Gayl López: “La esencia distingue al fotógrafo”
Con un arranque autodidacta Gayl se formó como fotógrafa desde los 13 años.



Desde los 13 años que la fotografía es una constante en la vida de Ana Gayl López Menacho, edad en la que le fue obsequiada su primera cámara, aquella con la que empezaría a inmortalizar retazos de la realidad. Desde entonces que no se despegó de las fotos y se fue capacitando como autodidacta para consolidarse en el rubro. Hoy, además de explorar nuevas posibilidades con su lente, Gayl también espera la defensa de su tesis para titularse en Derecho.
Gayl recuerda su primera cámara, esta era una compacta digital que no le permitía manipular mucho los valores, pero sí le daba la posibilidad de capturar la luz y plasmar en los píxeles aquello que sus ojos consideraban digno de recordarse. La fotografía siempre le resultó interesante, por lo que cargaba esa primera herramienta allá a donde iba.
Con la emoción vigente los primeros días, Gayl fotografiaba casi todo lo que pasaba delante de ella, pero con el tiempo fue agudizando la vista y decidió capturar solo aquello que le hacía sentir algo: naturaleza y paisajes, principalmente.
“Un fotógrafo debe tener esencia propia y ser versátil”.
Con el paso de los años Gayl pudo tener acceso a una cámara profesional. Entonces empezaba una nueva etapa en su camino como fotógrafa, pues ahora podía manipular la luz a su antojo y capturar, así como resaltar, solo lo que ella quería. Pero esa habilidad no dependía solo del equipo. Gayl sabía que era hora de iniciar un proceso de formación tanto técnica como teórica.
Gayl empezó su formación prácticamente de manera autodidacta, fusionando el aprendizaje empírico con todo aquello que podía rescatar de internet, es decir, tanto videotutoriales gratuitos como de, más adelante, cursos pagados en línea. Uno de los hechos que lamenta es el que no haya ninguna escuela de fotografía en Tarija.
En ese periodo de tiempo pasó trabajar con retratos, usando a sus amigas como modelos. Y fue así como se le presentó la oportunidad de lucrar con sus fotos. Gayl llamó la atención de otras personas y empezó a trabajar con sesiones de fotos. Sus sesiones tienen precios entre los Bs. 150 y Bs. 600.
Actualmente, a sus 24 años Gayl experimenta con la fotografía de deporte, concretamente de voleibol. Afirma que es un campo nuevo para ella y lleno de desafíos, pero Gayl sabe que lo que de verdad distingue a un fotógrafo es su versatilidad y esencia.