Camila Martínez: “La perseverancia es clave para cualquier logro”
En “Canela” Camila pudo consolidar un sueño de años.



Un veloz ritmo de vida rige la rutina de Camila Martínez, pues cada día debe arreglárselas para estudiar, criar a su hijo y mantener en pie su emprendimiento de cup cakes. A sus 25 años esta joven tarijeña cursa el tercer año de la carrera de Arquitectura y Urbanismo y trabaja en su negocio “Canela”.
La cocina siempre fue un área de interés para Camila, y fue hace cuatro años que se animó a aprender formalmente. Si bien su único anhelo eran los cup cakes, se tituló como repostera profesional en el periodo de dos años, algo que no le fue nada sencillo, ya que llegó a la carrera casi sin ningún conocimiento. Las primeras recetas que aprendía no le salían bien o las quemaba. Pero afirma que la perseverancia y la práctica siempre son clave para lograr cualquier cosa.
El tiempo le dio la razón y pudo empezar a preparar sus propios cup cakes con recetas originales. Al principio lo hacía solo para su familia y círculo cercano. Camila ya tenía las ganas de vender sus cup cakes al público tarijeño, pero la falta de tiempo y algo de miedo a la opinión la frenaban.
“Puedo personalizar cup cakes con cualquier temática”.
Esos frenos poco tardaron en ser insignificantes, porque llegó la pandemia por covid-19 y, con la educación virtual en la universidad, tuvo el tiempo que deseaba. Fue la propuesta de una amiga el empujón que necesitaba para arrancar. Esta la convenció de hacer un sorteo de cup cakes para el Día del estudiante y, tras acceder, Camila procedió a crear sus páginas en redes sociales y bautizar su marca como “Canela”.
El inicio no le resultó fácil, puesto que pasó tres meses completos preparando cup cakes prácticamente solo para subir las fotos a redes sociales. Lo que la motivaba a seguir eran lo esporádicos pedidos que tenía una vez por semana. Pero pasado ese tiempo empezó a ganar clientes fieles hasta la actualidad.
Hoy Camila tiene entre cuatro a cinco pedidos diarios. La cantidad de trabajo le es un orgullo, pero tiene que equilibrarlo con la atención a su hijo de siete años, pues es madre soltera, y con los estudios. Aunque asegura que a veces se estresa mucho, de verdad disfruta lo que hace.
Uno de sus logros es recibir pedidos constantemente para La Paz y Santa Cruz, realiza los envíos por avión y sus clientes de allá están tan satisfechos como los tantos tarijeños que disfrutan de sus cup cakes.