Informe de la ONUDD
La producción de cocaína, en niveles récord
ONUDD advierte de un incremento desaforado en el consumo de drogas, lo que genera riesgo para los países productores por las guerras que se establecen por el control de la cadena



La legalización del cannabis (marihuana) en algunas partes del mundo parece acelerar el consumo diario de drogas, y la producción de cocaína alcanza niveles récord, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), divulgado este lunes 27.
Ghada Waly, directora ejecutiva de la Onudd, lamentó que “las cifras de producción e incautación de muchas drogas ilícitas están alcanzando niveles récord, incluso cuando las emergencias globales están aumentando las vulnerabilidades”.
Según el documento, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento de 26 % respecto a la década anterior.
Los jóvenes están consumiendo más drogas, y los niveles de consumo actuales en muchos países son más altos que los de la generación previa. En África y América Latina los menores de 35 años representan la mayoría de las personas que reciben tratamiento por trastornos relacionados con las drogas.
La legalización del cannabis en América del Norte parece haber aumentado el consumo diario de esta droga, sobre todo entre los adultos jóvenes, justo lo contrario de lo que se analizaba.
Se han registrado aumentos asociados de personas con trastornos psiquiátricos, suicidios y hospitalizaciones. Ahora, la legalización también ha incrementado los ingresos fiscales y, en general, ha reducido las tasas de detención por posesión de cannabis mientras se analiza el impacto que ha tenido sobre las cadenas de narcotraficantes que controlaban el mercado ilegal.
Con respecto a la cocaína, su fabricación alcanzó un récord en 2020 – en plena pandemia -, con un crecimiento de 11 % respecto a 2019, hasta las 1982 toneladas.
Las incautaciones de cocaína también aumentaron, a pesar de la pandemia covid-19, a un récord de 1.424 toneladas en 2020.
Casi 90 % de la cocaína incautada fue traficada en contenedores o por mar. Los datos sugieren que ese tráfico se expande fuera de sus principales mercados de América del Norte y Europa, con niveles crecientes en África y Asia.
Otros aspectos destacados en el informe son la expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados, y las continuas deficiencias en la disponibilidad de tratamientos contra las drogas, especialmente para las mujeres.
Aunque representan casi uno de cada dos consumidores de anfetaminas, las mujeres sólo constituyen una de cada cinco personas en tratamiento por trastornos derivados de su consumo
El tráfico de metanfetamina continúa expandiéndose geográficamente, pues 117 países informaron sobre incautaciones de metanfetamina entre 2016 y 2020, frente a 84 que lo hicieron entre 2006 y 2010. Por su parte, las cantidades de metanfetamina incautadas se quintuplicaron entre 2010 y 2020
La producción de opio en todo el mundo creció siete por ciento entre 2020 y 2021, alcanzando las 7.930 toneladas, debido principalmente a un aumento de la producción en Afganistán. Sin embargo, la superficie global de cultivo de amapola se redujo 16 %, con 246 800 hectáreas cultivadas durante el mismo periodo
El informe estima que, en todo el mundo, 11,2 millones de personas se inyectan drogas. Alrededor de la mitad vive con hepatitis C; 1,4 millones con VIH y 1,2 millones, con ambos.
Mientras aumentan esas vulnerabilidades “las percepciones erróneas sobre la magnitud del problema, y los riesgos relacionados, están privando a las personas de los servicios de atención y tratamiento, y conduciendo a la juventud hacia comportamientos peligrosos”, advirtió Waly.
La responsable sostuvo que “debemos destinar los recursos y la atención necesarios para hacer frente a todos los aspectos del problema mundial de las drogas, incluida la prestación de asistencia basada en la evidencia a todas las personas que la necesitan”.
Asimismo, “debemos mejorar la base de conocimientos sobre la relación de las drogas ilícitas con otros retos urgentes, como los conflictos y la degradación del ambiente”.
El estudio indica que la legalización del cannabis en gran parte de América del Norte parece haber aumentado su consumo diario, especialmente el de productos cannábicos potentes y sobre todo entre las personas adultas jóvenes.
También se han reportado aumentos relacionados con trastornos psiquiátricos, suicidios y hospitalizaciones. La legalización ha incrementado los ingresos fiscales y, en general, ha reducido las tasas de detención por posesión de cannabis.
Regiones diferentes, drogas variadas
En muchos países de África y América del Sur y Central, la mayor proporción de personas en tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas se relaciona principalmente con el cannabis.
En Europa del este y del sureste, y en Asia central, la mayoría de las personas está en tratamiento por trastornos por consumo de opiáceos. Y en Estados Unidos y Canadá las muertes por sobredosis, provocadas principalmente por la epidemia del uso no médico del fentanilo, siguen batiendo récords.
Las estimaciones preliminares en Estados Unidos apuntan a más de 107.000 muertes por sobredosis en 2021, frente a unas 92.000 en 2020.
En los dos mercados principales de metanfetamina las incautaciones han ido en aumento: en América del Norte se incrementaron siete por ciento respecto al año anterior, mientras que en el Asia del sureste aumentaron 30 % respecto al año anterior, lo que supone un récord en ambas regiones.
También se informó un nivel récord en las incautaciones de metanfetamina notificadas desde el Asia del suroeste, con un aumento de 50 % en 2020 con respecto a 2019.
Sigue existiendo una gran desigualdad en la disponibilidad de opioides farmacéuticos para consumo médico. En 2020, se registraron 7500 dosis más de medicamentos controlados para el dolor por cada millón de habitantes en América del Norte que en África occidental y central.
Conflictos y ambiente
El informe también destaca que las economías de drogas ilícitas pueden prosperar en situaciones de conflicto y donde el estado de derecho es débil, y a su vez pueden prolongar o exacerbar los conflictos.
La información de Medio Oriente y el sudeste de Asia sugiere que las situaciones de conflicto pueden actuar como un imán para la producción de drogas sintéticas, y este efecto puede ser mayor cuando la zona de conflicto está cerca de grandes mercados.
Históricamente, los bandos en disputa han utilizado las drogas para financiar el conflicto y generar ingresos, aunque el informe revela que los conflictos también pueden interrumpir y desplazar las rutas del tráfico de drogas, como ha ocurrido en los Balcanes y, más recientemente, en Ucrania.
Entre los principales hallazgos se encuentra que la huella de carbono del cannabis cultivado en interiores es entre 16 y 100 veces mayor que la del cannabis de exteriores, y que la huella de un kilogramo de cocaína es 30 veces mayor que la de los granos de cacao.
Otros impactos ambientales son la considerable deforestación asociada al cultivo ilícito de coca, y los residuos generados durante la fabricación de drogas sintéticas, que pueden ser de cinco a 30 veces el volumen del producto final y el vertido de residuos, que puede afectar directamente el suelo, el agua y el aire.
Tarija, nuevas drogas y más adicciones
El pasado lunes, en conmemoración del Día Internacional de Lucha Contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas en Tarija se presentó un informe que da cuenta que en el departamento ya circulan nuevas sustancias controladas, como la cocaína rosada, y que se incrementa la cantidad de pacientes que tienen problemas de adicción.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) confirmó que en sus últimos operativos se encontró la sustancia conocida como “cocaína rosada”, que por su composición es más dañina, más adictiva y que presenta mayores efectos secundarios en el organismo de quienes la consumen.
Según los datos de la FELCN, se logró incautar poco más de un kilo y medio de esta nueva droga durante un control a un vehículo de transporte público, la sustancia era transportada por una mujer que viajaba hacia el norte. Tras su audiencia de medidas cautelares, se determinó su detención preventiva en Morros Blancos, mientras se realiza la investigación sobre el origen y destino de esta droga.
El Instituto Nacional de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Drogodependencias y Salud Mental (INTRAID) reporta que son cada vez más los adolescentes que ya experimentan con sustancias controladas.
Amilcar Patiño señaló que no hay un registro exacto sobre la cantidad de pacientes, pero dijo que en pasadas gestiones los pacientes de menor edad bordeaban los 15 o 16 años, pero ese rango ya bajó a los 12 o 13 años de edad. En cuanto a las sustancias a las que son más vulnerables, explicó que son de diferente clase, desde el tabaco hasta otras más fuertes.
Sobre las causas, mencionó que los adolescentes o personas en general que son más vulnerables son quienes tienen algún tipo de patología, como depresión o una situación conflictiva.
Un nuevo escenario de riesgo para el país
Incremento de producción
El informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) da cuenta del incremento del consumo de drogas a nivel global, lo que tiene especial efecto en los países que forman parte de la cadena de producción, como en el caso de Bolivia, que es uno de los tres que produce el insumo básico de la cocaína, la tercera droga más consumida del mundo. Varios indicadores evidencian que la producción ha subido en Bolivia.
El control del territorio
El incremento del consumo y la sofisticación de los cárteles de tráfico de droga, que cada vez intentan controlar más la cadena completa desde la producción hasta la última distribución. Diferentes fuentes señalan que desde 2020 se ha abierto una suerte de lucha por el territorio en el país, siendo el Beni y el Chapare las zonas más señaladas. La inmensidad de la frontera de Bolivia con acceso a mercados pudientes hace que se multipliquen los riesgos.
De bodegueros a consumidores
El mayor riesgo que señalan los expertos en el marco de seguridad del Estado es la transformación que está sufriendo el mercado local. Si bien en algún momento en Bolivia funcionaba un sistema de bodegueros, que guardaban la droga hasta que se “autorizaba” el paso de la frontera y se procedía al cobro en dólares, en los últimos años se ha detectado el pago en droga, lo que “obliga” a los bodegueros a crear sus propios mercados locales.
Las drogas más consumidas del mundo
La Encuesta Global sobre Drogas (Global Drug Survey, GDS) es el mayor sondeo anual sobre drogas del mundo para conocer la prevalencia del consumo de drogas, mayores países consumidores, denuncias policiales y nuevos patrones de consumo.
En el mundo, las 10 drogas principales más utilizadas en los últimos 12 meses (excluyendo el alcohol y productos de tabaco/nicotina) fueron: Cannabis (63%); MDMA (33.0%); cocaína (29.1%); anfetaminas (22.1%); LSD (17.9%); opioides recetados (16.4%); benzodiacepinas (16.1%); hongos mágicos (14.9%); ketamina (12.9%); óxido nitroso (11.9%).