Reportaje
Montes: Más de 25 años de pulsos, cálculos y victorias desde Tarija
El Gobernador señaló que cerrará su vida pública en Tarija al acabar su gestión



En 2024 se cumplieron 25 años de la primera victoria de Óscar Montes en el municipio de Tarija. Fue su primer cargo institucional después de haber estudiado Económicas en Tarija y haber combinado labores en YPFB con el Comité Cívico. El gobernador de Tarija anunció hoy que dejará el cargo en 2026 cuando acabe su mandato. Tendrá 66 años y todo el derecho a dar el paso al costado, aunque suponga un cambio de ciclo abrupto en Tarija luego de tres décadas de batallas y correrías con los grandes políticos de Tarija y del país.

La primera victoria de Montes se selló el 5 de diciembre. Mucho han cambiado las huestes de aquel partido desde aquel domingo veraniego de 1999 en el que el hoy gobernador se impuso ajustadamente en una contienda cerrada contra otros dos pesos pesados: Mario Cossío, que celebró como un triunfo los tres concejales del MNR al considerarse el enemigo a batir por todos, y Motete Zamora del FRI, que recibió con tono lúgubre unos resultados que lo empezaban a alejar de la primera línea.
Montes había sumado el 35% de los votos con el MIR – Nueva Mayoría y consolidaba así el salto desde el Comité Cívico. Los que avalaron su fichaje se dieron por satisfechos, más cuando comandó las negociaciones “contra” el propio Motete, que al final hizo valer sus tres concejales para conformar una mayoría en el Concejo que le diera cierta viabilidad a la gestión a cambio, claro, de unas cuantas carteras.
Nancy Aparicio de Handam por el FRI fue la presidenta elegida para el Concejo, secundada por Roberto Ávila como secretario y no sin polémica, Marcela Urquidi de Ugarte, del MNR, como vicepresidenta en una jugada digna de aquellos años.
Montes supo capitalizar la gestión y en 2004, también un 5 de diciembre, volvió a ganar, esta vez con casi el 54% de los votos. Sería la última bajo las siglas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Jaime Paz Zamora y todo su séquito generacional tarijeño, que inexorablemente se vio arrastrada al costado.
El hoy gobernador leyó los tiempos tras la debacle del sistema tradicional y la irrupción de Evo Morales, se deshizo de rémoras como la sigla, sustituida por UNIR, y avanzó a paso firme en su plan: concentración total en lo municipal mientras se asentaba lo que fuera que tenía que suceder a nivel nacional.
Fue justo en esa época cuando se cimentó el poder de Montes, precisamente sobre la estructura de UNIR, que bebía de las mismas fuentes socialdemócratas del MIR pero recuperó la calle gracias a una renovación de cuadros llegados desde los barrios que tuvieron peso real entre la clásica oligarquía mirista.
De aquella época se recuerdan sobre todo a Francisco Rosas, Rolando Ruíz y algunos de los que hoy siguen cerca, como Efraín Rivera o el fichaje de Delia García que convivían con los clásicos Paputsakis, Ávilas y demás. En 2010 se rehabilitó a los Paz Zamora con la inclusión de Rodrigo en el cuerpo de concejales entregándole de forma vitalicia la Presidencia del Concejo.
Hacia el final, Montes ya había decidido volar a la Gobernación, sobre todo tras el experimento con Tuto y el MNR en las presidenciales de 2014 del que salió bien parado en la ciudad. Cuando el MAS se lo impidió con una campaña de acoso y derribo que incluía investigaciones a los patrimonios familiares era demasiado tarde para rehabilitarse en la Alcaldía y apenas tuvo tiempo de colocar a su esposa Ruth Ponce como concejal para garantizar algunos contrapesos anticipando lo que se venía.
Divisiones
Montes había cedido a favor de Rodrigo Paz, a pesar de que varios colaboradores insistían en dejarlo todo en manos de Francisco Rosas, que por entonces era el concejal que fungía como alcalde alterno y el principal suministrador de "pegas" en la estructura y que siempre había sido un funcionario sin mucho carisma, pero leal.
La decisión no tardó en convertirse en escisión. Rodrigo Paz exigió poder total ni bien asumió y cortó todos los lazos con Montes, que tampoco tardó en remangarse y bajar al barro. Paz ni siquiera compareció a la pelea, pues a pesar de haber formado su agrupación “Primero la Gente” provocando la primera gran escisión de UNIR, después prefirió concurrir como primer senador en la lista de Carlos Mesa en 2020 dejando a cientos de funcionarios “traicionados”.

En aquella pelea se puede identificar una segunda escisión protagonizada por el propio Rosas, que al final no supo estar con uno ni con el otro y movió su gente hacia otras aventuras, como la de su hermano, diputado uninominal con Carlos Mesa acusado ahora de tránsfuga, o la suya propia como asambleísta de Todos, que cedió sus votos para que los de Montes presidieran la Asamblea al comienzo de la gestión.
La segunda gran crisis se vivió en 2020 con Víctor Hugo Zamora dentro del gobierno de Jeanine Áñez y la diputada Gina Torres apoyando fervientemente esa opción. Montes se la había jugado en las elecciones de 2019 del lado de los Demócratas de Rubén Costas, Óscar Ortiz y también de Jeanine Áñez aunque entonces era básicamente una prejubilada. Lo sucedido acabó dándole la cartera de Hidrocarburos a Zamora, lugarteniente de Montes en La Paz desde 2010. Zamora, que se había acostumbrado al segundo plano, pero aspiraba a algo más se entregó a fondo en el nuevo cargo. Montes cedió para integrarse en la precipitada experiencia electoral que sus “guardaespaldas” – Arturo Murillo, Yerko Núñez, Doria Medina – le pusieron en bandeja, pero ni bien vio que empezaba el naufragio tocó corneta para el retiro. Zamora y Gina resistieron y algunos cuadros medios también. Zamora está hoy en paradero desconocido y Torres lejos de todos los focos.
Con esas mimbres Montes accedió a construir una alianza más amplia para las elecciones de 2021 sumando con Johnny Torres (MNR) y Mauricio Lea Plaza (Camino al Cambio), además de muchos experimentados caudillos locales en los municipios para que no hubiera margen a la sorpresa.
La gestión ha sido tormentosa por la situación crítica de Tarija tras la caída de los ingresos del gas y las enormes deudas acumuladas, a lo que se le ha sumado la inestabilidad en el país. Sin demasiadas ganas de pelear a nivel nacional y sin oposición real en el departamento, su forma centralizada de gobernar, asumiendo la vocería casi en solitario le ha generado cierto desgaste.
Montes se jacta de haber trabajado como alcalde con seis presidentes: Bánzer, Tuto, Sánchez de Lozada, Mesa, Veltzé y Evo Morales; además hizo de anfitrión de Jeanine Áñez y hoy comparte la Gobernación con Luis Arce, aunque no sea la mejor dinámica. Cerrar el ciclo parece lo obvio. Aún así hay ciertas voces que lo colocan como el hombre fuerte de Manfred Reyes Villa en Tarija, y en sus declaraciones no ha descartado asumir alguna otra función en el gobierno, probablemente más como ministro que tirando de una lista como cabeza al Senado. Otros también señalan que será Ponce quien se mantenga en la primera línea, pues también ha ganado experiencia. Ponce puede ser la cabeza de cartel al Senado, o puede también aspirar a la Alcaldía o a la Gobernaciónn donde, sin duda, se ha abierto ya la disputa por la sucesión.
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Video de las declaraciones del gobernador, Oscar Montes, sobre su retiro de la política.