El vino del mes: Magdalena de La Encantada
Un blanco de Moscatel de Alejandría que encarna esta dualidad: bello como morder un racimo de esta uva; fuerte como el vapor que deja el destilado que de ella resulta.



Jorge Samos Daroca aprendió a hacer vino por herencia de su familia materna, quienes han sido guardianes de las maneras antiguas que han dado gloria al Valle de Cinti. “Me ha quedado ese amor por el vino. Nuestras viñas no tienen veneno. Intentamos no fumigar tanto. Trabajamos desde lo natural, lo sustentable, para hacer que La Encantada sea un proyecto redondo”, comenta Samos a Pura Cepa.
Hace cuatro años, Bodega La Encantada, de Villa Abecia, salió al mercado con las primeras microvinificaciones de Vischoqueña y Moscatel de Alejandría, que resultaron en un singani, y unos vinos llamados Cabra Roja, Flamenco y Magdalena. “El nombre de Magdalena fue una inspiración que nació del lado femenino de este vino, que es a su vez bello pero fuerte, tanto así que hasta Jesús cayó en sus encantos”, indica Samos.
Nuestro encuentro con Magdalena sucedió en el brindis por el tercer aniversario de Pata y Perro, con una de las 150 botellas del primer lote de 2021. De inmediato dejó sentir el exuberante arrojo de la fruta fresca, dulce y exótica, y su aroma floral intenso, el mismo que hay cuando se muerde un buen racimo de uvas blancas. Luego te muestra su fuerza con un final largo de fruta madura, ácida y mineral, reminiscencias que solo las logra un buen singani, la otra cara de la Moscatel de Alejandría.
En la fiesta mencionada, había quesos frescos y cremosos, panes de masa madre, frutas, semillas y jamones, y Magdalena envolvía estos alimentos en su manto de seda. La temperatura importa, hay que comenzar al menos en 10ºC y dejar que se transforme en copa, mostrando sus demonios insospechados.
Una botella de Magdalena, vino blanco natural de altura hecho con Moscatel de Alejandría, cuesta 80 bolivianos en la bodega, que está en Villa Abecia, a la vuelta de la Plaza 25 de mayo. Por supuesto, la otra opción es pedirle a Jorge, también conocido como Don Piti, la entrega a domicilio a través de Instagram (@bodegalaencantada) o WhatsApp (68757420). Funciona en todo Bolivia.
La Encantada ha crecido y este año esperan liberar 1.500 botellas, todas numeradas. Eso quiere decir que, en este momento, para conseguir una botella de Magdalena hay que esperar un par de meses, pues, como dice Samos, “en La Encantada, la que manda es la viña”. Salud.