Patricia Quilo y Jhimmy Figueroa: panadería artesanal y a mano
La pareja tiene a los productos naturales y artesanales como pilares de su emprendimiento.
A la par que su matrimonio, Patricia Quilo y Jhimmy Figueroa llevan juntos un emprendimiento en el que trabajan día a día. En su panadería “Leche y Miel” producen todo tipo de panes y masas con una premisa: hacer todo de forma artesanal y a mano. El carácter artesanal y natural es el principal pilar de este negocio que la pareja creó en julio de 2020.
La pandemia de covid-19 afectó negativamente a muchos rubros, entre ellos a la construcción, donde se desempeñaba Jhimmy. El primer semestre de cuarentena rígida él vio su área laboral paralizarse completamente, con lo cual dejó de percibir ganancias. Ante la necesidad supo que tenía que buscar nuevos horizontes y encontró la panadería.
Patricia, por su lado, ya tenía un bagaje en el mundo de los panes y la repostería, por lo que sabía que no le faltaba el conocimiento para emprender junto a su pareja. Así fue como empezaron a capacitarse y ensayar para lanzar su nueva marca “Leche y Miel”, lo cual consiguieron ni bien terminó la cuarentena rígida y cuando estuvieron seguros de que sus productos gustaban a familiares y amigos.
“Lo artesanal no tiene comparación en calidad y sabor”.
Junto con la ilusión de finalmente escapar de la crisis, llegaba también la de compartir a Tarija unos valores tradicionales de panadería. Tanto Patricia como Jhimmy se toman muy enserio la importancia del proceso artesanal de sus productos. Para ellos es un orgullo no usar mejoradores de masas, conservantes artificiales, ni, mucho menos, maquinaria.
El pan, por ejemplo, es amasado por Jhimmy a mano. Lejos de significarle un trabajo extra, le es sinónimo de un producto auténtico y “a la vieja usanza”. Si bien sabe que los procesos industriales optimizan los tiempos e implican algo menos de trabajo, para Jhimmy la diferencia más importante está en el sabor y la calidad, y, según él, nada se compara con el producto artesanal.
Otra de sus convicciones es apoyar a los productores tarijeños, por lo que todos sus insumos, como los lácteos, son adquiridos directamente en las comunidades productoras.
La pareja recientemente contrajo matrimonio en diciembre, mes al que las fiestas añaden la magia de fin de año. Por ello se encuentran produciendo productos propios de la época como panetones, budines, galletas de jengibre o roscas. Cada uno con la receta tradicional y el trabajo a mano. El panetón, por ejemplo, les toma tres días para preparar, hecho que es más un orgullo que una dificultad para ellos.
Su actual promoción es que, por cada compra de un producto navideños, los clientes reciben un ticket para el sorteo de unos canastones a fin de año, pues quieren motivar a consumir lo artesanal y local.