Tras ocho años peregrinando por justicia
Padre de Omaira exige que no prescriba el feminicidio de su hija
A pesar de existir una sentencia condenatoria de 30 años para el acusado, su defensa presentó varios recursos para que el caso se cierre y pueda salir en libertad.



Luego de que en septiembre se haya admitido un amparo constitucional presentado por Marcelo Valencia Ugarte para dejar sin lugar la sentencia de 30 años en su contra por el feminicidio de Omaira Vidaurre Sotar, el padre de la víctima, Guido Vidaurre, se trasladó de Tarija hasta Sucre para exigir que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no permita la prescripción del caso, que el sábado cumple 8 años.
El hecho ocurrió el 12 de diciembre de 2012, cuando en una discusión la víctima recibió un corte en la muñeca. Aunque llegó la Policía e intentaron socorrerla, la gravedad de la lesión hizo que se desangrara y perdiera la vida.
Proceso
Desde ese día la familia de la joven inició una peregrinación buscando justicia y denunciando irregularidades en el proceso que favorecían al acusado quien es sobrino del ex fiscal departamental, Ramiro Ugarte.
El caso pasó por al menos tres fiscales hasta que se instaló el juicio en agosto de 2015, donde se emitió una sentencia de ocho años por el delito de homicidio por emoción violenta, dictamen que inmediatamente fue apelado por la familia de Omaira
En marzo 2018, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia dejó sin efecto esa sentencia y condenó al acusado a 30 años por asesinato. A lo que la defensa del sujeto respondió con un recurso de casación presentado en el TSJ, instancia que en marzo confirmó el fallo de culpabilidad.
En septiembre el acusado presentó un amparo al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) argumentando que los magistrados no habrían justificado el cambio del tipo penal.
En respuesta, el TCP concedió que sean los mismos magistrados que reconsideren su resolución, quienes son Olvis Egüez y Edwin Aguayo, pero ante la ausencia del primero, quedó en su reemplazo la magistrada tarijeña, Cristina Díaz.
El temor de Guido Vidaurre es que este sábado se cumplen ocho años desde la muerte de su hija y habría la posibilidad de que la defensa pida la prescripción del delito por el vencimiento de los plazos, por lo que dijo que no se quedará tranquilo hasta obtener justicia.
Extraoficialmente el miércoles le dijeron que no procedería la prescripción, pero dijo que si no se lo confirma uno de los magistrados, él iniciará una huelga de hambre exigiendo justicia.
“Me apersoné también al TCP a dejar un oficio indicando que el plazo que tienen se ha vencido, porque el 23 de septiembre entró mi caso, ya van más de dos meses”, dijo.
Un menor en orfandad
Cuando Omaira perdió la vida, ella estaba embarazada y al morir dejó en la orfandad a un niño de 4 años. Ahora es su abuelo Guido quien pelea por tener su custodia total.
“Él y su familia se han dedicado a contratar abogados del interior, pero nunca se han acordado de que hay un niño de 12 años. Que Dios me castigue si miento, nunca le han mandado un regalo de cumpleaños o Navidad”, dijo Vidaurre a tiempo de indicar que no cesará en su lucha por justicia.