa de mermelada para sellarla.
El glaseado
- En una cacerola, mezcla el azúcar con el agua y caliéntalos a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva por completo. Deja hervir unos minutos hasta obtener un almíbar ligero.
- Retira del fuego y añade el chocolate picado. Remueve hasta que esté completamente derretido y la mezcla sea homogénea y brillante.
- Deja enfriar unos minutos hasta que el glaseado tenga una consistencia ligeramente espesa pero aún fluida (alrededor de 32°C es ideal).
Glaseando la torta
- Coloca el bizcocho sobre una rejilla con una bandeja debajo para recoger el exceso de glaseado.
- Vierte el glaseado de chocolate en el centro del bizcocho y deja que caiga hacia los bordes, cubriéndolo por completo. Usa una espátula para alisar si es necesario.
- Deja reposar a temperatura ambiente hasta que el glaseado se solidifique.
Decoración (opcional)
Tradicionalmente, se graba la palabra “Sacher” sobre la superficie con un poco de glaseado. Puedes hacerlo con una manga pastelera si deseas un toque auténtico. También se puede acompañar con crema batida sin azúcar para equilibrar los sabores, pero no lo recomendamos.