Claudia Sanguino y la producción de vinos artesanles
Desde San Isidro Claudia crea vinos para el departamento y el país.



Claudia Lorena Sanguino Gallardo es una mujer emprendedora nacida en San Isidro, Uriondo. Ella, ingeniera comercial de profesión, se dedica a la producción y comercialización de vinos artesanales bajo su marca Tarijeñito Bodega Artesanal.
Claudia creció en torno a una cultura de vinos. Recuerda su infancia entre las anchas paredes de adobe en la casa de hacienda de su abuelo, a la que entraba por un camino marcado por unos molles que se enredaban con los parrales. “Mis abuelos cosechaban las uvas en los molles, no había sistemas de plantación como los de hoy”.
Rememora también la imagen de su abuelo preparando el vino en grandes cántaros de barro, para que este nunca faltara y menos en las fechas especiales. Con el tiempo la tradición se fue heredando de generación en generación, pasó por sus padres hasta llegar a ella.
“Tener un vino embotellado y con nombre era el sueño de mi papá”.
Fue hace 5 años que Claudia empezó la elaboración de sus vinos artesanles para comercializarlos. Estos, realizados con las técnicas ancestrales de sus abuelos, se venden bajo el nombre de Tarijeñito Bodega Artesanal. Claudia explica que eligió ese nombre porque en el pasado sus padres viajaban a Santa Cruz para vender el vino sin nombre. Los clientes los conocían como los “tarijeñitos”, y fue por ello que Claudia no dudó en poner ese nombre a sus productos.
Según cuenta, tiene que trabajar mucho para alcanzar los estándares de calidad que desea, incluso baja su producción por ello. Uno de sus problemas, y de todas las bodegas artesanles en su opinión, es que las entidades reguladoras de la industria no diferencian entre bodegas artesanales e industriales. Lo cual repercute en requerimientos muy altos para poder funcionar, la mayoría se trata de infraestructura, como el tener un laboratorio propio, cuando se podría recurrir a un tercero. Claudia cree que esto frena el crecimiento de las bodegas pequeñas.
Algo que resalta es que la mayoría de sus clientes se encuentran fuera del departamento, dice: “Santa Cruz, La Paz y Cochabamba es donde más vendemos”.
Además del vino en sí, la bodega también ofrece experiencias como degustaciones y paseos. Trata de que los asistentes formen parte del proceso de elaboración realizando algunas tareas. Estás actividades actualmente está reducidas a grupo muy pequeños y con ciertas limitaciones por la pandemia de covid-19.
Claudia trabaja para lograr un gran producto y una gran experiencia en torno a los vinos.