No hay casos de estafadores aprehendidos
Estafadores se “avivan” en cuarentena y burlan la ley
Aprovechando que las víctimas no formalizan las denuncias, estos antisociales mejoran cada vez sus técnicas y logran engañar a la gente ofertando diversos productos.
Si bien en casi tres meses de cuarentena a nivel nacional y departamental se han reducido considerablemente los hechos delictivos como los asaltos, robos de vehículos o autopartes y otros; al mismo tiempo se ha registrado un aumento en los casos de estafas a través de las redes sociales, siendo esta una nueva modalidad en la que un delincuente puede robar desde su domicilio, burlando la persecución policial.
Durante la pandemia uno de los temas de conversación y preocupación más recurrente es la crisis generalizada, en general la gente hace ciertos ajustes en su presupuesto intentando priorizar gastos.
De ahí el enojo y malestar por parte de quienes se ven engañados por personas que se esconden detrás de números o cuentas falsas de redes sociales para obtener su dinero y luego desaparecer.
Uno de estos casos es el que protagonizó Sara (nombre ficticio) cuando ella pensó que una buena forma de obtener un poco de dinero sería vender barbijos mientras dure la pandemia del Covid-19.
Ella, durante veinte años se dedicó a la venta de comida en un puesto ubicado en la avenida Circunvalación, donde diariamente atendía a una gran cantidad de choferes y transeúntes que ya la conocían.
Pero debido a la cuarentena, ella se vio obligada a suspender su venta, lo que le impidió por más de dos meses generar ingresos suficientes para mantener a sus dos hijos. Solamente llevaba por encargo algunos platos a vecinos y conocidos que a veces la llamaban.
Un día, su hija Carla de 14 años vio en el Facebook un anuncio en el que ofrecían barbijos, lentes y guantes a muy bajo precio. Así que ella le dijo a su madre que podrían hacer un pedido a esa tienda que se encontraba en la ciudad de La Paz y luego ella se encargaría de ofrecer estos productos para poder recaudar un poco de dinero.
Sara nunca se acostumbró al uso de las redes sociales, menos a las compras a través de Internet. Ella era partidaria de comprar cualquier producto luego de verlo, así adquiría todos los insumos para cocinar y nunca le fue mal.
Sin embargo, por la desesperación de no generar ingresos accedió. Fue a su cuarto a sacar todo el dinero que tenía escondido en su ropero, llamó a su hermana y le contó de la idea, así que ella también quiso unirse al negocio con todos sus ahorros.
Así entre las dos lograron juntar cerca de Bs. 4.000. Inmediatamente su hija se contactó con los proveedores escribiéndoles al Facebook. En ese instante la llamó un hombre con un timbre de voz formal, que no permitía desconfiar, y le pidió algunos datos luego de recomendarle los productos que debía adquirir.
Para concretar la compra, este sujeto le dijo que lo primero que debía hacer era un depósito a una cuenta de Tigo Money del setenta por ciento. Una vez que cumpliera con esto se haría el despacho para que los productos lleguen por correo.
Así lo hicieron, Carla fue con su mamá al cajero más cercano muy temprano. En cuanto tuvo el recibo llamó al mismo número, pero nadie respondió, siguió intentando durante toda la mañana y nada.
Al volver a su casa no pudieron ni si quiera preparar el almuerzo, Sara también intentó llamar desde su número, sin éxito. Ya habían perdido la cuenta de la cantidad de veces que intentaron contactarse con el supuesto proveedor cuando solo escucharon el mensaje del buzón de voz.
Las habían estafado, y con su dinero también les quitaron la esperanza de poder encontrar otra forma de subsistencia mientras durase la cuarentena.
Los casos
Al consultar al director departamental de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), coronel Armando Asturizaga, sobre las estafas mediante redes sociales, éste informó que estos casos incrementaron durante la cuarentena y admitió que es bastante difícil dar con el paradero de estos antisociales que operan desde cuentas falsas.
Durante la gestión 2020 se registraron cuatro denuncias formales para su investigación, los hechos son variados pues hay quienes fueron estafados en la compra de algún electrodoméstico, stocks de insumos de bioseguridad para comercializar, incluso regalos por el Día de la Madre.
De acuerdo a Asturizaga, los estafadores optan por comprar chips de celular para registrarla con un nombre falso, posteriormente también crean una cuenta de Facebook. A través de estas redes sociales captan a sus víctimas ofreciendo algo que sea de su interés, cuando hablan mediante Whatsapp piden un adelanto o el pago total, por lo general en una cuenta de Tigo Money. Una vez que las personas hacen el depósito, los antisociales desaparecen.
La autoridad reconoció que, si bien se lograron ciertos avances identificando que muchos de los delincuentes operarían desde otros departamentos, hasta la fecha no se logró concretar la captura de ninguno de ellos.
“Se verifica el número de cuenta, pero mayormente las cuentas son falsas en Facebook y lo mismo con el número de Whatsapp (…) Se ha hecho seguimiento a estas cuentas, así hemos visto que mayormente son cuentas que vienen de La Paz o Santa Cruz, los teléfonos también son de esas regiones. Incluso hemos llegado a concluir que algunas de estas personas serían reclusos del penal de Palmasola y operan desde allá”, detalló.
Por esta razón, Asturizaga recomendó a la población que está realizando algún tipo de transacción vía internet, que cuando noten algún tipo de irregularidad, formalicen su denuncia inmediatamente para que se pueda rastrear las líneas oportunamente. Lamentó que muchos no lo hagan por lo general “por vergüenza a reconocer que han sido estafados.